Muchas vidas habían vuelto, como había dicho la Madre Suprema otras se habían perdido. Había mucho que arreglar desde pequeñas casa y grandes manadas, se esperaba que algo así no volviera a suceder. No solo los lobos sufrieron consecuencias también las demás especies, todas están unidas de alguna manera desde el principio de todo. Mientras Violeta y Max se resolvían de alguna manera las cosas entre ellos esperaban que Lucas e Isabella salieran juntos en ese instante para siempre.
Felipe y Sherezada se habían quedado a cuidar los alrededores de la manada esperando alguna señal positiva. Habían visto destrozados ser reformados seriamente las fuerzas infernales eran de temerse. Sherezada sabía que debía acudir a donde Nyea, pero no podía dejar a su gente y a su amado. En esos momentos en infierno estaba patas arribas esperaban a la Madre de todo, esperaban que ella se quedara donde pertenecía.
La manada de fases lunares estaba volviendo a su orden cada especie estaba tomando su rumbo. solo había una pareja que no se sabía en como terminarían las cosas sus lobos se amaban más allá de la vida, pero los humanos no estaban de acuerdo uno pedía con el corazón tener a su compañera el otro estaba confundido había visto y vivido muchas cosas y su corazón no estaba en los mejores momentos. Los monjes volvían a sus rituales y sus silencios de votos. Las brujas volvían a su hogar los chamanes debía ir donde Nyea, hadas volvían al bosque encantado y así cada cual.
Cada una ya había tomado posesión de su cuerpo. Lucas esperaba que Isabella se fuera con él, pero en el fondo sabía que había muchas cosas que sanar. Él quería esa tranquilidad de la que tanto se hablaba cuando estabas junto a tu mate, pero cada vez lo veía lejano. Justo ahí en medio de esa pequeña cabaña estaban los dos junto delante de otro viéndose directo a los ojos con la respiración a mil, sus lobos habían pasado la raya de algo en lo cual Lucas moría de celos por una parte estaba contento porque su loba si lo amaba y lo amaba a los 2 como el y Mas las amaban a las dos, pero Isabella en estos momentos era un enigma no se sabía que había dentro de ella.
Isabella debía sanar y para hacerlo tenia que estar sola. Lucas sostuvo sus manos imaginando que se venía algo que no seria agradable.
Necesito tiempo para poner todo en orden y cuando hablo de tiempo también quiero espacio. – dijo mirándolo a los ojos
Algo me une a ti y eso no lo podemos evitar, pero el daño es grande. – con lágrimas en los ojos
Acepto darte el tiempo y el espacio lo que no voy a concebir es que te vayas al otro lado del mundo. Esta vez no pienso perderte de vista. – junto su frente a la de Isabella en forma de promesa
Saldremos juntos de esta manda he iremos a la nuestra, a lo que decides donde seria tu destino, pero un destino en el cual yo autorice – lucas dijo con un hilo de celos
*así mismo no pienso perder a mi humana y mi loba sabiendo que habrá locos rondándola* - gruño Max de acuerdo
Vamos había 2 lobos que los rabos más felices del planeta.
Ambos salieron de la cabaña tomados de la mano Lucas con una promesa en su mente e Isabella dispuesta a ceder hasta cierto termino. Llegaron a los límites y Lucas la detuvo miro justo a sus ojos.
¿Estas listas para lo que viene? – preguntó para asegurarse.
Estoy mas lista de lo que crees. – respondió con la sonrisa más brillante.