H.D.

Capítulo 10: Amores pasados

Hikaru, es conocido por sus compañeros como una persona seria, pero oculta muchos secretos. Uno de ellos es una extraña mujer de su pasado.  

 

Al día siguiente los H.D., estaban descansando, Sebastián, Luca, Hikaru, Luciano y Max se habían sentado en la sala de descanso, en los sillones. Entre charlas salió un tema particular “chicas,” opinaban sobre la belleza de sus compañeras, siempre intentando mantener el respeto y procurando  que ninguna de ellas estuviera cerca, para evitar malos entendidos.

Hikaru, era el único que no eminita palabras. Sorpresivamente llegaron Hayato y Ryu, amistosamente se unieron a la conversación, Ryu afirmaba que si bien era gay, admiraba el cuerpo femenino y junto a su hermano señalaron a Susan como la más bella, no solo del grupo, sino también de toda la central.  Los demás coincidieron, salvo Hikaru que no emitía palabra y Sebastián quien decía que la mujer más bella de la central era Marina.

Ninguno  descartartaba que sus otras compañeras fueran muy hermosas; destacaron las habilidades de cada una. Los hermanos afirmaron su gran admiración hacia su líder y los demás nuevamente coincidieron.

Sebastián, al notar que su compañero no había hablado sobre el tema pregunto:

—¿Y tú qué opinas de las chicas? no es una falta de respeto admirar su belleza o sus habilidades, mientras no sea algo grosero, ni machista.

—Para mi todas mis compañeras, son inteligentes, bellas y grandes H.D. Aunque tengo que destacar a Julie y a Alex  ¡Ayer me robaron mi ropa! ¡Son unas ladronas!

—¿Cómo fue eso?—dijo Max a carcajadas.

Hikaru contó parcialmente y sin mucho detalle,  su anécdota con sus compañeras de trabajo, así pudo lograr cambiar el foco de atención. Después de las risas, Sebastián intentó retomar el tema anterior.

—¡Vamos! Alguna debe destacar para ti ¿alguna vez te has enamorado?

—¡Es verdad! —Añadió Luca— Cuéntanos quién fue la persona que   te rompió el corazón y te hizo tan frío, nunca sonríes.

El resto de los H.D. compartía miradas cómplices, ya sabían algo del pasado de Hikaru, algo que los nuevos ni se imaginaban. A pesar de ello, solo para ver a Hikaru avergonzado, se unieron a los cuestionamientos; ante tal insistencia, Hikaru decidió responder.

 —No  suelo hablar de mi pasado, pero si tanto insisten—Suspirando— Siempre he sido así, soy callado y un poco serio.—pensativo— pero si hubo quienes fueron  importantes para mi. Hubo una chica en particular, tuvimos nuestras idas y vueltas, ahora ella está felizmente casada, se que es feliz y fin, eso es todo lo que dire, pero si quieren intentare sonreir más.

— !Ah¡ ¡pero queremos detalles! ¿Cómo era esa chica?—Insistió Sebastián, mientras todos entraban en un rotundo silencio.

Hikaru estaba totalmente pálido, Alex, había irrumpido en el salón escuchando algo de  la conversación.

—¡Si Hikaru! ¡Cuenta!  ¿De cual de todas hablabas?—preguntó Alex con frialdad, mientras un sudor frío recorría las los cuerpos de sus compañeros—. Tengo entendido que siempre fuiste un mujeriego, todos lo ven así, tan serio, pero tiene un frondoso pasado, del cual no me compete hablar, claramente.—Levantando su ceja derecha y sonriendo tenuemente— Cuando se habla del pasado los detalles sobran; la repercusión en el hoy es lo que importa.  Y perdon chicos, mi tonta costumbre de irrumpir en conversaciones ajenas ¡Por favor respiren!

Antes que alguien pudiera emitir palabra, una estruendosa voz llamaba a nuestro equipo a través de los parlantes ubicados en toda la central, seguidos por una alarma, indicando la urgencia.  Hikaru en su cabeza agradeció a esa alarma, no importaba que fuera, nada sería peor que el momento que acababa de vivir. Se dirigieron al lugar de reuniones donde los esperaba S2 con una nueva misión.

S2, comenzó diciendo que esta misión,  aparentaba ser fácil, pero debían tener gran cuidado. Tenían que custodiar a Carmen Valdez, “mejor conocida como Killing” una famosa sicaria  ex perteneciente a una organización de asesinos internacionales, que gracias al trabajo de años del equipo élite D lograron desbaratar casi por completo, lamentablemente ellos se encontraban en otra misión, por lo que nuestro equipo debía completar el trabajo, mantenerla a salvo y hacer que testifique en la corte internacional en contra de sus antiguos compañeros y jefes. El testimonio de ella era vital, los condenados irían directo a la prision H.D., por ello había precio por la  cabeza de la mujer.

Mientras S2 explicaba los pormenores de la misión, Alex compartió una mirada cómplice con Hikaru y por un momento se distrajo. Cuando retomo el  hilo de la conversación preguntó por los términos de la testigo, a lo que S2 respondió que exigio ser juzgada en su país, no era lo mejor pero no tenía alternativa, ella había colaborado en prácticamente toda la investigación, aportando pruebas y ahora su testimonio.

Antes de finalizar S2 aclaró que no solo había exigido eso, sino también que quería ver las caras de de sus custodios, había firmado un acuerdo el cual si llegaba a develar  cómo eran, si rompia el acuerdo podría  recibir la pena máxima en la prision H.D.. Por ende, quien no quisiera mostrar su rostro estaba en su derecho de negarse. Tanto Azul como Lia decidieron no aceptar la misión.



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En el texto hay: misterio, suspenso, algo de romance

Editado: 16.10.2019

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