Capítulo 14: la pajarera

Alex interroga a los apresados, pero su investigación es detenida debido a una de las mayores tragedias sucedidas en la institución.

Desde Ucrania se dirigieron directamente a la prisión internacional H.D. o la pajarera, "llamada así coloquialmente entre los presidiarios”. Un lugar impenetrable localizado en una isla del pacífico, contaba con más de mil H.D. custodiando la isla por mar, aire y tierra. Allí, albergaba a los más grandes criminales del planeta,  pocos salían de ese lugar, las penas que recibían generalmente eran muy altas.

Lo primero que se podía ver desde el aire era una gran muralla circular y sobre esta una gigantesca reja de un grueso acero que cubría todo el lugar, como si de una jaula se tratase. En su interior había un enorme edificio en forma de octágono, con un patio interno muy bien cuidado, tenía áreas de ejercicio, una cancha pequeña para practicar deportes varios, y justo en el medio una gran torre de vigilancia cilíndrica; en ella se podía vigilar perfectamente todo lo que pasaba en  la pajarera,  ya que todas las ventanas daban al patio, pero nadie podía ver a través del grueso vidrio espejado en la cúspide de la torre; dentro de esta había una cantidad incierta de guardias, unos miraban a través de las ventanas, otros observaban las grabaciones de cada rincón del gran panóptico. Aunque no era el único sector que tenía acceso a las cámaras del lugar, la sección Sur tenía una gran habitación dedicada a observar con más detalle, cada movimiento de los reclusos.

Cuando el avión aterrizaba a los reos se encontraban con los guardiacárceles, vestidos con los mismos trajes H.D. solo que con grandes iniciales que indican sus nombres oficiales, “aunque debido a lo sucedido ellos también tuvieron que dar todos sus trajes nuevos por precaución, por lo que muchos tuvieron que  recurrir también a los improvisados trajes prestados por la milicia.” Les vendaba los ojos y se los llevaba en vehículo hasta la prisión, allí eran revisados por un equipo médico, se les asignaba un número con el que se identificarian de ahora en más y se les daba  overoles celestes; luego se los llevaba a su respectivo pabellón.

La única entrada se encontraba en el ala sur este, todos los reos e incluso el personal debía  ingresar por allí y necesariamente dirigirse al patio para poder acceder al resto de sectores.

Además, la prisión se dividía en cinco secciones, el sector  norte era el pabellón común, que a su vez, como todos, estaba dividido para albergar de un lado a hombres y del otro mujeres, allí vivían los criminales con menor penas y buena conducta, además en el décimo piso, el último de ellos, funcionaba la escuela y en el subsuelo la lavandería.

Por otro lado, el pabellón Este, albergaba a los reos con algún tipo de enfermedad, alli mismo tambien funcionaba el hospital.

Al oeste se encontraban los criminales más violentos, también es donde estaban  las salas de confinamiento solitario.

El Sur pertenecía a los cuarteles de los guardiacárceles, también es donde encerraban a los imputados de algún delito que esperaban un juicio, la sala de interrogatorio, el lugar de visitas comunes  y el de visitas higiénicas.

Debajo del patio, ingresando por una compuerta que se encontraba justo al pie de la torre de vigilancia, estaban los criminales con la penas más altas o con mayor peligro de escape.

En otra zona de la isla, a unos cuantos kilómetros, se encontraba una micro ciudad donde vivían los guardas y sus familias, a las afueras de esta estaba el aeropuerto.

Al aterrizar,nuestros héroes, se dirigieron directamente a la sección Sur, separaron a los cincuenta y siete  apresados en siete grupo, señalaron que sus identidades eran desconocidas y procedieron con la investigación.

Alex decidió  comenzar por interrogar a los seis que parecian ser superiores en la línea de mando, luego iría por el resto. Los aislaron por una hora en la sala de interrogatorio, observaron que ninguno de ellos emitió palabra ni  compartieron miradas. Solo se quedaron sentados en el suelo de la amplia iluminada y vacía sala blanca.

Ella entró a la sala de interrogatorio, encendió su grabadora, comenzó a hablar en inglés,  dando órdenes sencillas, los ordenó en fila arrinconados en la pared y les pidió que se sacaran las prendas,  dejándolos en ropa interior. Les dio un vistazo y habló a su grabadora, esta vez en español.

—Primer hombre, estatura 1,70 rubio ojos marrones, tiene la cara roja como si hubiese estado en la nieve, callosidad en sus manos, contextura ancha y mucha musculatura, cicatrices en su pierna... provocadas por una caída, es antigua... Debe hacer alpinismo. —abriendo la boca del sujeto— Dentadura completa, en general buen aspecto. —Apartándose un poco— Posiblemente un ex militar, deducido por las marcas de balas y de navajas en su pecho y brazos. Se ve que ninguno entiende español o lo disimulan muy bien.

Cambio de idioma al inglés, se dirigió a él y le preguntó si tenía familia y de donde era, este se mantuvo inerte,  observó minuciosamente cada herida, cada lunar que tenía.

Del otro lado del espejo se encontraba Hikaru, Luciano y Julie, escuchando atentamente lo que decía su compañera. Cuando ella estaba  por dirigirse al segundo sujeto Hikaru dijo: