H.D.

Capítulo 22. Parte 1. Nuevas amistades

 

Mientras el equipo entrena arduamente, la organización, planifica un nuevo ataque directo a los corazones de nuestros HD.

 

 

 

En una localidad desconocida, en algo que parecía ser una bodega restaurada, un gran séquito de personas entrenaba arduamente.

En el primer subsuelo del edificio, en una oficina llena de computadoras y sillones, estaban Derek, Takashi y el líder de la organización conversando.

Antes de poder finalizar la charla, fueron interrumpidos por una mujer alta, de cabellos dorados, cuerpo de reloj de arena y ojos tan azules como su largo y simple vestido.

—Señor Horus, ya es hora de presentar los nuevos trajes. —dijo, la mujer, con acento italiano.

—Perfecto Atenea. Como tú los has hecho, explicaras su uso. Es mejor que te quedes a mi lado. —Contesto el hombre.

—Necesitare un ayudante. Si usted accede a sacarse la mascara podría ayudarme.

—¡Qué graciosa! Usa a Susanoo —dijo refiriéndose a Takashi.

—Señor, me gustaría que antes me aclarara detalles del nuevo plan. —expresó Takashi.

—Ya habrá tiempo para ello querido Susanoo. Además, es mejor que lo explique quien lo ideo.

—Esta bien, y Apolo se ofreció a ayudar a Atenea. — dijo Takeshi refierendose a Dereck, luego de esfumó.

 

 

En el salón donde todos entrenaban, se quedaron innóveles ante la presencia de su imponente Líder.

—Amados hijos de Ra. —Expresó hombre desde una tarima— Finalmente, tenemos los trajes mejorados. Recuerden que su uso es para su protección. Nuestra querida Atenea nos explicara su funcionamiento.

—Hola. Espero me escuchen bien. Usare a Apolo como ayudante. Él se pondrá el traje en menos de un minuto.

Ella tuvo que forzar a su compañero a pararse en frente de la tarima semidesnudo. Le dio su traje y él de inmediato comenzó a vestirse.

Pasado el minuto y medio, Derek logro meterse en su uniforme gris. Este era muy similar a los usados por sus enemigos, solo que más holgado.

Atenea explico que: eran más resistentes a los objetos punzo cortantes que los trajes HD, pero tenia la misma resistencia balística.

Dio una serie de demostraciones de como usarlo y todo lo que este contenía: Se podía dividir en barias partes, en su espalda se les podía colocar una mochila similar a un pequeño caparazón de tortuga; casi un calco de las mochilas que a veces utilizaban los H.D.

Tenían permitido usarlos sin los cubre cabeza, aunque no era lo aconsejable.

Cada traje estaba adaptado a las necesidades de cada uno. En el frente, en la parte de los pectorales, tenían sus nombres grabados. Dichos nombres eran los que había elegido al entrar a Ra. La única regla que tenían al respecto de su elección, era que fuesen provenientes de alguna mitología o leyenda, ya sea moderna o antigua, además no se podían repetir.

Respecto a los colores de las vestiduras. Los superiores tendrían colores diferentes al resto: Cedro, Violeta oscuro, Bordo, Verde petróleo y Gris topo. El resto tendrían trajes azul marino, incluyendo al líder.

Los nombres de los trajes, destacaban por ser parches de los mismos colores que alguno sus superiores. Indicando que cada persona tenía un grupo asignado con una función especifica. En tanto el traje azul del líder, llevaría un símbolo grabado en hilo blanco: El ojo de Horus.

Para finalizar, índico que la durabilidad de los trajes era de no más de cuatro años, después, estos se deberían desarmar y gran parte del material se reutilizaría.

A cada miembro se le otorgo cinco trajes. Luego de ello todo el mundo volvió a sus labores.

 

 

Después de algunas horas, Horus, Atenea, Susanoo (Takashi) y Apolo (Derek), caminaban hacia el salón de donde habían salido.

No solo ellos se reunirían allí, sino también los hermanos, ahora llamados, Morringa y Lug, quienes corrían hacia el salón; eran conocidos por su impuntualidad y esta vez querían demostrar lo contrario.

Morringa era una joven de cabellos cortos coloreados de azul, ojos marrones y piel arena, apenas más alta que su hermano, Lug, un tipo de pelos castaños y alborotados, de gran sonrisa y nariz prominente. Ambos, de contextura delgada pero atlética, siempre vestidos con ropas sueltas y poco agraciadas.

Muy de cerca los seguía una mujer de origen chino, de baja estatura y posiblemente el doble de edad que los hermanos. Matsu era asimilada a una madre amorosa, aunque, cuando se enojaba, ni siquiera el líder era capaz de controlarla.

Un hombre alto de cabeza rapada y una gran X tatuada en su cuello, ya los esperaba en el salón, sentado en un gran sillón rojo. Cronos era su nombre ahora.

Junto a él, había una mujer de piel morena, trenzas largas y contextura de fisicoculturista. Ella leía mientras intentaba evitar escuchar a su compañero.

—Olapa, Olapa ¿Me escuchas? Acaso hablo solo. Te conté la historia de mi actual nombre.



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En el texto hay: misterio, suspenso, algo de romance

Editado: 16.10.2019

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