Capítulo 1: Recuerdos

Esperaba recibir la llamada de mi mejor amiga Luna que tenía años que no lo veía prácticamente desde que ambos nos habíamos graduado de la preparatoria. A pesar de ello nunca perdimos comunicación cosa que agradecía ya que a pesar de que mi vida había dado un cambio impensable. Pase de ser un chico nerd al que todos le hacían bullying a ser un hombre exitoso de negocios. Era creador de aplicaciones, hice una para estudiantes para que tuvieran la facilidad de estudiar para sus exámenes de virtual, otra para los turistas que visitaran mi país supieran que lugar visitar algo que fue bien recibido para los comercios locales, algo que ayudo enormemente a la economía del país. Pero lo que me puso en el ojo “publico” fue Heart Click. Hice Heart Click para aquellos que siempre se sintieron excluidos también tuvieran la oportunidad de encontrar el amor. Cree Heart Click por mi madre, tiene ahora mismo 58 años, separada de nuestro padre hace años, ella dedico toda su vida a criarnos a darnos la mejor educación y vida que se olvidó de ella misma. Cuando mis hermanos y yo crecimos dejamos nuestro hogar, ella choco con la dura realidad, se quedó sola, y no que no fuéramos a visitarla todos los días íbamos a visitarla, pero ella necesitaba compañía de alguien. Un día bromeando con ella le dije que le haría un app de citas a lo que ella no dudo decirme que sí pero que tuviera ciertas restricciones tales que las personas aceptada en la app tenían que ser personas excluidas, tales como lo éramos nosotros. Así que de ahí comencé a trabajar con el proyecto hacer un app de citas para aquellos que se les hacía difícil por su profesión, estilo de vida, gustos, físico, edad entre otras cosas los hacia ser excluidos. Y funciono, fue una revolución mi madre conoció a su actual esposo ahí un señor de 64 años que hacía piezas e instrumentos artesanales. Ambos conectaron por lo más que aman el arte, era algo lindo verlos juntos.

Escuché como solo el timbre y luego de unos segundos vi como Luna entraba toda cautelosa a mi casa, era tan grande y llena de luz que te aterrorizaba y te asombraba al mismo tiempo. Aun me pasaba a pasar de llevar dos años viviendo aquí. Aun no entendía cómo me había venido a vivir a una casa tan grande yo solo.

• Demonios amigo esta casa es fascinante y a la vez aterradora – dijo Luna en shock viendo las paredes blancas de mi casa hasta que se quedó sorprendido cuando vio la ventana principal que se veía el mar abierto. – Aunque viéndolo ahora entiendo porque te quedaste aquí, la vista es hermosa.
• ¿Cómo has estado Lulú? – dije a lo que ambos nos abrazamos felices.
• Yo estado bien, pero y tu amigo, la vida si te ha tratado bien después de todo – respondió Luna.

Y tenía razón en la preparatoria era el chico al que todos molestaban, soy de piel morena, ojos café y pelo rizado, usaba unos lentes por receta medida que no ayudaban para nada mi aspecto. Delgado, algo parecía una lombriz, de ahí comenzaron las burlas, los maltratos a pesar de que siempre buscaba la manera de escabullirme, siempre me encontraban para molestarme, insultarme y si tenía mala suerte golpearme.

• ¿Era hora de alguna vez el universo actuara a mi favor no crees?
• Definitivamente, a ambos, pero más a ti y no sabes cómo me alegra que seas feliz amigo
• Eso intento, ¿vemos el juego?
• Demonios sí, creo que ya empezó

Y así fue ya la partida de Boston y Dallas ya había comenzado, ambos le íbamos a los equipos contrarios. Así que fue bastante entretenido el discutir o celebrar cada vez que uno de los equipos le llevaba la delantera al otro equipo. Pero más grande fue la celebración de Luna al ver que su equipo los Celtics habían ganado, hizo hasta un baile ridículo de la victoria merecedor de “meme” que gracias a Dios había quedado captado por las cámaras de seguridad. Que obviamente mañana se lo enviara en forma de burla, ya hoy lo dejare disfrutar de su victoria. Fui a la cocina a buscar un par más de cervezas, cuando regrese a la sala me encontré a una Luna muy sonriente mirando su teléfono mientras enviaba un mensaje de texto, cuando escuche el sonido supe enseguida que estaba utilizando Heart Click.

• ¿Hablando con tu amada? – pregunté burlón dándole su lata de cerveza a lo que después proseguí a abrir la mía.
• Hermano conocí a la chica que le presentare a mi mamá, ella es una chica estupenda, segura de sí misma, tiene un estilo sorprendente, tiene su propia página online de ropa ósea mira su estilo – me dijo mostrándome la página de la chica tenía un look gótico, con unas facciones finas y delicadas parecía una muñeca de porcelana. Su página era de ropa de su estilo y por lo que vi le iba bastante bien, incluso reconocí la marca ya que mi hermana me había hablado de ella ya que la quería incluir en su centro comercial.
• Wow es hermosa, me alegro mucho por ti – dije sinceramente.
• ¿Y qué hay de ti, sales con alguien?
• No, sabes que nunca se me dio bien aquello de ligar, solo salgo con chicas y es todo no más de ahí además no tengo tiempo para citas.
• Entiendo - respondió no muy segura – Sabes con quién me encontré hace unos días
• Mmm no… ¿con quién? – cuestione mientras le daba un sorbo mi cerveza.
• Con Simone Jones - dijo a lo que provocó que me ahogara con mi propia saliva joder escuchar el nombre de ella siempre me alteraba de una manera que no podía controlar.
• Después de todo ella aún sigue teniendo poder sobre ti – respondió.
• ¿Y cómo no? La chica fue responsable de años de terapia – dije sin alguna vergüenza alguna, era una verdad Simone Jones hizo que fuera a terapia, aun no lograba entender el porqué de su acoso hacia mí.                                                                  
• No lo sabía hermano, discúlpame por mencionarla – dijo Luna sorprendida por mi confesión.
• No pasa nada fue hace años y ¿cómo esta ella?
• Uff que te digo, subida en su nube de famosa, ni porque es porque es una artista que se va a presentar los Grammys le quita esa maldad que habita en ella, estaba con su secta de amigas, fueron a mi cafetería y la muy perra trato mal a una de mis empleadas, gracias a Dios que mi mano derecha estaba ahí y la puso en su lugar. ¡Lo vi al otro día por las cámaras la maldita le tiro el café encima a la pobre chica solo porque ella no le llevo su café con leche de almendras! ¿puedes creerlo? – me contó Luna toda alterada – Nuevamente le doy gracias a Dios que Tatiana estaba ahí y las hecho de la cafetería. Lo peor es que ahora sus amigas están hablando mal de mi cafetería. Mañana me reuniré con los abogados para ver qué podemos hacer con esta situación, llego el momento de que alguien ponga en su sitio a Simone Jones