Capítulo VI
Cuando Dios da Derrama
Es una dama de edad avanzada, que se queja de que sus ahorro de 60 años de toda su vida desaparecieron de cuenta del banco y eso la pone furiosa es la herencia que deseaba dejarle a sus nietos para la universidad, Robert la escucha atentamente y pregunta que le dice el banco y ella dice que están investigando y que su sistema fue intervenido por jaques, pero en cuanto se restablezca el sistema, se integraran las cuentas, pero ella quiere saber quién fue el ratero que dejo a miles de personas jubiladas pensionadas sin sus ahorros de su vida.
Robert sabe que eso no le compete y es difícil que un banco de su información y confidencialidad más bien sea un problema del banco y del Ministerio de Seguridad Nacional.
Como una tromba se viene a su mente un cumulo de ideas en desorden. Será coincidencia que su amigo, Sami y el gobierno estén sufriendo un ataque, que la desaparición de dos directivos tengan algo que ver en esto, seria mucha coincidencia y en coincidencias no creía.
Le dijo a noble mujer que vería que podría hacer y le comunicaría su avance si obtendría algo de información. Ella saco de su bolsita un billete de cien dólares para pagar su consulta y su abono de su caso, Robert se sintió conmovido y tomo el billete lo introdujo en la bolsita de la amable Miss.
Y le dijo que por ser cliente, consentida era gratis su consulta y si al recuperar su dinero mejor le regalara un puro. La anciana se enderezo y le dio un gran abrazo, Robert se apeno y acompaño a luisita a la salida.
Ahí ya está su segundo cliente, y aprovecho en saludarlo y hacerlo pasar a su despacho.
El hombre de cincuenta años bestia formal y limpio, Robert vio la información y con amabilidad le pregunto en que podía ayudarlo.
A lo que Samuel describió que su vecino era muy extraño, era extranjero y se reunía con gente de que toda la semana llegaba a diferentes horas del día o de la noche y no lo dejaban dormir y por lo que podía observar, el creía era malo ese hombre.
Robert estaba acostumbrado a muchas cosas extrañas de sus clientes y esto no le sorprendió, así que le pidió describiera su vecino.
Es alto, como del medio Oriente tiene un acento muy extraño, moreno no negro como si fuera hindú, y lo visitan coches caros y camionetas de lujo, ahí en mi vecindario es poco usual esto ya que es barrio de latinos pobres, indocumentados y migrantes.
Robert pregunto si ya había acudido a la policía y el Mr. Samuel sonrió y dijo mire Mr. La policía no le interesa lo que diga un viejo y menos del barrio latino, no nos creen y únicamente nos ignoran o hasta nos acusan de indocumentados y te encierran. Pero yo soy norteamericano y fui soldado en Vietnam y quiero a mi patria.
Por eso estoy aquí no tengo mucho dinero pero soy patriota y pongo lo poco que tengo al servicio de mi patria.
Eso conmovió a Robert y le dijo con sinceridad que investigaría eso. El hombre pregunto cuanto le debo por su trabajo.
Robert suspiro y dijo buen hombre yo también soy Americano y quiero como usted a mi país, si algo se me atraviesa sé que puedo contar con usted. Y cuando este en sus manos regale un puro cubano eso, es todo.
Y de casualidad sabe el nombre de su vecino y el dejo un papelito en el cual estaba escrito el nombre completo del extranjero.
Se despidieron y el ex militar se despidió con un saludo militar.
Robert estaba acostumbrado a locuras pero ese día, se llevaba el premio mayor.
Doce del día el ultimo cliente, Mr. Smith un empresario que se dedica a la venta y compra de equipo de cómputo y todos los software y hardware lo más moderno del mundo.
Robert lo recibe y se sienta en su sillón preferido y su cliente en el amplio sofá de piel exquisita, piel original tersa suave de color camello que invita al descanso.
Robert le invita un café y se sientan a disfrutar de la deliciosa bebida. Aun huele a puro y el aroma es peculiar para ambos ya que Mr., Smith es fanático del puro.
Así que empieza bien el día después de una mañana con clientes extraños,
En que le puedo servir Robert, a su cliente, mi asunto es que vendí un equipo de cómputo hace dos meses a un extranjero me pago de contado y bien pagado por todo un gran sistema de computadoras y equipo adicional, fue un gran negocio, y todo bien para la empresa que soy socio y propietario, pero también cuido la imagen y reputación de mi patrimonio.
Ahora el mismo cliente me hizo un pedido de nuevo equipo más moderno que se fabrica únicamente en Reino Unido, y se requiere ciertos requisitos para poder importarlo, los cuales mi empresa cumple sin ningún inconveniente.
¿Robert no entiende es un negocio muy bueno y viene con para qué?
Lo deja continuar y expresa su preocupación el empresario pues este equipo únicamente lo tiene el gobierno en ciertas dependencias de control del dinero como Banco Central y del Tesoro Nacional y algunos bancos de extrema seguridad.
Así que vender este equipo requiere un permiso del estado para poder realizar este trámite.
Así que iniciamos esto y fue declinada el permiso por ser considerado de posible riesgo para el país, hasta ahí todo sin problemas.
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Editado: 01.03.2021