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Camino sin rumbo por lo que parece ser una eternidad, regreso a casa luego de la media noche, preparo mis maletas y, sin discutirlo con nadie, salgo de allí sin rumbo ni dirección fijos.

Sus palabras dan mil vueltas en mi mente, no paro de recordar su rostro, no puedo dejar de ver sus oscuros ojos observandome sin remordimiento, sin odio, sin rencor pero, sobre todo, sin amor. Con cada paso que doy, una lagrima resbala de mis ojos, con cada minuto que pasa me siento más perdida, más sola... Con cada paso pierdo un poco más la fé.... y es que... si no soy importante para mi familia ¿entonces para quién?

- ¿Quisiera borrar cualquier pesamiento negativo de tu mente pero creo que sería imposible ¿verdad?- Giro mi rostro y allí encuentro esa mirada penetrante, tan fuerte y tan bella al mismo tiempo.

- Tienes razón- Contesto en un escueto susurro, mis lagrimas por fin se han detenido pero mis mejillas aún continúan humedas. Lemtamente sus manos alcanzan mi rostro y con sus indices recorre el camino que estas dejaron hasta secarlas por completo.Fue un gesto tan intimo que debería incomodarme pero se sintió tan natural... me relajo un poco, la calma que tanto me hacía falta por fin decide asomar.

Nos encontramos en el parque central de la ciudad, el único lugar en que creí poder pensar; naturaleza y silencio para callar mi ensordesedora mente. Resultó mejor de lo que pensé, quizá en esta oportunidad podré charlar con alguien que no salga huyendo gracias a mi hermana.

- ¿Aceptarías tomar un café? a veces la amrgura y la tristeza se alejan con una rica y dulce bebida ¿Qué dices?- me lanza un guiño y las palabras se borran de mis labios. Lo único que atino a hacer es asentir. Giramos un poco y nos encaminamos a la cafetería, todo marcha bien pero de repente algo nos detiene, una fuerte energía se interpone en nuestro camino, es como si el tiempo se acabara de detener, nuestros pasos no avanzan, Traz quiere tomar mi mano pero una descarga nos recorre a ámbos, tan fuerte para él que incluso lo lanza al suelo. Yo, sin embargo solo sentí un pequeño aguijonaso.

Veo algo borroso junto a Traz, luce como su reflejo pero vestido distinto, como si perteneciera a otra época, sus anchos hombros se hallan cubiertos por una capa principesca con anchas hombreras de un azul profundo que resaltan aún más sus masculinos razgos, mandibula perfilada, nariz perfectamente ancha y pómulos altos. Orgullosos, perfectos. El hombre del reflejo me observa con anhelo, con trsiteza, con desesperación, intenta decirme algo pero, inmediatamento todo a nuestro alrededor regresa a la normalidad.

Observo al Traz real y noto una mirada furiosa, tiene las manos muy juntas, casi como si rezara, tiembla, el sudor corre por su frente y me observa con recelo. Es extraño, parece que frente a mi hubiera otra persona aunque luzca igual. Pasan unos pocos segundos, nos observamos fijamente, los 2 metros que nos separan se sienten como centímetros.

Oigo un murmullo en mi cabeza, en mi memoria, en una parte muy lejana del aquí y el ahora....

-El no, el no es... el no...- el susurro pierde fuerza con cada palabra- Sart....

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