Capítulo 14 parte 2 y3

Liorna

Miraba el vaso con té de toronjil que tenía en mi mano, pensando en lo ocurrido, fue todo un desastre, si no hubiera sido por Dilan estaría muerta; fue impresionante ver lo pelear de la forma que lo hizo, era difícil creer que con el entrenamiento que recibió hace poco, pudiera haberle dado tal nivel y desenvolvimiento en la batalla, definitivamente debió ser el poder de la reencarnación que se encuentra dentro de nosotros.

-¿Cómo estás? Preguntó Dilan acercándose a mí.- estoy bien gracias a tí. Pronuncie con una mirada bastante airada, pues tenía que reconocer que no me gustaba ser a quien salvaban, no soy tan débil, esto hirió un poco mi orgullo.

- lo dices cómo si te doliera que lo hubiera hecho; pero para mí fue un gusto salvar tu vida. - Gracias, pero prometo devolverte el favor, no me gusta estar en deuda con nadie.- yo no soy cualquier persona, quédate tranquila sabes mis sentimientos hacia tí, y prometo hacer lo mismo cuantas veces se ha necesario. Se quedó mirándome a los ojos tan dulcemente que me perdí en ellos en cuestión de segundos, mi cuerpo reaccionó solo y colocando mi mano suavemente en su rostro y acercándolo al mío, fundimos nuestros labios en un beso que hizo vibrar todo mi cuerpo, hasta que sentimos a alguien venir por el pasillo, separándolos abruptamente sin decirnos una sola palabra.

Era Raquel que venía precipitadamente a darnos una noticia que no esperábamos.

-chicos debemos prepararnos, según fuentes internas Jorge piensa en atacar la cárcel de máxima seguridad, y si eso pasa liberara miles de presos muy peligrosos, la guardia piensa en lanzar un contraataque para poderlo tomar por sorpresa, ustedes deben ir a la frontera para restaurar la parte de la barrera que está rota, aunque va a ser peligroso, no lo será tanto ya que Jorge no va a estar ahí.

Esto me recordó a las visiones que tuve aquel día, estaban siendo cumplidas, pero tenía la ligera impresión de que esto no era exactamente lo que debíamos hacer, mi padre no era tan descuidado como para abandonar el punto que ya tenía ganado y donde más poder tenia, pues estaba rodeado de todos sus súbditos y los monstruos de piedra que había invocado, irse a otro lugar sería una gran desventaja.

comenté esto a Dilan en privado, advirtiéndole sobre el riesgo que corríamos en ir , pues estaba casi segura que era una trampa, así que decidimos ir nos preparados como un plan individual el cual no fuera enterado por los demás, pues seguramente había algún infiltrado en nuestras tropas, porque era muy raro que supieran exactamente donde estábamos en el primer ataque y ahora llegaba privilegiada información, alguien nos estaba traicionando, y no íbamos a darnos el lujo de confiar en nadie más.

Parte 3

Partimos con el grupo que se dirigía a la frontera, al pasar por las calles de Rondes me di cuenta que todas las casas estaban vacías, habían huido a las montañas protegiéndose de lo que llamaban ellos el fin de nuestro mundo, pues jamás se había roto la barrera, desde su creación.

Al llegar al punto previsto, se evidencio que estaba poco protegido, solo unos cuantos magos y monstruos de piedra, que intentaban en vano romper los obeliscos que controlaban la otra parte de la frontera que nos comunicaba con el mundo de los humanos.

como pudimos no escabullimos de los demás, tratando de no quedar tan cerca de lo que podría ser el blanco para un ataque sorpresa, habíamos decidido esperar a ver qué pasaba, pero un fuerte ruido de baja frecuencia como el que habíamos experimentado en nuestra pelea, nos perforo los oídos haciendo que todos cayéramos al piso, este sonido atronador venía acompañado para nosotros con ciertas visiones y un dolor diferente, pues este sonido era el llanto del alma de la persona encerrada en ese obelisco, su pedido de auxilio era tan fuerte que se resistía a dejar de gritar, nos miramos y pensamos que esto no podía continuar, y con nuestro oídos sangrantes sin importarnos nuestros enemigos que seguían tirados en el piso. Hicimos lo que las visiones nos mostraban, pusimos las manos en el obelisco y gritamos las palabras en un idioma que ni en el mundo mágico era conocido, soltando al instante una ráfaga de luz que nos segó por un instante.