Asfixia, ese sentimiento de ahogo. De opresión.
Que sin querer hace que mis palabras sean duras y frías. Que sin quererlo, destruyen en segundos o se incendia el momento.
Me nubla el estrés y me ciega.
No tengo conciencia de lo que hago o digo.
La gente a mi alrededor se harta de mi. Pero no entienden que necesito mi espacio para dejar de lado esa opresión.
No quiero ser cortante ni brusca con nadie. Cuando estoy de esta forma, las palabras sólo se escapan, no tienen control de si mismas.
A veces trato de sonar lo más calmada posible pero las palabras se deforman y se afilan como dagas para apuñalar al corazón más noble.
La gente cambia su expresión ante mi. No los juzgo. Yo tampoco soportaría tal comportamiento.
Sin embargo quiero que alguien pueda entenderme. Alguien que pueda saber como tratar conmigo en esas situaciones pero...
¿Y si igual sale herida?
¿Y si se aleja de mi?
Creo que es inevitable.
Nadie podría comprenderme, y mucho menos cuando mi actitud es insoportable.
Es algo inevitable.
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Editado: 15.05.2020