Sinfulness

Κεφαλαιακές αμαρτίες 
(Pecados Capitales)
 

Cuando Prometeo fue objetivo de castigo debido a su traición contra Zeús al robarle el fuego y devolverlo a lo hombres. Zeús creó a Pandora con ayuda de Hermes, Atenea y Afrodita otorgándole belleza, seducción, mentiras y un carácter cambiante para enviarla como penitencia al Titan. 

Pandora no sólo tenía una personalidad oscura sino que también   se le había encargado entregar una caja. Pronto, ella en su viaje, se encontró con Epimeteo, el hermano de Prometeo, y quedando atontado por ella ignoro toda advertencia de su hermano de recibir objetos extraños. Aunque Pandora, bajo su curiosidad, abrió la caja antes de entregarla, liberando toda maldad en el mundo, quedando sólo la esperanza al fondo de la misma.

Esta es la historia de la caja de Pandora. Pero en los archivos oscuros y profundos que escondió el Olímpo fue que no sólo estos males se propagaron por la tierra cual viento o mosquito buscando sangre sino que de esos perjuicios se formaron siete entidades con los vicios más despreciables del mundo, como la viva experiencia de lo que existía en el inframundo.

Tenían características mortales pero la capacidad de corromper a un hombre eran igual de inmensos como lo eran los titanes. La pequeña e inofensiva acción de Pandora había oscurecido al mundo bajo pecados incontrolables. Era la creación de nuevas extrañas figuras mitológicas que se nombraron como Κefalaikés Amartíes.
 

Lampsi, era el nombre del primer ente. Se caracterizaba por inducir el deseo desordenado por la comida y la bebida, aún sin tener hambre, y la obsesión por otro tipo de objetos específicos. En sus ropas, el color rosado era presente, representando al vicio incontrolable, las falsas ilusiones  y las fantasías. Era el pecado capital de la Gula y siempre llevaba consigo un racimo de uvas junto con vino.

El segundo del grupo era la tristeza del alma, el ente que provocaba la falta de esfuerzo físico y espiritual. Lathos, hacia su papel como el pecado capital de la Pereza que representado en su vestimenta, el azul era el ideal, mostrando la holgazanería y siempre se identificaba debido a su colgante en forma de luna, su cetro de la misma figura y su almohada siempre traía consigo en su mano derecha.

El pecado capital de la envidia era Envy, caracterizado en sus ropajes que se marcaba como si las esmeraldas se aprovecharán de él. El color verde era el tono que transmitía la mismísima envidia, esa tristeza por la buena fortuna de los demás. Su peculiaridad se basaba en que sus ojos estaban vendados pero semidestapados para transmitir la frase de: "Envidiamos lo que vemos".

En el cuarto lugar Psevdaisthiseus, un pecado más allá del entretenimiento o regocijo. Un pecado que tenia un deseo desenfrenado por el placer sexual. La Lujuria simboliza el color rojo en su atuendo personificado la pasión, la seducción y la provocación mientras que la manzana roja que sostenía en su mano aumentaba con afán desordenado el deseo. Un pecado  que los hombres vieron como el más deleitoso de todos.

La Ira tenía por nombre Mavia, el ente que llevaba siempre su emoción más fuerte al límite donde su enfado podía llegar a ser violento como todos los desastres naturales juntos, que la erupción de un volcán o que el ataque  de un enjambre de abejas africanas cuando se le es molestado. Es por ello que estaba lleno de cadenas que recorrían todo su cuerpo y llevaba un arco como símbolo de su pecado. Su rojo naranja indicaba lo cambiante que era y los pequeños rayos negros lo cruel que podía llegar a ser. Si algún hombre debía tener miedo de encontrarse con alguno de estos entes, el encontrarse con Mavia sería lo ultimo que desearían.

Otro deseo más aparece, sopla la vela haber si lo puedes obtener. Este deseo desordenado por los bienes materiales o las riquezas. Anchós con sus colores dorados y amarillos son la viva imagen de la avaricia, toda la acumulación de esas riquezas. Su condición lo llevo a representarse con joyas, mapas y un cetro real. No se interesa por nadie o nada solo por lo que tiene y obtiene.

Y el último de las entidades es la Soberbia. Exairetikó presenta una actitud o sentimiento de superioridad frente a los demás, pasando por ellos sin importar a que costo, centrándose sólo en él. Su vanidad resalta al igual que su atención, es muy llamativo por eso el violeta es su matiz. Mantiene en su mano izquierda un espejo y consigo un escudo real.

Ese es el septeto que compone los males y vicios de la caja de Pandora. Todas esas entidades al tomar forma similar al del hombre se dispersan por el mundo. Cada hombre que se encontraba con alguno llegaba a ser corrompido de cabeza a pies. Era como una maldición andante que atacaba a cualquier persona si su corazón y espíritu eran lo suficientemente débil.

Los pecados con su belleza y sus atributos lograban enfermar a la persona espiritualmemete, alimentándose ellos de sus Buenas energías que ellos poseían para así seguir existiendo.

Aunque luego estos males decidieron viajar al Olímpo causando infinidad de desastres, e intoxicando a Dioses, Semidioses y Criaturas Mitológicas.

Zeús al darse cuenta de su error intentó dar una solución inmediatamente. Creó una caja más grande y los encerró a los siete allí. El sello de esa nueva caja era la esperanza sobrante de la de Pandora, haciendo que las figuras mitológicas malévolas se esfumaran pero lo que se elimino fueron sus cuerpos más no su esencia pues esta quedó presente, logrando escapar y convertirse en los malos comportamientos de la humanidad. Sin embargo, el sello de esperanza les prohibía la entrada al Olímpo y la capacidad de implantarse en cada hombre para si luchar con voluntad contra estos pecados capitales.

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