Principalmente debería de empezar agradeciendo a mi madre por haberme regalado un payaso de juguete el cual si enterré con mi primo junto a otros juguetes, éramos realmente hiperactivos (jajajaja). Y bueno, gracias a esto mi muñeco nunca apareció y mi mamá me regaló exactamente el mismo muñeco que consiguió cuando estaba afuera de la ciudad, y sí, era el único de esa tienda.
También agradecerle principalmente a mi profesor Yamiro Pantoja, cabe destacar que es un gran escritor y el fue (con una de sus tareas de castellano) el que me inspiró a redactar estos hechos que me habían ocurrido, y como a él le gustó tanto he decidido adaptarlo y extenderlo un poco, convirtiéndolo en un cuento. Él fue el que me ha ayudado a corregirlo, así que todo esto se lo debo prácticamente a él. Muchas gracias profe.
Editado: 03.05.2020