- ¿Como que en hospital?- pregunte sorprendida.
- Te explicó en el camino, ahora vamonos que tenemos 1 hora de camino- me dijo Damon tomando mi mano y sacando me del lugar.
- Ahora si me dices- dije cuando ya estábamos dentro del auto.
- Tu mama me llamo y me dijo que tú papá tuvo un accidente -dijo mientras encendía el auto y se ponía el cinturón.
- ¿Cómo?- pregunte casi llorando.
- No entendí bien, pero creo que tú baste conducía ebrio- dijo.
- yo sabia- dije en susurro- sabía que esto iba a pasar en algún momento- dije ahora más fuerte.
Tomé mi celular y encontré varias llamadas perdidas de mi madre, al parecer tenía el celular en silencio le marqué de vuelta .
-Arline- dijo mi madre con la voz quebrada.
- Mamá ¿Cómo está?- pregunte preocupada.
-Arline el... El...- no termino de decir ya que rompió en llanto.
- Mamá, tranquila ¿Cómo está?- volví a preguntar.
- El no pudo, no lo soportó- dijo con la voz quebrada.
- ¿Me estás diciendo que el... Está muerto?- dije sin poder creerlo.
- si- dijo y volvió a romper en llanto.
Yo no dije nada, no sabía cómo reaccionar, el me hacía la vida miserable, pero a pesar de todo era mi padre, yo lo quería.
-Arline- me llamó mi madre pero yo no respondía.
Sentí que me quitaron el celular de la mano.
Damon hablaba con mi madre, yo estaba muy ajena a lo que hablaban, mi mente estaba en cualquier otro lugar tratando de procesar lo que estaba pasando.
-Arline- dijo Damon- Arline lo siento mucho- mire a la ventana y pude ver la luna reflejada en el agua del mar.
- ¿ Puedes parar por favor?- pregunte tan tranquila que ni yo me lo creía.
Damon paro el auto a un lado de la carretera.
-Arline habla conmigo- dijo, yo ignore lo que dijo y baje del auto. Una brisa fresca dio en mi rostro. Caminé hasta la orilla donde se podía apreciar más el mar- ¿Qué haces Arline?- lo volví a ignorar, pero lo escuchaba llamarme.
Soy débil, esas eran las únicas palabra que aparecian en mi mente en ese momento.
Cada vez me acercaba más a la orilla del mar, no crean que habíamos parado en una playa, no, estábamos en rocas, los rompeola.
Seguro aquí no es tan ondo o tal vez si, no lo sé, lo único que se es que al final habían piedras que me ayudarían con lo que iba a hacer.
-¡No!- grito Damon, pero yo ya había llegado al punto donde no escuchaba nada ni a nadie, mis oídos solo escuchaba el sonido de las olas, cuando estuve lo suficiente cerca de la orilla, apunto de saltar, sentí unos brazos rodearme desde atrás y alejarme de la orilla.
- ¡No! ¡Necesito hacerlo! ¡Déjame! ¡Suelta me!- decía y pataleba intentando soltarme. Seguro parecía una loca.
Me llevo devuelta al auto y como pudo abrió la puerta de atrás del auto y me entró en el.
- ¿Qué pensabas?- dijo Damon al borde del llanto- ¿Ibas a tírate? ¿Te ibas a matar?- dijo, escuchaba su voz quebrarse con cada palabra que decía- No... No vuelvas a hacer eso- dijo tomando mi rostro en sus manos- Ni lo vuelvas a pensar- dijo y quitó las lágrimas que brotaban por mis mejillas- si te vas, yo me voy contigo- finalizó y cerró la puerta.
El dio la vuelta y entró al asiento del piloto y le coloco seguro a las puertas, estoy segura de que le puso seguro de niño a las puertas a de atrás.
En el camino ninguno dijo nada, yo me acosté y seguí llorando en silencio hasta que me quedé dormida.
-Arline despierta que ya llegamos- dijo Damon mientras me sacudía- Arline- volvió a llamarme y yo me senté en el asiento. Nos quedamos mirándonos sin decir nada.
- Lo... Lo siento- dije.
- No te preocupes- dijo tranquilo- solo no lo vuelvas a hacer.
- Te quiero- dije y lo abrace y el correspondió a mi abrazo
- yo también te quiero- dijo- vamos adentro- dijo cuando nos separamos.
- Este no es el hospital- dije al ver que estábamos en mi casa.
- Tu madre dijo que estarían aqui- dijo.
- Por favor no le digas a mi mamá lo que hice- dije en tono de súplica.
- Lo siento Arline- dijo- tengo que decirle. No puedo correr con el riesgo de que lo vuelvas a intentar.
- No Damon, te prometo que no lo haré otra ver, pero por favor no le digas, si le dices no podré irme a estudiar a Santo Domingo.
- No Arline, se lo voy a decir, ya verás que si podrás irte a estudiar, pero primero está el que estés bien- dijo y yo me resigné.
Entramos a la casa y lo primero que vimos fue a mi madre en el sofá llorando.
-Mama- dije tirando mi cartera en algún lugar del suelo y me acerque a ella y la abrace.
- Hija- dijo.
- ¿Y mi hermano?- pregunte.
- Está en su habitación- dijo.
- ¿Cómo está el?-
- Ahora está tranquilo, está durmiendo- dijo- a él le afectó mucho, ya sabes, apesar de que tenían sus cuantas peleas eran muy unidos.
- Ya se-dije.
- ¿ Tu cómo estás?- pregunto.
- Ahora estoy bien, creo- dije y miré a Damon quien nos miraba en silencio desde el otro sofá- ¿Y tu mami? ¿Cómo estás?- pregunte y ella volvió a llorar- ya tranquila- dije y la volví a abrazar.
- seguro estás cansada, deberías irte a descansar- dijo mi madre- ¿Te quedarás Damon?
- Si, no pienso dejar a Arline Sola-dijo.
- Está bien, yo iré a descansar. Mañana será el funeral- dijo mi madre y subió las escaleras.
- Gracias por no decirle- le dije a Damon.
- No Arline, si le voy a decir, pero creo que este no es el momento- dijo.
- Está bien- dije y solté un suspiro.
-Vamos arriba- dijo y me tomo del brazo, llevándome a la habitacion- Date un baño para que te relajar- me dijo, más bien me ordeno.
-Claro- dije y caminé a mi armario a buscar mi pijama.
-Voy a ver a tu hermano- dijo y salio de la habitación.
- Lo siento- dije para mí sola cuando Damon salió.
Busque el cuter pero no lo encontre. Vi encima de mi gavetero y encontré mi cuaderno abierto, es el cuaderno donde escribo cada vez que me siento triste y sola.