Herederos

Capítulo 1.

En momentos como ese lo recordaba a él, su caballero adorado, parecía tan lejano, aquellos momentos juntos, cuando lo buscaba estaba a su lado, siempre en todo momento, muchos reían al verlos, le llamaban su sombra, pues siempre estaba detrás de ella, y ella era infinitamente feliz por eso, no solo la protegía, la adoraba, la consentía en todo, ese amor desmedido, era lo que más extrañaba, nadie le había mostrado amabilidad, extraña ese sentimiento, ese feliz recuerdo, de sentirse protegida de todo, siempre en cualquier situación, tenerlo a su lado, dándole calor y consuelo, ese sentimiento tan cálido y hermoso, de saber que siempre estaría con ella y para ella, sin importar que, ahora recodaba esos momentos, con lágrimas en sus ojos, que pensamiento más ilusos, una vida tan lejana, un llamado a alguien que no está, algo tan inusual, tan inútil como gritar, cuando sabes que estas demasiado lejos para que tu voz llegue a sus oídos, por más que quisieras, está lejos, cuando sientes ese sentimiento, de saber que la felicidad esta tan cerca, como tan lejos sientes en tu interior, que todo se desmoronaba pero, debía seguir adelante, por sus hermanos, y por él sabía que él, él estaría, culpándose, siempre lo hacía, ella siempre se cuidada, de que ni una espina la pichara, pues él se sentiría culpable, nada que le pasara era demasiado pequeño para él, sabía que él, se preocupaba de manera increíble , por ella, solo por ella, él podía estar desangrándose, y si ella tenía un solo rasguño, a él le parecía más grave, alarmante incluso desesperante el rasguño, aunque él estuviera muriendo, se conocían de toda la vida, él siempre la adoro, ella lo sabía, siempre lo veía observándola través de las cortinas, era tan lindo y tímido, ella lo observo también en silencio, era atormentante, ambos demasiado tímidos para acercarse entre sí, no fue hasta que él se convirtió en un caballero real, que su relación se afinó, con la perfecta escusa estuvieron juntos siempre, comenzaron a hablar de todo, su vida era perfectamente conocida para el otro, pero cada vez se conocían más a fondo, Tasia extrañaba esos momentos hermosos que vivió alguna vez, pero ahora era todo diferente, Tasia paso todo el día pensando en eso, mientras limpiaba las habitaciones de la posada y cocinaba la comida, luego adelantaba la cena, encendía las velas, hacia la compra, horneaba pan, galletas, payo, tortas, cosía la ropa de los huéspedes, que su hermano Finn, había lavado, antes, el la ayuda en sus deberes, sobre todo en los pesados, que a pesar del tiempo, no lograba hacer, que eran en su mayoría los de fuerza física, el también cuidaba de Tim, el tiempo en el cual este pudiera estar solo era escaso, su enfermedad los afligía a un grado desconocido antes, temían dejarlo solo pues podría sufrir otro ataque y podría ser mortal, Tasia había aprendido algo del uso de las plantas medicinales, pero no era suficiente para controlar la enfermedad de su hermano, mucho menos curarla, pero servía para otras cosas, como sus propias dolencias, pues nunca antes había pensado como un lujo estas enferma ni siquiera paso por su cabeza, le gustaba estarlo pues era la única forma que él, durmiera a su lado velándole el sueño en todo momento, pero siempre terminaba preocupándolo demasiado y ella se sentía terrible, ahora si enfermaba, tenía que trabajar si no lograba levantarse no comerían ella ni sus hermanos, todo el tiempo que conllevara sanar era un privilegio que no podía permitirse, tan lejano a lo que una vez fue, esta era una vida en la cual cada cosa era un lujo que no se podía permitir, escuchaba en sonido de caballos, seguramente de caballeros llegando a la ciudad, antes ella corría a observarlos con la esperanza de que él, estuviera entre ellos, pero nunca lo estaba el no compartía sus misiones con nadie, su confianza en todos era nula, y después de todo lo que paso seguramente era imposible que confiara en nadie, verlo era algo imposible, para casi todos los caballeros, más aun para simples campesinos, hace más de un año que dejo que correr para ver, ahora esperaba que Finn trajera noticias, el siempre esperaba ansioso, si alguien tuviera mas fe en el que ella era Finn, el todavía corría con esperanza de verlo, ella lo conocía mejor, el arrasaría el mundo entero para encontrarla, pero nunca pensaría que estaba en lugar más seguro de todo el imperio de Sonmburtria, Ambrosi, la misma Ambrosi que el mismo y ella escrutaron, la misma Ambrosi que ella decoro, el gran palacio de Cristal, era hermoso, ella conocía cada cuarto, cada pasadizo, cada diseño, y sus secretos, ella estuvo todo un año diseñándolo, sus jardines fueron diseñados por él, Ambrosi era un paraíso, Diseñado especialmente para su disfrute, el gran Palacio de Cristal, fue el regalo que obtuvo de su padre por el nacimiento de Tim, Tim quien tomo su lugar de heredero del Imperio, su padre la adoraba él sabía que ella siempre pensó en ser la gran emperatriz, el sentía culpa por que amaba a su hija y un nuevo heredero la molestaría, pero no fue así por mas remordimientos que tuviera el emperador por su felicidad ante un heredero varón, Tasia no sentía resentimiento, o frustración alguna, sentía una alegría única, alguna vez, había le había preguntado a su madre por que su padre y ella se habían casado después de tres años de compromiso, su repuesta fue iluminadora para una joven Tasia de 6 años, su madre era o fue también una princesa heredera, tenía un hermano menor solo por un año, pero cuando se comprometió con el gran emperador Philips, era solo una segunda opción, lastimosamente, su hermano cayó enfermo su estado era crítico y por eso el matrimonio se retrasó, la salud de su hermano no mejoro si no años después, por una cura milagrosa, ese mismo año, en cuanto fue seguro que el príncipe viviría, el matrimonio se realizó, Ariadna Armarello, se casó al fin con el Emperador Philips, luego de tres años de dudoso compromiso, pero el emperador tuvo un hijo exactamente tres meses después de su boda, muchas pensaron que no era una casualidad, que era una muestra de venganza por su parte, pues en aquellos momentos Sonmburtria no era la gran fuerza en la que la convirtió el emperador Philips, el imperio de Armeria, era mucho más fuerte lo cual exigía sumisión por parte de Sonmburtria y del emperador Phillips, por cuestiones del destino la milagrosa medicina del heredero de Ameria fallo, el joven príncipe de Armeria cayó en un estado crítico de nuevo, y el emperador de Armeria quería a su hija de vuelta, esta vez para siempre, la ofensa contra ella era grave, la fidelidad en Armeria era algo muy importante, pues demostraba el carácter, pasión y devoción, una persona infiel, traicionaría incluso a su emperador, por eso era una desgracia caer en las bajas tentaciones de la pasión, la princesa era un gran poder político, mas con la situación de Armeria y su príncipe heredero, las cosas eran tranquilas por el momento pero Armeria quería a su princesa además esta estaba herida, pero enamorada, ambos lo estaban, el poco tiempo que estuvieron juntos fue suficiente para que se enamoraran, ella se sintió traicionada, pero comprendió que aunque no estuvo bien, ambos no se conocían siquiera, lo perdono, la verdad es que las escusas que se dio ninguna le pareció suficiente, fue más un salto de fe, y fue un salto que mereció la pena, su vida fue muy feliz con su emperador, su hermano al final se recuperó, pero era muy cruel, conquisto gran parte de los alrededores, convirtiendo a Armeria en el imperio más poderoso y grande, fue una lástima que nunca tendría hijos quienes heredaran su imperio, por su enfermedad se hizo imposible para el tener hijos, tenía el Harem más grande conocido, fue una pena para el ser de la gran Armeria, sus propios súbditos acabaron con él, ellos nunca aprobarían una conducta así de su soberano, fue una gran revuelta y los propios guardias acabaron con él, su vida termino entre las manos de aquellos quienes una vez le sirvieron con gran devoción, en aquel entonces Tasia tenía ya 4 años, y se convirtió también en la princesa heredera de Armeria, su padre también había hecho crecer a Sonmburtria en esos años, más por protección que otra cosa, pero Sonmburtria se convirtió en una gran potencia, así que ningún imperio se atrevía a declararles la guerra, pero de un momento a otro ambos se vieron unificados, causa de una muerte y un matrimonio de años, y por supuesto una preciosa heredera, el emperador Phillips, tuvo que luchar durante años, para evitar que conquistaran Sonmburtria y Armeria, varios imperio unidos, entonces Sonmburtria conquisto Armeria, lo cual fue más algo aclaratorio y unificador que otra cosa, después de todo ambos pertenecían a la pequeña princesa, años después nació el príncipe, algo que nadie esperaba, y el nuevo heredero del ahora gran imperio de Sonmburtria unido a Armeria, lo cual hizo feliz a la pequeña princesa, después de todo no tenía deseo alguno de poder, pero sí que quería a su adorado caballero con el cual no se podría casar siendo la princesa heredera, así que ella estaba feliz después de todo, su padre les regalo su futuro hogar aunque él no estaba enterado, por eso ella dio todo de si diseñando el palacio de Cristal, un hogar para ambos, quien pensaría que donde debía ser una feliz recién casada, era ahora una molesta intrusa ocasional, y es que pocas veces podía entrar a el gran palacio de cristal, la mayoría de las veces era para llevar una entrega de pasteles de fresas, los mismos pasteles que ella amaba pero, ahora no podía comer, pues uno solo de esos pasteles equivalía a tres días de comida para ella y sus hermanos, a menos cuando pedían pasteles era más dinero para ellos, los que les aseguraría buena comida para varios días, seguro que con la llegada de los caballeros nuevos, en poco tiempo ordenarían más, muchos más, eso era bueno, muy cansado pero muy bueno, para tener dinero todo era bueno, sintió la puerta abrirse era Finn que llegaba junto con Tim, por su rostro sabía bien, que él, su caballero adorado no estaba con ellos, escucho como Tim describía la enorme cantidad de caballeros en entrenamiento que llegaron a Ambrosi, como siempre el niño estaba animado, él también lo sabía, mientras más caballeros, más espacio necesitarían, muchos de ellos, los de más baja categoría terminarían en la posada, pues era la más cercana al palacio de Cristal, era más trabajo, mucho más trabajo, pero amenos era un pase seguro a sus estómagos llenos mientras estuvieran, pues aunque eran de baja categoría, eran muy bien pagados, y eran además caballeros de buena familia, no simples soldados, hasta el más bajo de ellos era de la familia de un noble, seguramente de algún Barón, para que los descartaran a las últimas tropas para entrenar, o un hijo de muy baja importancia un cuarto o quinto hijo, tenía muchos problemas, después de todo los que menos rango tenían, mas presumían de él, después de todo solo era cuestión de conocer a quienes te superaban en mando, para mantener la dignidad, a menos que se tratara de mantener con alguien quien tuviera mayor rango que tú, en ese caso era muy poco probable que saliera bien librado, todo era cuestión de jerarquía y quien más que ella sabría de eso, después de todo ella tenía la mayor de todos, menos de su hermano menor Tim, pero él siempre la obedecía, ni su tío tendría autoridad sobre ella, jamás.




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