Hotaru inclino un poco su rostro al ver la reacción de Mariana.
—L-lo siento— Mariana se sonrojo, reacomodándose en la cama y tratando de limpiarse de la forma más disimulada posible a lo que Hotaru le tendió un pañuelo de forma disimulada que no tuvo más opción que tomar.
— ¿Q-qué haces aquí? ¿Regodearte?— Preguntó Mariana, mirándola de forma sospechosa.
— ¿Eh? Yo no…—Comenzó la chica, levantando ambas manos.
—La verdad es que no puedo creerte— Afirmo Mariana, interrumpiéndola de mala gana— Y tampoco esperes que salga contigo de ninguna forma, yo tengo novio y es preferible a una chica loca que…
— ¡Yo…!— Hotaru alzo la voz, sorprendiendo a Mariana— Solo quería saber si estabas bien por tu pierna…
— ¿Mi pierna?— Preguntó ella, mirándola sorprendida y entones se destapo, mostrando que ya no tenía ninguna herida— Bueno, las heridas no soy serias casi nunca ¿Sabes? La tecnología...
—Ah, entiendo si, como ya podemos hacer eso…— Hotaru se mostró avergonzada.
— ¿Necesitabas algo más?—Pregunto Mariana, menos irritada pero aun tratando de entender la verdadera razón por la que se había molestado en buscarla en la enfermería. Entonces se dio cuenta de algo— ¡No deberías estar aquí si ganaste! ¿Y los otros combates? ¡Podrían…!
—No le digas a nadie pero use mi poder un poco— Dijo la chica, guiñándole un ojo.
—Pensé que habías dicho que no lo usarías en cosas oficiales y serias— Mariana alzo una ceja en su dirección.
—Y no lo hago… Nunca— La chica se mostró avergonzada—Solo fue esta vez porque estabas sangrando mucho y me preocupe, eso es todo. Hasta cierto punto me sentí responsable.
—Ya veo— Mariana no podía comprenderla— Pues… será mejor que te vayas antes de que te encuentren aquí ¿No crees? Te descalificaran enseguida.
—Sí, tienes razón— Hotaru se quedó en su lugar, mirando a todos lados.
A Mariana de verdad le costaba entenderla.
— ¿Y qué necesitabas?— Volvió a preguntar, llamando su atención y sonrojándola— Si realmente te preocupe, no necesitas hacerlo, estoy bien y si te soy honesta, no quiero recibir lastima de mi rival…
— ¡No lo hago por eso!— Hotaru se puso de pie bruscamente— Me sorprendiste en el combarte ¿Sabes? ¡De verdad! Te libraste de mi control usando tu herida y creo que nadie había llegado a tal grado. Muchos ni se dan cuenta y los que se dan cuenta, casi nunca se resisten o recurren a cosas menos dolorosas que no los salvan por mucho tiempo.
—Me lastime mucho y no sirvió de nada, de todas formas…
—Bueno, aguantaste más que otras personas— Dijo la chica con cierto orgullo— Aprovechaste muy bien el tiempo de confusión y el dolor de la herida para mantente fuera de mi control.
— ¿Así que tenía razón? Lo sospeche en cuanto no usaste tu poder después de que yo misma me lastimara sino hasta que estuviste segura de usarlo ¿Verdad?— Preguntó Mariana de regreso, mirándola con una ceja levantada.
—Bueno, sabía que no funcionaría así que solo espere a que las hormonas en el aire fueran las suficientes como para que te afectarían si o si— Comentó la chica— Y cómo te estabas debilitando, tarde o temprano caerías.
—Parece que no estaba tan delante de ti como pensé— Admito Mariana.
—Yo… Por eso pensé que eras fuerte y lista, también valiente, de verdad me sorprendí— Dijo la chica, de nuevo con energía que poco a poco se perdió.
—Ya veo, muchas gracias— Dijo Mariana, agradecida de que sea honesta aunque no podía evitar sentirse inferior.
—Bueno, yo… Quería preguntarte si podíamos… ¡Ser amigas!— La chica se inclinó hacia Martiana con una mano extendida mientras sus cabellos caían alrededor de su rostro— Entenderé si dices que no…
—No entiendo de que hablas— Mariana no pudo evitar mirarla extrañada y un poco incomoda debido a la seriedad del acto— O sea si podría ser tu amiga pero… Ya puedes levantar el rostro, de verdad, me avergüenzas un poco que hagas eso…
— ¡Muchas gracias!— Hotaru levanto el rostro, despeinándose y mostrándole una gran sonrisa brillante.
—Aunque honestamente no se para que quieres una amiga extrajera— Mariana se encogió de hombros.
—En casa todos me quieren— Hotaru volteo un poco el rostro, dejando su sonrisa de lado— Y no está mal pero siento que muchos de ellos solo quieren algo de mí, fama, fortuna, amor… Y pese a que tengo muchos amigos, siento que no todos son honestos y mientras hablaba contigo, mientras peleaba, pensé que eras honesta, lo vi en tus ojos, entonces…
Mariana recordó que la gente la vitoreo durante el combate pero no entendía el porqué.
—Así que si eres famosa…
—Sí, creo que un poco…— Hotaru esperaba que eso no cambiara su forma de verla, sobre todo si la reconocía. Casi se sintió temerosa.
—La verdad es que no te conozco— Mariana se quedó pensativa— ¿Cantas? No escucho música extranjera ni consumo cine, salvo quizá las películas viejas del rey de los monstruos, ya sabes ¡Me encantan! ¿Las has visto?