Capítulo 6

Cinco meses en dónde ese pibe se volvió mi mundo, mi todo, el amor de mi vida, la persona más importante para mi.

Gracias a él pude volver a ser la misma niña de antes y aunque aún no lo he conseguido completamente o tengo mis momentos de recaída intento cada día ser yo nuevamente. Gracias a él conocí el amor de la manera más fugaz e inesperada posible. Me enseñó a confiar, a creer en mí, a luchar por esos sueños que anteriormente tenía, me enseñó que por más fuerte que sea la tormenta en algún momento pasa, termina, vuelve a salir el sol. Que lo inesperado de la vida es lo más fuerte, algo que llega sin siquiera haberlo pensado.

Él llegó a conocerme incluso más que yo misma, estuvo presente cada momento incluyendo los peores. Por primera vez sentí que alguien me quería, que alguien me cuidaba, que en verdad se preocupaba por mi. Se interesaba en los pequeños detalles, en cómo había estado mi día o si había dormido bien. 

Yo siempre intenté ser lo qué él era para mi. Cada día le recordaba lo importante que se había vuelto en esos meses. Teníamos una confianza enorme, podríamos hablar de absolutamente todo, lo que fuera. Estuvo cuando reí, cuando lloré, me vió como niña pequeña pero también cuando cumplía algo que me iba proponiendo. 

Aunque no lo supiera él se volvió mi ejemplo, mi fuerza, mi esperanza de seguir luchando. 

Por mi.

Por él.

Por nosotros.