El destino es impredecible. Nunca sabes lo que va a pasar. Los seres humanos tenemos metas, ilusiones y sueños. Nos centramos tanto en haveelos realidad sin ponernos a pensar en lo que ocurrirá si no lo logramos.
¿Para qué hacer planes?
Lo mejor es vivir cada instante como si fuese el último. Atreverse a sentir. Al inicio puse:
¿Por qué la realidad no podía ser tan sencilla como lo eran los libros o las películas?
Y es que el dolor, la pérdida también son sentimientos. Porque solo quien ha sentido el dolor más profundo es capaz de sentir la felicidad de una manera tan completa. Porque nos hace falta caernos para poder levantarnos. Porque nos hace falta llorar para aprender a reír. Porque no hay dolor que no pueda ser curado, ni herida que no termine de cicatrizar. No hay noches sin que al día siguiente salga el sol o inviernos que sean eternos. No existe el amor sin el dolor, o la felicidad sin tristeza.
¿Acaso esto quiere decir que las cosas no existieran sin su opuesto?.
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Editado: 18.11.2022