Hermosa Irreverente

《Señal de humo》

Cap 11

Renata

Debo admitir que cuando vi que publicó las fotos en su cuenta de Instagram me fue imposible no sonreír y no fue precisamente porque nos veíamos bien, más bien fue por el hecho de que él tomara la iniciativa de hacerlo.

Recuerdo que siempre le tenía que decir a Galilea que publicara una foto de nosotras y lo peor era que también le decía que poner en la descripción de esta.

Se siente tan diferente que alguien lo haga porque quiere, sientes que le importas, te sientes especial y aunque sé que esos sentimientos no provoco en él, el simple hecho de que lo hiciera me gustó.

La descripción de la foto, es la siguiente: "¿Acaso podría pedir más después de encontrarte?" aunque no entiendo muy bien a que se refiere, es linda la frase.

Supongo que puso eso porque se supone que en la boda de su prima ante todo el mundo éramos novios, porque algo así no sé lo dedicas a alguien que no te importa, sentí como si lo hubiera escrito porque lo sentía, pero siendo sinceros como me va a dedicar esas palabras, apenas me conoce, es ilógico.

Su pregunta me toma por sorpresa. ¿Cómo que ser su modelo? ¿Acaso está loco? ¿En serio me estoy preguntando eso?

Por favor, ¿quién se cree? Lo más seguro es que se haya metido al curso de fotografía solo para...

«Renata, por favor, tú crees que el haría eso solo por ti, no seas tonta, apenas te conoce»

No pienso caer en su juego, lo más probable es que quiere que sea su modelo para seducirme, imagínenme ahí en ropa interior tomándome fotos, no, no, no, no, no lo voy a permitir.

―Renata ―hace un ademán de manos para que lo vea ―¿Estás bien? —asiento ―Entonces... ¿Quieres ser mi modelo?

«¿Así o más descarado el muchacho?»

En esta actualidad, hay muchos trucos para seducirte y estoy aprendiendo, pero que ni crea que yo voy a caer en su juego del fotógrafo y la modelo, ¿será que es su fantasía sexual?

―Las fotos son espontáneas, otras deben tener diferentes emociones, algunas en momentos especiales ―explica ―debo captar la esencia de la persona ―me mira ―como prueba final, pidieron que tomamos fotos como si vendiéramos un producto, ropa, maquillaje, zapatos, accesorios, lociones, comida o lo que sea.

―¿Personas con ropa? ―me mira sin entender lo que digo ―me confundí.

—No, no te preocupes, yo puedo tomarte fotos sin ropa y guardas solo para mí.

—Idiota.

—Fuiste tú quien lo mencionó.

—Ya te dije, me confundí.

—Es curioso como esa cabecita vuela con cada cosa que digo, tu inconsciente te delata, Ranita.

—¿En qué estábamos?

―Bien, finjamos que no dijiste nada. ¿Quieres ser mi modelo?

―No, la verdad es que no me interesa.

—¿Te interesa si te hago una sesión de fotos sin ropa?

—Eres un idiota, ya te dije que me confundí.

—Bien, pero la oferta queda abierta, si tú mañana, en dos años o tres lo quieres, yo estoy disponible, no tiene vigencia.

—Lo tendré en cuenta.

La verdad es que soy una mal pensada, yo pensando que me quiere para otra cosa, pero al parecer no.

Me lleva a mi casa cuando apenas se empieza a ocultar el sol, decido llevarme a Diego, conmigo, de todas formas en el caso de que la directora me vigile la mandaré a la cárcel.

Me despido de él con un leve movimiento de mano, le agradezco por haberme traído y entro a mi casa, aprieto el interruptor y prendo las luces, al parecer no hay nadie y yo que quería que me viera mi mamá para decirle que fue su culpa que no le avisara.

Inmediatamente voy a mi cuarto, abro la puerta y me acuesto en mi cama dejando salir todo el aire que había guardado.

―¿En dónde estabas? ―me levanto de inmediato y me encuentro con el rostro de mi madre, está parada en el umbral de la puerta ―¿Y bien? ―me siento en la orilla de la cama.

―Estaba con el Idiota ―mi madre niega molesta.

―No me gusta que le hables así, cada persona tiene un nombre o un apodo.

―Lo sé y el de él es Idiota, es de cariño.

―Renata, ¿qué hacías con él? ¿Por qué no me avisaste?

―Pues necesitábamos ponernos de acuerdo sobre Diego ―tomo a mi hijo entre mis brazos ―al parecer somos padres y hablamos de horarios de visitas, pensión alimenticia, con quien pasará vacaciones y el fin de semana ―miento ―eso de tener hijos es horrible.

―Dímelo a mi ―comenta divertida ―hablando en serio —camina hacia mí y se sienta a un lado ―¿Se tardaron tantas horas hablando de su hijo?

―Por supuesto que no, también hablamos de nosotros y me enteré de muchas cosas.

―¿Cómo cuáles? ―pregunta interesada en la respuesta.

«Pues...besa increíble y eso que no probé sus labios»

«¿Qué estoy diciendo?»

―Pues... al parecer estudió la preparatoria abierta y la terminó en un año.

―No me contestaste, ¿por qué no me avisaste? ―este es mi momento.

―Pero si te avisé ―me mira confundida ―te mandé una señal de humo, ¿no la viste?

―¡Renata! ―levanta un poco la voz.

―¿Y cómo querías que te avisara? ―pregunto fingiendo molestia ―te recuerdo que no tengo celular, además yo si te avisé, hice una señal de humo, pensé que te había llegado ―me mira furiosa ―uno ya no puede confiar en las señales de humo.

―¡Mira Renata, no estoy para juegos! ―me advierte ―estás castigada ―sentencia.

―¿Me castigas porque no recibiste mi señal de humo? ―cuestiono incrédula ―no es mi culpa que no te haya llegado ―me defiendo ―si quieres para la próxima busco otra cosa, no sé, te mando un mensaje en un globo terráqueo como en Candy Candy ―toca su cabeza con ambas manos, está perdiendo la paciencia ―tal vez si yo tuviera un celular... —sonríe.

—Si ese es tu objetivo, olvídalo, no te voy a dar, ese va a ser tu castigo, otro año sin celular.

―¡Que! ―debe estar bromeando —más años sin celular, ¿acaso quieres que me suicide, ¿ah?

—Diso mío, ¿dónde está tu padre en este momento? —susurra mientras niega, toma un poco de aire y me mira ―¿Quién se quita la vida por no tener celular?



#1740 en Novela romántica

En el texto hay: humor, romace, amor

Editado: 16.08.2024

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