Carné de piloto de Jean Farak, perteneciente al 'Escuadrón Antifascista Malraux'.
"Rogad en caridad por el alma de las tres hermanas, Antonia, Magdalena y Mercedes Muñoz Martí, víctimas del bárbaro bombardeo". La esquela se publicó el 11 de junio de 1937 en un diario de Palma. Esta ciudad fue la segunda -después de Córdoba- más atacada por los republicanos durante la Guerra Civil. Los libros de Historia pasan por encima del macabro episodio pero ahora, justo 80 años después, podemos saber quién las asesinó y qué pasó con aquella familia.
Antonia, Magdalena y Mercedes eran muy jóvenes. Tenían 23, 18 y 7 años, respectivamente. Formaban parte de una familia muy grande. En total eran siete hermanos. Mercedes -o Merceditas, como la llamaban- era la más pequeña y todos estaban pendientes de ella. Iba al colegio de las monjas de la caridad, muy cerca de casa, y en el camino siempre se quitaba los zapatos. Su madre se enfadaba y ella salía corriendo. Le gustaba andar descalza por esas calles tan estrechas del casco antiguo de Palma. Vivían en la plaza del Pes de Sa Palla, un lugar emblemático en el centro de la ciudad.
En 1937 hacía ya un tiempo que habían perdido a su padre, de profesión zapatero y músico, por tuberculosis. Su madre se llamaba Magdalena Martí Rosselló pero todos la conocían como Madó Magdalena, sa lletera. Cargaba ella sola con siete hijos y su único ingreso lo obtenía vendiendo leche en la calle. Una madre coraje de su tiempo. Las hermanas no solían hablar de política. Se interesaban por temas más felices. El padre sí que simpatizaba con las izquierdas. También un tío, el hermano de Magdalena. Era nada menos que Jordi Martí Rosselló, alias el Mascle Ros, un conocido antifascista y director de un diario satírico en Palma.
El nombre de Jan Ferak aparece entre los ases de la aviación republicana española. En varios libros y páginas de internet recuerdan que derribó siete aviones fascistas y fue un héroe de las Brigadas Internacionales. Su historia se mueve entre la verdad y la leyenda, pero una investigación reciente de los historiadores checos Rajlich y Majtenyi ha descubierto algunas mentiras.
La verdad es que nació en 1913 en una familia humilde de Checoslovaquia. Su padre era herrero y pequeño propietario de tierras. Jan se interesó muy pronto por la maquinaria y fue reclutado para el Ejército del Aire. Con 20 años se graduó como piloto militar y lo expulsaron dos años después acusado de robo. Su pasión por volar terminó y se mudó a París, donde conoció por casualidad a un francés que reclutaba pilotos para la Guerra Civil. Su sueño volvía a ser realidad, así que se alistó. Desde entonces, entregó su vida a la lucha antifascista.
Eran siete hermanos. Huérfanos de padre, zapatero y músico de izquierdas, que había fallecido.
Él cuenta en sus memorias que en la defensa de Madrid había derribado tres aviones, pero no fue así. Llegó a España un poco después, en diciembre de 1936, y fue incorporado a la escuadrilla André Malraux al mando de un bombardero ruso tipo Potez 54. Rajlich y Majtenyi han concluido que no hay pruebas de sus siete derribos. En cualquier caso, reconocen que era"osado y valiente", un"joven romántico, inquieto e infeliz, que una vez falló y fue preso del destino". Enseguida probaría su valentía en el cielo de Mallorca.
En 1937, la familia Muñoz Martí vivía relativamente tranquila en la ciudad. Sólo sonaban las sirenas de vez en cuando y todos corrían al refugio que tenían enfrente de casa, a sólo unos 30 metros. Las hermanas mayores (Antonia, Ángela y Magdalena) pasaban mucho tiempo juntas. Les gustaba ir a ver los barcos en el puerto. Les encantaba despedirse de ellos simulando sollozos y agitando pañuelos. Sus familiares aseguran que eran todas muy alegres. Trabajaban cosiendo pantalones y siempre cantaban. Formaban parte de un grupo de teatro llamado Juventud Declamativa Palmesana justo enfrente de su casa.
El 24 de mayo fue la comunión de Merceditas. Prepararon una gran celebración y le hicieron una foto vestida de blanco. Se conserva otra imagen de ella con alas y carita de ángel en la comunión de su hermana Paquita. El 30 de mayo ocurrió algo extraño. Como otras veces, las hermanas se reunieron con las amigas para preparar infusiones. Les encantaba tomar té y charlar. De repente entró en la habitación un borino ros (un abejorro). La tradición dice que si es blanco da buena suerte, y si es negro, da mala. Ese borino era blanco, así que todas se alegraron. Magdalena afirmó:"Tranquilas, esto significa que no nos van a matar".
Cargó en su avión dos bombas de 250 kilos y 30 de 12
Esa noche, en el aeródromo de Lleida, tres tripulaciones de aviadores fueron llamados por el comandante:"Esta madrugada bombardearemos Palma con todo lo que tenemos". Jan Ferak cargó en su avión dos bombas de 250 kilos y 30 de 12 kilos. Tres bimotores despegaron a las 4.00 horas.
Mientras, en un bajo de la plaza del Pes de Sa Palla, la primera que se despertó fue la madre, Magdalena."Ángela, hija, son las cinco de la madrugada, hay que trabajar". Era todavía de noche cuando las dos se marcharon a repartir leche. Aquello las salvaría. Hubo 45 minutos de silencio en la casa y sonaron las sirenas."¡Corred al refugio!", gritaron los hermanos. Se calzaron rápidamente y salieron de la casa. Bernardo, de 17 años, se quedó el último abrochándose los zapatos.