Capítulo IX: Xandarus bajo ataque.

Parte 1

El imperio Olympia es una nación con un inmenso poder militar, no por nada fue capaz de ocupar casi la mitad del continente; la seguridad de su capital es incuestionable, no solamente tiene soldados patrullando en todo momento sino que incluso hay una enorme barrera que cubre la ciudad entera.

Nictelos fue capaz de devastar la ciudad porque desde un principio ya estaba adentro, pero normalmente sería muy difícil que un enemigo pudiera atacar desde afuera. Sin embargo, ahora mismo ese no parecía ser el caso.

"¡¡FUEGO!!"

Las flechas llameantes cayeron desde el cielo golpeando la tierra como meteoros, la gente corría despavorida tratando de salvarse y a sus seres queridos, la destrucción y el miedo se apoderó de las calles.

10 aves volaban sobre la ciudad, sobre cada una de ellas un jinete con capucha y máscara lanzaba flechas de fuego desde un arco rojo, uno de ellos en particular llevaba un arco con aura más prominente que los demás.

"¿hmm? líder, tenemos compañía" Dijo uno de los encapuchados de repente, el que sostenía el arco prominente miró en su dirección y pudo ver a varios wyverns volando hacia ellos.

"Son la caballería alada, ¡asuman la formación [Halo solar]!" Dijo el enmascarado líder.

Los otros encapuchados comenzaron a volar en círculos verticalmente mientras el líder tensaba su arco, una flecha de fuego se formó en el arco mientras el gran círculo que formaban los otros comenzó a brillar formando un anillo de luz.

"¡Ahí están, deténganlos!" Los soldados volaban a gran velocidad sobre sus wyverns, comenzaron a maniobrar buscando rodear al enemigo.

"Mueran, miserables pecadores" Murmuró el enmascarado líder antes de soltar la flecha, al pasar por el anillo de luz la pequeña flecha de fuego se convirtió en una enorme ráfaga de llamas.

"¡Sepárense!" Los soldados evadieron el ataque con una reacción rápida, pero fue muy lenta en comparación; la ráfaga de fuego alcanzó a muchos hombres y los desintegró en un parpadeo.

"¡Maldita sea, ataquen!"

Los wyverns volaron alrededor del grupo de enmascarados haciendo gala de su increíble velocidad, mientras sus jinetes cantaban hechizos.

Los ataques cayeron sobre los encapuchados, diez soldados lanzaron ráfagas de fuego mientras otros cinco creaban fuertes vientos, las llamas y el viento se combinaron en un enorme tornado de fuego que engulló a los encapuchados.

"¡Los tenemos!"

"¡No, se escaparon!"

Un soldado se percató de que los encapuchados estaban ahora por debajo de ellos en caída libre, habían abandonado sus monturas para evadir el ataque grupal.

"¡No dejen que escapen, formación de ataque gamma!"

"¡¡A la orden!!"

Los wyverns cayeron en picada hacia el suelo persiguiendo a los enmascarados, la magia de viento incrementó la velocidad de caída haciendo que los alcanzaran en unos segundos.

"¡Ahora hermanos!" Gritó el líder enmascarado, entonces todos se deshicieron de sus mantos en medio del aire y presionaron un botón en sus ropas, de repente algo parecido a una membrana de piel apareció extendiéndose desde sus tobillos hasta sus muñecas.

Las membranas de piel frenaron de repente la caída de los enmascarados mientras que los wyverns los pasaron de largo, los jinetes sorprendidos cambiaron rápidamente la trayectoria de los wyverns para detener la caída, pero ahora estaban en una posición muy vulnerable.

"¡¡[Infierno ardiente]!!" Los enmascarados sacaron sus arcos y lanzaron todos el mismo hechizo, lo que parecía ser un pilar de llamas cayó sobre los jinetes de wyvern en un golpe limpio.

A diferencia de antes los que recibieron el golpe no murieron de inmediato, pero recibieron heridas sumamente graves a la vez que cayeron del cielo, aunque no fueron más de diez los que recibieron el ataque de frente.

"¡¿Qué demonios pasa con estos sujetos?!"

"¡¡Acaben con ellos!!"

Los soldados estaban furiosos, estaban siendo burlados por diez personas solamente, era demasiado humillante para ellos. Los enmascarados aterrizaron sobre los tejados de los edificios, entonces el líder miró a su alrededor.