-Estos pasillos se me hacen tan familiares pero jamás he estado aquí- ¿A dónde nos dirigimos?- le pregunte al hombre que está a mi lado pero solo me lanzo una mirada tan penetrante con esos ojos esmeralda y continuo su camino… así continuamos un rato hasta que llegamos a un gran portón adornado de piedras preciosas, parecía sacado de un cuento.
-Llegamos- después de eso toco a la puerta e inmediatamente se abrió la puerta, se observa una gran habitación con una alfombra roja recibiendo a todo aquel que quisiera visitar, al final de esta se ve un par de tronos en el cual se encuentran dos personas, con cada paso que doy puedo observar más claramente a la dos mujeres con un largo y hermoso cabello platinado, unos bellos ojos esmeralda que no puedo dejar de ver, al llegar inmediatamente el hombre a mi lado se reverencio y me pidió que hiciera lo mismo, cosa que obedecí de inmediato- lo he traído como usted ha pedido mi reina.
-Muchas gracias Gabriel, puedes retirarte- el hombre se levanto y camino hacia las puertas cerrándola detrás de él- puede relajarse- se escucho una pequeña risa- ya no está el guardia- al levantar mi vista vi a las dos mujeres que antes estaban en su trono, muy relajadas al lado mío.
-Hermana es él- se escucho la voz de la chica muy animada.
-Tranquila Dabria, no será la única vez que lo veamos- esa frase hizo que un escalofrío recorriera toda mi espalda- es nuestro invitado especial.
-¡oh!- sus ojos se posaron en los míos y desde ese momento no pude separar mi mirada de ella.
-Es un honor conocer a la reina de los ángeles- me reverencie ante ella- ¿a qué debo el honor de ser llamado por la reina? Siendo yo un humilde mago- ellas comenzaron a reírse.
-Dicen por ahí que eres el mago más poderoso de esta era y me gustaría tenerte como aliado.
-Eso será algo difícil… -me pare de nuevo- nuestros reinos están en paz pero no es tan fácil moverse de uno a otro- la más joven de las dos se acerco a mí con toda naturalidad
-Solo te estoy pidiendo que seas mi amigo- se acerco demasiado a mi rostro- no que te cases conmigo- sus últimas palabras, extrañamente, produjeron una rara sensación en mí, se alejo de mi y no pude dejar de observarla- es de mala educación mirar fijamente a las personas- volteo a verme y me mostro la mas encantadora sonrisa… después de eso todo se puso obscuro.
-Poco a poco sentí como mi conciencia comenzó a regresar, podía escuchar un par de voces conversando, una de ellas era inconfundible, Janusz es la persona más caótica que he conocido pero también es la clase de persona que jamás abandona a un amigo, su voz se escucha algo preocupada, espero que no haya pasado nada durante este tiempo… ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? ¿Dónde me encuentro ahora? ¿Quiénes eran esas personas? Necesito respuestas, abrí los ojos, una luz me cegó, así que tuve que cerrarlos nuevamente, comencé a moverme y lentamente abrí los ojos para evitar ser cegado de nuevo, alguien tomo mi mano y hombro para ayudarme a sentarme en la cama, aun no veía claramente quien era pero necesitaba mis respuestas- ¿Qué paso? ¿Dónde estoy?
-Tan típico de ti- por fin logre ver a la voz misteriosa que acompañaba a Janusz.
- Alem no seas así con él, deja que por lo menos pueda patearte a gusto antes de ofenderlo- Janusz comenzó a reír muy fuerte, no puede evitar enojarme un poco, sus tonterías no daban pie a que respondieran a mis preguntas.
-Dejen las tonterías de un lado y díganme que paso- ambos se voltearon a ver, su semblante cambio a algo más serio, podía ver claramente que me ocultaban algo- Janusz- pude ver como su cuerpo se tenso al escucharme- ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué me están ocultando?
-Heros… no lo sé- esa respuesta hizo que me enojara.
-¿Cómo que no lo sabes?- pregunte un poco exaltado.
-Cálmate… cuando nos separamos fui a seguir investigando, de lo cual no obtuve más información, de ahí fui a buscarte pero no te encontré, comencé a preguntarle a todos por ti pero parecía que te habías esfumado, cuando estaba por rendirme apareció Celeste, me comento que te había visto subir las escaleras, fui corriendo a buscarte y me encontré contigo tirado e inconsciente en el suelo.
-Janusz tuvo suerte de que lo viera bajando las escaleras sino seguro ruedan por ellas, deberías bajar de peso, estas muy pesado- comenzó a reírse a carcajadas.
-¿Ya dijeron cuanto tiempo estaremos encerrados?- no lo diría pero me siento nervioso por escuchar la respuesta, tengo que salir lo más pronto posible de aquí sin que nadie se dé cuenta.