c u a t r o

—Dug dug. Dug dug. Dug Dug.—La profesora Kim JiSoo hacía con su boca el sonido de un corazón mientras hacía un extraño movimiento con su pecho provocando que todos en el aula rieran.—Shhh. Cierren sus ojos.—Pidió con voz calmada.—Escuchen su corazón.—JiMin llevó sus manos a su corazón y cerró los ojos aspirando profundamente. 

 —No le hagas eso a mi hermana, a ella no le gusta.—Se escuchó decir a alguien. Pero JiMin estaba demasiado concentrado en sentir en la palma de sus manos el latido de su corazón.

—Shhh...—La profesora mando callar de nuevo.—Sientan el latido de su corazón.—Repitió mientras simulaba el sonido que estos hacían. 

 Y ahí estaba, JiMin sentía levemente esa vibración en su pecho por la cual seguía con vida. Le parecía tan grandioso. De pronto un sonido con una vibración en su bolsillo lo sacó de sus pensamientos. 

 —Joven Park. Salga de mi clase si no va a apagar ese beeper.—Sentenció la profesora Kim.

El pelinegro sacó rápidamente el beeper de su bolsillo para ver si eran sus padres o su hermano recordándole tomar sus medicamentos o algo por el estilo. Pero estaba seguro de que no lo había olvidado. 

"¡Sé que ya no me amas! Pero por favor no actúes como si no me conocieras."

No tenía idea de quién era el remitente que enviaba esto, seguro se habían equivcado. Antes de que pudiera apagarlo volvió a sonar ganándose la mirada de todos y una mirada de desaprobación de la profesora. 

JiMin lo tomó con ambas manos apretándolo entre ellas como si con eso se acabaría el incesante sonido que avisaba la llegada de más mensajes. El pelinegro mordió su labio inferior con nerviosismo. 

 —¡Oh, oh! joven Park.—Se escuchó a alguien decir en el aula, otra vez sonó y sus manos estaban cada vez más torpes no le ayudaban en nada.

—¡Fuera de mi clase!—Sentenció la profesora Kim señalando la puerta del aula al sonar nuevamente el beeper.

JiMin mordió más su labio nervioso mientras tomaba sus cosas para torpemente meterlos en su mochila y colgar esta de su hombro. Cuando se encaminaba a la salida, el beeper sonó nuevamente y solo apresuró su paso antes de que esta vez la profesora lo mandara con el director.

Genial, era su primer día allí y ya lo había arruinado, todo por ese estúpido beeper que sus padres me obligan a usar.Se sentó en una banca y sacó el libro que estaba leyendo en ese momento. Mataría el tiempo en lo que SeokJin salía de su clase.

Por un instante, el pelinegro se tomó la delicadeza de admirar todo desde esa banca. 

Realmente esta escuela era más bonita que a la que asistía anteriormente. Lo que más me gustaba es que tenía mucho jardín y había muchos andadores exteriores.

También había pequeñas islas donde vendían todo tipo de cosas. Cuando SeokJin saliera de clase iría a por papas. 

 Regresó su vista al libro acomodando sus gafas ya que se resbalaban un poco por el puente de su nariz. JiMin perdió la noción del tiempo hasta que alguien le habló.

—¿JiMin? ¿Qué haces aquí? No me digas que te has saltado la clase.—Le reprendió SeokJin provocando que el bajito riera suavemente.

—No, mi beeper no dejaba de sonar en clase y antes de que pudiera hacer algo, la profesora Kim me saco del aula. Prefiero eso a que me envíen con el director. Seguro si llegaba una carta a mis padres de que había sido enviado con el director me sacan inmediatamente de aquí.

Contó encogiéndose de hombros. Tomó su mochila y guardó su libro para colgarla en sus hombros y ponerse de pie al lado de su mejor amigo.

—Tienes razón ¿Y quién te estaba hablando?—Preguntó el mayor mientras caminábamos a una de las islas para comprar algo de comer.—No tengo idea, no conozco el remitente.—Confesó el menor viendo la pequeña pantalla de su beeper.

—Tal vez el operador cometió un error.—Dijo SeokJin mientras tomaba un par de bolsas de papas para después pagarle al chico que atendía. 

—¿Un error? Mi nombre estaba en uno de los mensajes.—Respondío JiMin mientras tomaba una de las bolsas que SeokJin le daba.—"De verdad lo siento, JiMin. Todavía te quiero."—Eso le parecía muy extraño. 

 —Tal vez es para ti ¿Quién piensas que es?—Cuestiono el mayor empezando a caminar y JiMin lo seguía a su lado con el beeper en su mano frente a sus ojos.

—Dooly.—Respondió como si nada el menor. 

 —¿Dooly? —Preguntó incrédulo SeokJin sentándose en una de las bancas alrededor de aquella mesa.

—Escucha "Te extraño mucho, Dooly. En caso de que hayas perdido mi numero es 7-1-2-chuchu-chuchu".—Lo ultimo lo dijo con fastidio mostrándole el mensaje a SeokJin y apartando su vista un momento de todo. Nuevamente beeper sonó anunciando la llegada de un nuevo mensaje.

—¡Oh! Hay uno nuevo.—SeokJin se lo quitó y lo puso frente a su cara.JiMin simplemente lo dejó ser. Realmente estaba fastidiado con ese beeper que ni siquiera necesitaba. Sus padres realmente eran muy sobreprotectores. Si hubiera sabido que le traería problemas no lo hubiera usado ni por complacerlos.—¡Es tan molesto!—Se quejó llevando sus manos a sus ojos debajo de las gafas y deslizándolas por su cabello logrando así despeinarlo. 

—"Sé que eres feliz con él. Pero enserio quiero verte". Aw, pobre chico—SeokJin leyó el mensaje en voz alta recargando suavemente su peso en el hombro del menor.Ya harto de eso, el pelinegro tomó una gran bocanada de aire para tranquilizarse y ponerse de pie . 

 —Esto tiene que acabarse.—Sentenció mientras caminaba a la cabina telefónica que estaba a su espalda espaldas.

—¿Qué vas a hacer?—Preguntó SeokJin. 

 —Él se va a detener.—Aseguró JiMin cansado. Pudo escuchar nuevamente el fastidioso sonido de un mensaje nuevo entrando.

—¡Dice que te esperara en el lugar de siempre!—Le gritó SeokJin.JiMin descolgó el teléfono de aquella caseta y metió un par de monedas a la cabina, tecleo rápidamente el número de la operadora y esperó a que lo atendieran.