s i e t e

El contacto de sus labios duro algunos segundos, ni siquiera los movieron. Fue un simple contacto mientras estaban estáticos. YoonGi por gusto y JiMin por el shock, el pulgar del pálido dio un par de caricias en su mejilla y entonces fue consciente de su mano apoyada en ella.

Saliendo de su trance, el pelinegro movió sus manos intentando alejarlo pero el mayor fue más rápido y tomó de ellas, las gafas de JiMin se desacomodaron un poco por los movimientos bruscos de ambos. YoonGi no se separó, sino que apoyó un costado de su barbilla en la mejilla de JiMin teniendo sus manos apresadas con las suyas para evitar cualquier movimiento. 

 —¿Dónde está?—Preguntó en su oído. 

 —¿Quién?—JiMin no entendía de que hablaba. 

 —JiMin.—Respondió con voz ronca.

—¿Yo?—El peligro se removió un poco pero YoonGi no estaba facilitado el ponerse cómodo en esa posición tan comprometedora. 

—La chica JiMin, la chica hermosa.—El menor dirigido una mirada molesta hacia él aun si solo podía ver su blanquecina oreja parcialmente cubierta por aquella bandana que siempre solía usar con mechones castaños de cabello desordenados alrededor de esta y el pálido no sabía que lo estaba viendo.

JiMin bufó un poco y empezó a pasear su mirada por los alrededores para darse cuenta que muchas personas se habían juntado a ver lo qué ocurría, sus mejillas se tiñeron de rojo de la vergüenza. 

 "Mi pobre reputación." Pensó frustrado.

Aun si sus gafas no tenían mucho aumento, realmente le era incomodo ver sin ellas. 

—JiMin nos vemos...—El peligro vio como una castaña le decía a una rubia.

La chica era preciosa, piel pálida, cara ovalada, labios ligeramente gruesos y pequeños, nariz pequeña, ojos grandes y cuerpo delicado. Ahora entendía porque siempre decían que era muy bonita. Y es que realmente lo era.

—De acuerdo.—Respondió la rubia animada. JiMin vio cómo les dedico una rápida mirada y después se fue siendo acompañada por otra castaña. 

—¿Está mirando?—Pregunto YoonGi en su oído. 

 El peligro siguió a la chica JiMin con la mirada hasta que desapareció de su vista.

—Ya no.—Informo JiMin. 

El pálido se separo lentamente y soltó sus manos sin delicadeza. YoonGi rápidamente buscó con la mirada a la chica JiMin.El peligro pudo ver el anhelo en sus ojos al lograr verla de lejos.

La chica usaba unos jeans de mezclilla doblados de abajo, un suéter rosa pastel y unos tenis blancos. Aun así parecía una modelo. 

 Saludaba a todos los que se encontraba en el pasillo y las personas alternaban su mirada entre YoonGi a mi lado y la chica yéndose.

JiMin suspiró tranquilo y se relajo. Pero le duró muy poco pues YoonGi volteo a verlo con esa mirada seria, aunque ahora JiMin sabía que era una pantalla suya para crear miedo en las personas ¿Y adivinen qué? JiMin ya no le temía a Min YoonGi.

—Desde ahora somos oficialmente una pareja.—Soltó YoonGi como si estuviera dando la hora. 

 "Wow, wow, wow ¡Alto ahí! Retrocede Gángster." Pensaba JiMin. 

 —¿Qué?—El pelinegro sintió sus ojos salir de sus órbitas.

—Pretenderás ser mi novio para poner celosa a JiMin. Así ella volverá conmigo—"¿De verdad idiota? ¿No se te ocurre algo mejor?" Pensaba JiMin viendo a YoonGi como si acabara de salirle otra cabeza. 

—¿Uh?—Le parecía algo imposible de creer el razonamiento del estúpido pálido.

—Permíteme que te recuerde lo que me hiciste.—Dijo el pálido acercándose un poco al menor.—¿Ves esto?—Señaló su cara y JiMin desvió la mirada incómodo. Mordió su labio inferior y regresó su vista a él.—Me perteneces.— Sentenció antes de dar media vuelta e irse.

Perfecto. JiMin acababa de entrar a este lugar y realmente ya tenía tantos problemas que si le pedía sus padres volver a su antigua universidad ellos realmente lo matarían.

Les suplicó tanto para que lo dejaran ir con SeokJin, hasta tomaba el autobús para que ellos no tuvieran que ir a dejarme. Echó su cabeza hacia atrás en una señal de derrota, acabado y algo muerto. Realmente tenía ganas de llorar de frustración.

JiMin creía que YoonGi era un chico listo o al menos tenía algo en su cerebro. Pero acababa de comprobar que no era así, seguro su cerebro estaba tan hueco que podría usarlo de bowl para meter sus dulces favoritos ahí.

¿Cómo esperaba que la chica JiMin sintiera celos de él cuando ni siquiera era guapo? Todo en él gritaba nerd... Según él. 

 SeokJin se acercó y posó su mano en el hombro del menor en muestra de estar apoyando en esto. Pero realmente, JiMin no sabía qué hacer.

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JiMin estaba en su habitación viendo a la nada y pensando en todo. No quería salir con YoonGi, aun si era falso no quería. Jamás ha tenido un novio, nunca le había gustado nadie y como si fuera poco YoonGi se había llevado su primer beso.

Ni siquiera lo dejó elegir a alguien para otorgarle su primer beso.El pelinegro necesitaba leer o algo. Estaba con su pijama azul con ositos puesta. Siempre hacía eso, los sábados y domingos si no tenía necesidad de salir de casa se quedaba en pijamas todo el día.

Se removió en la cama esperando desperezarse un poco para bajar a la cocina por algo de comer mientras se leía un libro. Seguro eso me servía para despejar su mente.

—¡JiMin!—Escuchó unos toques en su puerta.—¡JiMin! ¡JiMin!.—No quería que lo molestaran, pero tenía tanta pereza que ni siquiera se puso de pie para ponerle seguro a la puerta. Así que pronto escuchó como esta era abierta con un estruendo.

—HoSeok, es sábado. No molestes.—Se quejó cerrando los ojos.Escuchó sus pasos y después sintió como un peso extra caía a su lado apoyando su mano y barbilla en su pecho HoSeok se rió. 

 —Alguien te está esperando abajo.—JiMin escuchó su voz alegre, sabía que se estaba burlando.