YoonGi había ido muy temprano por el menor el domingo,. JiMin le dijo a sus padres que saldría todo el día y a pesar de que su padre no estaba muy convencido con YoonGi su madre le ayudó a tranquilizarlo.
JiMin no tenía idea de a donde irían. Como era temprano y su cerebro no funcionaba del todo, vistió completamente de negro para no pensar en combinar colores. Irónicamente ese día YoonGi no usaba absolutamente nada negro. Aquello era gracioso, parecía que habían cambiado lugares.
Cuando llegaron al lugar, YoonGi jalo del brazo al pequeño adentrando a un pequeño centro comercial. Se encaminaron a uno de los locales y el pálido llevo al menor adentro. Había una pequeña sala de espera, pero el mayor no se detuvo ahí, sino que entre a la parte trasera.
Era un salon de belleza, había muchas sillas y espejos al frente, algunas cosas para el cabello, maquillaje y toda esa clase de cosas. Cuando YoonGi llevo a JiMin a una silla que estaba vacía ambos echaron un rápido vistazo al rededor.
—Tal vez no sea buena idea.—Habló JiMin.
—¡YoonGi! Hace tiempo que no te veía.—Gritó una chica acercándoselo a YoonGi para saludarlo.—Hola.—Saludo al menor—uhm ¿Quién es?—Esto lo dijo para el castaño.—Ugh, su cabello está maltratado.—Habló tocando mechones negros. JiMin se movió alejándose de la chica avergonzado.
YoonGi soltó una risita y las orejas de JiMin quemaban.
—Es JiMin, mi novio.—Respondió simplemente.
El pelinegro giró a verlo con ojos asesinos, pues el que "eran pareja" solo era algo que pretendían cuando Minie o sus amigas estaban cerca.
—¿Uh? ¿También se llama JiMin?—Preguntó la chica llevando una mano a su boca.—Uh, hola— volvió a decir. El menor solo sonrío tímidamente.
—Lo dejare en tus manos, volveré pronto.—Dijo YoonGi besando su mejilla para salir de ahí.
—Tomate tu tiempo.—Se despidió la chica.
Y así YoonGi salir del local abandonando a JiMin a su suerte. El pálido se paseo por las tiendas del centro en lo que hacia tiempo. Por su parte el menor quería ver que era lo que le estaban haciendo, pues no lo dejaban verse al espejo para nada.
La chica después de arreglar el cabello de JiMin le coloco algo de maquillaje y cuando hubo terminado se alejo viendo todo terminado con labios fruncidos para ver si no se le escapaba algo.
Al estar feliz con el resultado, giró la silla de JiMin para que se viera en el espejo.
Los ojos de JiMin se agrandaron. Su cabello ahora era naranja. lo habían cortado un poco dandole forma y lo habían peinado de manera que su frente quedaba descubierta. Sus ojos se veían más marcados por un poco de sombra y delineador, al igual que sus cejas se veían mas perfiladas. En sus labios solo había un poco de bálsamo.
JiMin no se consideraba feo, pero tampoco se consideraba atractivo. La chica sonrío sintiéndose satisfecha al ver la reacción del menor. La verdad es que al ahora pelinaranja le gustaba mucho lo que veía en el reflejo del espejo.
—Ahí viene tu chico.—Señalo la entrada aquella chica. JiMin pudo verlo y sonrío sintiéndose entre tímido y nervioso.
YoonGi cargaba en sus manos algunas bolsas de cosas que había comprado para JiMin, iba saludando a las personas que estaban en la sala de espera. Pero cuando por fin vio a JiMin, detuvo su andar y sus labios se abrieron ligeramente. Los ojos del pálido recorrieron cada centímetro de piel en el rostro del menor. JiMin al sentir aquella mirada del mayor sobre él, rápidamente sintió sus mejillas calentarse.
—¿Y...?—Preguntó JiMin abriendo sus brazos a sus costados.
—No está mal.—El pálido se encogió de hombros carraspeando.—Es para ti, para que la uses mañana, al menos así tendrás más estilo—Dijo entregándole las bolsas.
JiMin sonrío un poco y estiro sus manos tomando las bolsas negando.
—Si claro. Vi tu expresión con la boca abierta.—Acusó JiMin de manera juguetona.YoonGi solo bufo un poco y JiMin río aún más. Estaba nervioso por ir al día siguiente a la universidad.
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
El pálido esperó por JiMin fuera de su casa como había estado haciendo desde hacía ya un tiempo. Cada vez se llevaban mejor y todo era mas llevadero entre ellos. JiMin por su parte, se había puesto algo de lo que YoonGi le había regalado.
Se coloco unos jeans azul marino que estaban doblados de la parte de abajo, camiseta básica blanca, una chaqueta azul cielo con muchos adornos y sus preciadas botas negras.Arregló su cabello y coloco algo de maquillaje. Su madre al verlo ese día no se cansaba de decirle lo guapo que estaba y su padre lo veía con ojos de adoración. JiMin sabia que aunque a este ultimo no terminara de agradarle el pálido, se estaba haciendo un camino a romper sus defensas.
Cuando el pálido lo vio salir de su casa le sonrío y JiMin regreso la sonrisa. ambos se subieron al auto y YoonGi conducía a la universidad mientras que JiMin sentía un nudo por los nervios en el estomago.
Cuando se aparcaron en el lugar que la pandilla resguardaba para YoonGi, este le dijo al menor que esperara, que él le abriría la puerta. JiMin espero a que el mayor rodeara el auto y le ayudara a bajar. El pelinaranja no pudo evitar reírse al ver como el pálido tenia uno de sus brazos en la espalda y estaba de pie muy derecho, como si JiMin fuese alguien de la realeza. A lo lejos se escucharon gritos de la pandilla.
"Wow" "¿Ya viste?" "¡Que chico!" "¡Jiminie!"
Mientras seguían gritando mas cosas asentían y reían o levantaban sus pulgares en aprobación, aquello hizo a JiMin sonrojarse y a YoonGi reír por lo lindo que se veía el menor.
YoonGi sacó una pequeña caja y saco las nuevas gafas de JiMin para colocárselas mientras que este tocaba el marco mientras lo veía sonriendo. YoonGi asintió en aprobación y después se coloco unas él pero sin cristal. JiMin ladeo su cabeza viéndolo.