Regina otra vez esta... Mujer.
La mire sin ninguna expresión y ella sonrió. La puerta termino de ser abierta gracia a mi papa.
— Regina, que bueno que estas aquí, pasa—Regina entro y yo también— ella es mi hija— dijo mi papa.
—si, ya nos conocimos Afuera no sabía que tenias otra hija.— dijo con una sonrisa.—¿de que demonios habla?
—¿otra hija?
—si, otra hija— oh ya entiendo.
—soy Yamileth— ella me miro y su sonrisa fue desapareciendo.
— ¿Yamileth?— asentí—yo soy Regina no se si me recuerdes.
-—claro que te recuerdo— dije entre dientes, en ese momento mi tía entro y se veía muy enojada.
—Georgina ella es Regina, —dijo mi papa—Regina ella es Georgina.
—mucho gusto— dijo Regina extendiéndole la mano para saludarla pero mi tía no respondió a su saludo.
—¿pasamos a cenar?— pregunto mi papa.
—por supuesto.
—no hay nada de cenar— dijo mi tía aun estando enojada.
—bueno, podemos pedir algo de cenar— dijo mi papa Miranda a Regina. Mi tía salio de la casa y yo bueno, yo me quede ahí.
No valla a ser que esta vieja se le vuelva a insinuar a mi padre.
Estuvieron hablando de negocios por mucho rato, Regina se reía por cualquier comentario que yo decía, aunque le mandara indirectas ella se reía.
Ni así va a ganar puntos conmigo.
No, no lo hará, necesita mas que solo eso para ganarnos.
Después de un muy buen rato se fue y yo me fui a mi habitación, me bañe, me coloque mi pijama, me acosté y comencé a soñar con mi futuro esposo, amante y padre de mis hijos Deán Ambrose.
*****
El celular comenzó a sonar y lo apague , me levante y hice lo de todos los días y después cogí el celular, los audífonos, las llaves y la mochila, baje y camine hacia la puerta para salir, pero antes de salir escuche unos gritos que provenían de la cocina.
—¡No lo puedo creer! ¡La trataste muy mal!— esa era la voz de mi papa.
— ¡Pues valla a saber que tipo de tratos le darás tu!— esa era la voz de mi tía.
—¡No entiendo por que te molesta tanto, yo tengo derecho a rehacer mi vida!
— ¿¡Ya olvidaste a mi hermana!?
—¡Jamas lo he haría, pero quiero rehacer mi vida! ¡Entiendelo tengo derecho a volver a amar!
—¡Pero con esa mujer no puedes rehacer tu vida!— bufé y salí de casa y me fui hasta el instituto sin esperar a Layla.
Al llegar me fui hasta el salón de clases—¡Hey! ¿Que te pasa?— pregunto Liliana llegando hasta mi.
—¿que me pasa de que?— pregunte dejando la mochila sobre la silla.
—te ves un poco triste.
—no me pasa nada.
—¿segura?
No— completamente.— el maestro llegó y Callan no entro a la clase.
Las demás clases se llegaron hasta que se llego receso —¡Chicas!— Liliana y yo volteamos encontrándonos con una Layla teñida de amarillo—¿les gusta?— pregunto sonriendo.
—¿amarillo claro?— preguntó Liliana y Layla asintió.— entramos a la cafetería, compramos, nos sentamos y comenzamos a hablar.
—¿y si vamos al parque saliendo de clases?
—me parece una buena idea— dije.
— de acuerdo— dijo Liliana.—comenzamos a reír por tonterías que decíamos hasta que Callan entro con su zorra. Me levante, cogí la mochila y salí de la cafetería sin mas que decir.
No tuvo tiempo para entrar a clases pero si para estar con su zorra.
¿De que te quejas?
De nada.
Las clases terminaron y salimos, fuimos al parque e íbamos hablando de tonterías— ¡Lo bueno es que ya es viernes!— exclamo Layla emocionada.
—al fin, después de sufrir cinco días— dijo Liliana.
— deberían de adelantarnos las vacac...—no termine de decir nada mas por que vi a Jason besándose con la hermana de Liliana. Los mire y sentí una sensación de tristeza. Una lágrima recorrió mi mejilla y me fui corriendo de ahí.
¿Por que demonios me pasa esto a mi? Creí que Jason era diferente.
Todos son iguales.
Jamas pensé que el fuera así.
No entiendo ¿por que te quejas si tu y el no eran nada?
Pero.. Jason me gusta, tengo demasiadas decepciones en menos de una semana.
La vida te dará miles de decepciones y también te dará patadas en el trasero.
Seguí corriendo hasta no se donde, hasta que se hizo de noche y seguía en no se donde, revise el celular y tenía muchas llamadas pérdidas de Layla y Liliana, incluso de Jason.
¿Que rayos quieren?
Comencé a caminar sin saber a donde ya que no sabia donde estaba, ni me interesaba saberlo. Luego de caminar lo suficiente deje de hacerlo, me senté en el helado suelo y vi una sombra acercándose, observe detenidamente y vi que era un hombre que comenzó a acercarse, me levante y comencé a caminar, voltee y lo vi caminando a uno pasos detrás de mi.
— ¡Ayudenme!—grite al ver que el tipo me seguía.
—si, grita todo lo que quieras— dijo acercándose mas, a medida que apresuraba el paso el también lo hacia, comence a caminar mas rapido hasta que tope en un callejón sin salida y el tipo quedo a unos pasos cerca de mi.
— ¡Ayudenme!—Bien, se que yo tengo la culpa pero no creo que merezca esto.— el tipo termino de acercarse y me cogió del brazo y comenzó a estrujarme—¡Suelteme!
Escuche unos pasos acercarse — ¡Te dijo que la sueltes!
El tipo me soltó y se acerco al chico — tu no te metas.
El chico le dio un golpe y lo noqueó, después se acerco a mi—¿estas bien?— asentí —vámonos de aquí— salimos de callejón y caminamos hasta llegar a su moto.
—gracias... Callan.
—¿que hacías aquí sola a estas horas?— preguntó subiendo a su moto.
—quería estar sola y me perdí— se escho a reír.
—¿te perdiste?—asenti— de acuerdo te llevare a tu casa.
—no recuerdo la calle.— comenzó a reír mas fuerte y digo ¿quien no lo haría? Una estúpida adolescente de dieciséis años esta en la calle de noche sola, se perdió y no sabe donde vive, suena absurdo.—Liliana sabe donde vivo— eso sonó como elmo sabe donde vives.
Editado: 30.09.2020