Capitulo 59 Me importas

El idiota me acababa de guiñar un ojo. Se suponía que Liliana era su novia. No tenia por que hacer eso conmigo ni con nadie mas.

Di un naso hacia atrás confundida, esperaba a que se disculpara o me dijera que tenia un tic en el ojo pero sin embargo lo único que hizo fue intentar acercarse a mi y rápidamente se alejo, me gire encontrando a Liliana quien sonreía felizmente y rápidamente lo abrazo. Callan estaba a un lado y su rostro era de seriedad.

—¿de que hablaban?— pregunto Liliana sonriendo y mirándome mientras aun abrazaba a su novio.

— de nada, solo de lo lista que eres— respondió y deposito un beso en los labios de Liliana.— ¿verdad?— me pregunto.

Maldito—... Si, claro — hice una mueca y mire hacia otro lado.— tengo que irme.

— pero ¿por que?— pregunto confundida Liliana —creí que podíamos ir los cuatro juntos a tomar un helado.— dijo haciendo referencia de que Callan y yo fuéramos con ellos.

— no cuentes conmigo — dijo Callan.

— yo.. Me voy— dije y di un paso hacia delante.

— te llevo— mas que una pregunta sonó como una orden.

— no, prefiero caminar— dije y Callan me cogió del brazo.

— dije que te llevó —comenzo a caminar aun sosteniéndome del brazo. ¿Quien se creía para tratarme así?

Llegamos hasta su moto y me solté de su agarre— ¿que te pasa?— pregunte molesta y confundida.

— vi lo que hizo.

— ¿de que hablas?— pregunte sin entender a que se refería.

— te guiño un ojo— su tono era de molestia.

— ¿lo viste?— no dijo nada— yo no hice nada— me miro, subió a su moto, la encendió y antes de arrancar me hizo una seña de que me sentara atrás, me negué y comencé a caminar.

*****

— un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña y como veía que resistía fue a llamar a otro elefante, dos elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña como veían que resistía fueron a llamar otro elefante— cantaba en susurro mientras miraba el cielo sentada sobre el césped del parque.

— cuarenta elefante fueron aplastados por un camión y su sangre quedó embarrada— canto mientras llegaba hasta mi y se sentaba al lado, lleve mi vista hasta ella y me acomode sentándome.

— que cruel.

— muchas gracias — respondió sonriendo.— ¿has visto a Erick?— preguntó y negué.

— ¿por que lo buscas?

— por que lo quiero ver— respondió de lo mas normal.

Recordé las palabras de Camile, ella me había dicho que Liliana tuviera cuidado con Alan pero ¿por que?

— ¿oye?— asintió —¿por que dijiste "mejor dile a tu amiga que tenga cuidado con ese chico"?

Me miró —por que ese chico no es lo que aparenta ser.

— ¿a que te refieres?— pregunte acomodando la mochila sobre mis piernas.

— suele meterse con muchas chicas al mismo tiempo — no puede ser.

— ¿como lo sabes?— pregunte confundida.

— yo lo conocí cuando salía con una chica que trabaja en la heladería que esta cerca, y después lo vi con otra chica, y luego beso a una chica que se encontró en el parque.

Ese chico estaba engañando a Liliana, quería estar segura de eso así que obligue a Camile a que me llevara a la heladería en la que trabajaba la chica, al llegar Camile me indico cual era y me acerque a ella.

— salí con el por un mes hasta que descubrí que me engaño con otra chica y le coqueteo a mi mejor amiga, perdí a mi mejor amiga por confiar en el y hasta ahora estoy mas sola que nada gracias a ese chico. — explico mientras llevaba el helado de pistache a una mesa y yo la seguía.

— ¡Diana a trabajar!— exclamó el dueño de la heladería.

— lo siento chica, tengo que trabajar.— asentí y me aleje.

Me acerque hasta Camile quien estaba parada a un lado de la puerta, salimos de la heladería y comenzamos a caminar, luego de unos minutos de estar caminando Camile se fue con su psicólogo favorito " Erick" me fui a casa y me senté sobre el sofá.

¿Como le diría a mi amiga que su novio posiblemente la estaba engañando? Posiblemente ni siquiera me guiño un ojo y vi mal, tal vez la chica estaba mintiendo. Tal vez Camile estaba exagerando, tal vez ese chico no era un mujeriego y si estaba enamorado de Liliana.

Salí de mis pensamientos. Me negaba a aceptar que estaba engañando a Liliana, el había demostrado que la quería y que le importaba.

Tal vez el era así pero cambio, las personas suelen cambiar, todos merecemos segundas oportunidades.

Las horas pasaron y yo seguía pensando en las palabras de la chica, si todo era verdad Liliana tenia que saberlo no podía dejarla seguir creyendo que ese chico la quería, no iba a dejar que la utilizara y que jugara con ella.

El sonido de los golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, intente levantarme pero me caí — Auch —me levante del suelo, me sacudí y camine hacia la puerta.

¿Quien podrá ser a estas horas?
Un violador, un secuestrador, un asesino, un degenerado, un pedófilo, tu vecino Jason.
Incrementase mi miedo de abrir la puerta. Gracias por mencionarlo ya ni siquiera lo recordaba, lo estaba olvidando.
Tal vez es elmo, ya que: elmo sabe donde vives.

Suspire y abrí la puerta encontrándome con Callan completamente lleno de golpes en el rostro.

—¡Oh por Dios! ¿Que te paso?— pregunte confundida y preocupada.

— ¿puedo pasar?— pregunto mirando la puerta abierta.

— oh, si claro, pasa— me hice a un lado para que entrara, cerré la puerta y lo mire — ¿me dirás que fue lo que te paso?

Se sentó sobre el sofá y me dirigí a la cocina, abrí el congelador y saque una bolsa de chicharos que ni siquiera sabía por que estaba ahí, salí y entre a la sala, me senté a un lado de Callan y lleve la bolsa a su mejilla izquierda.

Hizo una cara de molestia, lo ignore y sostuve la bolsa en su cara, lleve mi mano a su labio inferior y acaricie suavemente.

— ¿qu-que haces?

Sus ojos parecían una ilusión, sus labios aun golpeados y llenos de sangre se veían deseables, su rostro lleno de golpes mostraba confusión, me miro detenidamente.