capitulo 2 - asfixiada

Capitulo 2 asfixiada

-SELENEEEEEEEEEEEE- gritan y seguido de eso un elefante se sienta sobre mí, no esperen no es un elefante es mi hermano.

-Héctor sal de encima ya- me remuevo en la cama tratando de conseguir aire.

-mama quiere que te despierte ya, tienes que ir a la escuela. Vamos haz un esfuerzo más querida es solo el ultimo año-

-okey okey, iré pero primero necesito que salgas de encima mío porque sino al único lugar que iré será al cementerio me estas asfixiando – lo ultimo salió entre cortado.

-upps perdón-sale de encima mío rápidamente. -vamos que ya está el desayuno-

-ya voy- me siento en la cama sin ánimos de hacer nada. Dos razones, primero hoy comienzan las clases arghh. Segundo el sueño.

-¿estas bien?-

-si, si. Solo tuve un mal sueño a eso súmale que un elefante se te sienta encima-

-hieres mis sentimientos, no estoy tan gordo pero tu hermana, estas fuera de forma-

-repite eso- tomo una almohada y la tiro en su dirección el la esquiva y sale corriendo de mi habitación.

-SELENEEEEEE BAJA DE UNA VEZZZ- esa es mi queridísima madre.

-VOYYYYYYYYY- conteste.

Perdón por no presentarme, me llamo Selene Clarkson Montes, tengo diecisiete años y dentro de pocos días seré mayor de edad, para ser más precisos dentro de cinco días. Se preguntaran porque tengo doble apellido, pues mi madre Irene Clarkson es de nacionalidad estadounidense/canadiense, no me pregunten no tengo idea lo que significa. Mientras que mi padre Diego Montes es español, pero lo más loco es que mi familia vive en Argentina. ¿Cómo terminamos parando aquí? Pues mis padres pasaron la luna de miel aquí cuando volvieron a España se dieron cuenta de que ya no era todo igual, empacaron todo lo que tenían y se mudaron al otro lado del mundo para ser mas especifica al con fin del mundo.

 Vivimos en una pequeña ciudad, rodeada por bosques con salida al mar. En realidad es una cuidad pesquera pero hace unos años que se transformo en una ciudad turística, pero que estoy diciendo si es hermosa. Tiene casas coloniales, que digo casa son mansiones. Tambien hay edificio y edificaciones modernas pero domina la tradición asique el ochenta por ciento de la cuidad demuestra que se quedo en el pasado.

-hermana, mama se está desesperando- dice ben, mi hermano menor quien se asoma por la puerta

-¿es que no pueden esperar?- Salgo de la cama y comienzo a prepararme.

Por donde iba antes de que me interrumpiera. Bueno mejor presento a mi familia. En total somos cinco, mis padres y mis dos hermanos. Lamentablemente soy la del medio y lo peor es que esperan mucho de mí. Vieron ese dicho que dice que al mayor lo exigen, al del medio solo es el relleno y al menor lo dejan hacer lo que quiera pues no es cierto, en la familia todos sabemos que el gen inteligente solo lo herede yo aunque rezo que mi hermano menor también lo tenga, en fin. Solo somos nosotros cinco y creo que eso es todo.

-al fin te dignas a bajar- dice mi hermano mayor quien está apoyado en el marco de la puerta de la cocina

-no se cual es el apuro falta para que la escuela-

-SORPRESAAAAA- mis padres y mi hermano menor estaban detrás de la mesa de la cocina, la cual tenia una torta, y cajas de regalos. Me olvide de decir que las mascotas de la familia tenían sombreros.

-¿pero que?-

-vamos hija, ven es momento de festejar hoy es tu primer dia del último año de la escuela hay que festejar- dice mi padre.

-adelante, Sele- Héctor me empuja para de me adentre a la cocina. Luna y Bowen se me acercan.

Luna, quien es mi gata, salta y la atrapo en el aire, esta se acomoda en mis brazos. Bowen, un siberiano mitad lobo coloca sus patas delanteras en mis piernas dejando su hocico en mi cintura. Estos dos son muy raro. Primero esta  que es un cachorro y su historia es algo particular. Mi madre cuando todavía no había conocido a papa recién se había mudado a Canadá, allí encontró un perro mal herido, más bien un lobo, un cachorro. En fin mama lo adopto como su mascota, cuando papa llego a su vida junto a el llego una siberiana de pelaje blanco. Resumiendo la historia lobo mas siberiana es igual a que Bowen naciera. Luna en cambio es otra historia, es extraña solo se deja tocar o por mama o por mí, si mi papa o hermanos están cerca ella los ataca. Ella es mía pues me la encontré solo siendo una pequeña gatita una noche cuando daba un paseo por la playa el dia de mi cumpleaños número diez. La llame Luna por dos motivos. La primera porque es blanca, depende de la luz de la luna parece que su pelajes fuera plateado, el otro motivo es que cuando la encontré era luna llena. Oigan tenia diez años y por las noches mi imaginación no funcionaba.

-hay chicos yo también los quiero- dije

-y nosotros a ti- dice mi papa

-en realidad le hablaba a Luna y a Bowen. Pero te quiero papa- sonreí –bien los dos abajo- ellos me hacen caso. Me senté junto a la mesa y Héctor hizo lo mismo.

-sigo preguntándome ¿por que solo te hacen caso a ti?- dice Héctor quien trae un cuchillo para cortar la torta y se lo pasa a mama –de Luna era de esperar pero de Bowen. Cuando lo llamamos se toma su tiempo pero cuando tu pronuncias su nombre viene corriendo y se coloca en pose servicial-

-eso no es cierto- contesto