La pelirroja apoyo su frente contra el suyo.
Zein no sabía cómo reaccionar.
En cambio, Edthian entró a la habitación.
—¿Qué sucede? ¿Se van a besar? Je,je,je,je.
Evelina se fue apartando del castaño, mirando el sombrero en el suelo.
Y sin decir nada se fue de la habitación.
Edthian seguía sus pasos.
—¿Qué te dijo?. ¡Dime!, ¡Dime!
Evelina estaba tan sumida en sus pensamientos que no se percató de una persona que se había cruzado en el pasillo.
Fue solo un instante. Pero entre todas esas personas fue la única que transmitió un terror inexplicable.
Era una mujer.
El color de su piel eran tan blanco que parecía la de un muerto. Un cabello rojizo oscuro le recordó el color de la sangre. Unas marcas extrañas que aparecían en todo su cuerpo. Un vestido negro ajustado con muchos detalles en la parte del busto.
—Miren que tenemos aquí...—dijo aquella mujer.—Ed, hijo. ¿Acaso conociste a una nueva chica?
Edthian pegó un salgo para abrazarla desde su cintura.
—¡Si,si,si!. Hice nuevos amigos.
—Me alegra escuchar eso, cariño.
Mientras tanto, Evelina iba retrocediendo ya que la sensación iba en aumento.
La piel se le erizó en cada parte de su cuerpo.
—Vamos, no seas tímida. Acércate.
Edthian sonreía con mucha alegría.
—Ella es mi madre. No tengas miedo.
La mujer pelirroja extendió su mano para que Evelina la tomase pero ella se negó rotundamente.
Se dio la vuelta y comenzó a correr hacia la salida.
La madre de Edthian sonrió extrañada.
—Es bonita. ¿De dónde la conoces, amor?
—En el mundo de los vivos.
—Ya veo—decía mientras le acariciaba el cabello.—Tu amiga se va a perder. Te sugiero que la vayas a buscar.
—Si, mamá.
Le dio otro fuerte abrazo y fue corriendo hasta el fondo del pasillo.
Evelina estaba a punto de cruzar la puerta de salida cuando sintió que alguien le estironeaba de la muñeca.
—¡Suéltame!
—Je, je, je , je...¿Por qué tienes tanto miedo?
Evelina miro hacia el pasillo del cual había salido.
—Solo sácame de aquí...
Edthian movió su cabeza intrigado.
—Madre no es mala. No temas.—dijo Ethian tras apoyar una mano en su pecho.
Evelina se lo tomó mal ya que le sujeto de la muñeca con fuerza y luego lo empujo contra la pared.
—Me importa un carajo...no gusta este lugar. Siento algo muy extraño...yo...
Edthian miro fijamente sus ojos.
Se le acerco para verificar.
—Oh...estas enloqueciendo. Ja,ja,ja,ja,ja. Es algo común en los humanos cuando pasan un tiempo en el mundo del Medio.
—¿Común?. ¿Eres idiota? ¡YA SACAME DE AQUÍ!
Golpeo su puño al costado de Edthian. Sin embargo, el rubio ni pestañeo.
—Solo respira profundo, intensa ja,ja,ja,ja.
—¡AAAAAAAAGH!
Evelina estaba a punto de golpearlo cuando Ethian la tomó de las mejillas.
Con una voz ronca le susurro a centímetros de sus labios.
—Solo respira...ese miedo que sientes es tu alma siendo corrompida. Solo has caso a mi voz.
Evelina se sonrojo contrarianda.
«¡¿Y ahora porque se pone así de cerca?!»
La pelirroja agarró con furia de sus manos pero Edthian le seguía repitiendo lo mismo hasta que ella fue sintiendo que sus palabras iban siendo efecto.
—Respira...
Evelina respiró lentamente, hasta aflojar su agarre.
«Qué extraño...funciona»
Cuando ya dejo de sentir aquella presión en su pecho sintió que sus extremidades se relajaban por completo. A tal punto de dejar reposar su cabeza en el hombro del rubio.
Edthian la envolvió en un fuerte abrazo del que por primera vez se le permitió.
—Je,je, je, je, je...¿Te sientes mejor?
—¿Cómo supiste tranquilizarme?
—Conozco la desesperación, más de lo que crees.
Evelina no alcanzó a comprender sus palabras ya que Edthian no le dio tiempo a pensar.
—Regresaremos a casa.
Edthian abrió las puertas. Y antes de irse se percató que en el primer piso de la mansión lo observaban tres chicos y una mujer.
Edthian asintió con la cabeza. Y luego se marchó.
—Parece su novia—musito Leith.
—Mira quién habla. Tú también tienes—musito otro con una máscara de madera.
—¿Y tú qué opinas , corazón?—pregunto la madre.
Zein se acarició las muñecas.
—Yo opino que lleva un poder oculto. Muy similar al de Lucia González.
—¿Tú crees?—siguió preguntando.
—Si.
La pelirroja sonrió con malicia.
—Interesante.
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Evelina sintió una fuerte punzada en su pecho, tras levantarse precipitadamente de la cama.
Edthian aguardaba sentado a los pies de su cama. Con su usual sonrisa torcida.
—¿Regresamos?
—Si.
Evelina miro a su alrededor.
Luego se volvió acostar.
—Ah...demonios.—se tocó la frente.
Luego recordó a su hermanito.
—¡Hunter!
—Él está bien. Esta dormido.
Ella salió de la cama pero al hacerlo se desplomo como una bolsa de papas.
—¿Qué cara-...
—Je,je,je,je,je...eso iba advertirte. Una vez regresado tu alma, tu cuerpo queda entumecido. Dale tiempo, je,je,je,je...
Evelina se quiso levantar con brusquedad pero sentía adormecido sus piernas.
—¿¡Me vas ayudar o qué!?
Edthian salió de la cama para tomarla con sus brazos y luego hacerla recostar.
—¿Estas muy seguro que mi hermano está bien?
—Sipidipi.
Eve alzo una ceja cuando escucho su respuesta.
—Je,je,je,je,je...¿Sigues sin confiar en mí?
Evelina se cruzó de brazos.
—Ya qué....
—¡SI!—grito Edthian al pegar varios brincos en la cama de ella.
—¡Ya deja de saltar idiota!
Edthian se sentó derecho. Cerca de ella.
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Editado: 08.03.2023