Hijos de luna

Continuación

Lucas de muy mala gana entro a la pequeña aldea de hadas, de invierno, no era como si el las apreciara mucho.

-Gracias por dejarnos quedar aquí, mis hermanos están muy débiles.

-No se preocupe señor Jrost

Las Hadas eran particularmente cinceladas y hermosa, rasgos afilados y delgados en cuerpo de tamaño pequeño muy elegantes, pero al mismo tiempo atemorizantes, ellas cuidaban de los animales de la zona, mientras las encargadas de hacer nevar, estarían en la montaña trabajando, mis hermanos en trataron a una pequeña cabaña construida con ramas secas, un iglú de ramas, no sería suficiente para mantenerlos caliente, pero si para que no pierdan más su energía además el tigre blanco ayudaba.

-Jack… así no fue como llegue verdad, algo ocurrió, él es demasiado pequeño- Decía mientras se recostaba con el pequeño niño en su regazo, me agache junto a él sin demostrar lo perdido que estaba…

-No, pero tranquilo, crecerá- mire el rostro de Luc- duerme Luc no será bueno que en la mañana llegue, y tú no tengas fuerzas…

Sus ojos se cerraron, el hablo por última vez…- ¿Cómo lo llamaras?

-Mañana, hablaremos de eso…

La mañana llego, el bullicio de las hadas era evidente, tener al señor del invierno presente en su aldea era motivo de fiesta.

Las hadas, se resumen a cuidar de la tierra, nacen por y para la tierra, pocas se involucran con seres humanos, les temen, pero tratan de cuidar de lo que pueden… su magia es más débil que la nuestra, la luna les proporciona poder, pero no son guardianes… tampoco Oscuros, sus hermanos eso era lo que eran, y Jack estaba agradecido de eso.

A partir de ahora narrado en tercera persona ….

La luz del sol apenas se veía debajo de una densa nube, en conjunto con la neblina de la mañana, Jack se sentía realmente mal por sus hermanos, así debían irse lo más rápido posible, no tenía certeza alguna de que alguno de ellos podía enfermar, como sea no quería averiguarlo. Se dirigió hacia su hermano pelinegro…

-Luc, levántate…- su hermano se levantó abrazando sus brazos, mirando alrededor noto que faltaba algo…

- ¿El tigre? – miro alrededor para luego crear su esfera de protección, él quería ir a un lugar soleado justo ahora…

-No lo sé desperté y no estaba, supongo que cuando el pequeño despierte vendrá por él, como tu pequeña alimaña…

- Su nombre es copo, Jack- le regaño el chico.

-Hermano desde la noche siento una extraño energía que fluctúa, no es algo bueno, quiero hablar con Santa inmediatamente, no te sientes extraño- Luc, miro a su hermano mayor y pensó en si sentía alguna diferencia desde que el pequeño había llegado, la verdad era que se sentía más completo…

-No, siento lo que tú, pero si lo haces debemos irnos- cuando Luc acabado de hablar un rugido de escucho despertando al pequeño que, mirando a sus hermanos con ojos curiosos, le dijo.

- ¿Quiénes son ustedes?

- Hola pequeños mi nombre es Jack, él es Lucas, somos tus hermanos recuerdas- Le volvió a decir Jack y esta vez agrego- Debemos irnos… arriba compañero

Los cuatro salieron el torno al cielo, Jack dejo una nota de hielo a la aldea de hadas en agradecimiento por su hospitalidad…

El viento era un gran aliado, pero la verdadera magia era que Jack podía llevarlo al nivel de traslado en segundos, de ciudad en ciudad algo único de las hadas de viento o habitantes del cielo como les gustaba llamarse a sí mismos…

Llegar al taller de santa y ser sorprendidos con el caos absoluto fue la mayor sorpresa que Jack había obtenido hasta el momento en su vida.

Sus hermanos fueron al gran salón mientras Jack se dirigió a los seres que corrían de un lado al otro con un grito.

- ¡Deténganse! - todo el taller quedo en silencio…- Díganme ¿dónde está Santa? - la locura volvió al lugar, Jack se fastidio e intersecto a un Yeti con su bastón, le dijo otra vez- ¿Dónde está Santa?

El yeti refunfuño, y explico con gestos como había desaparecido de la nada, en la noche sin rastros del líder el taller empezó a enloquecer…

-No puede ser- murmuro el chico mientras decidía llamar a los guardianes…

Los tres guardianes restantes se reunirian en el taller de Santa, Conejo que se encontraba ahí logrando ver la intranquilidad, así como observaban al pequeño recién llegado con curiosidad.

-¿Cómo es posible que el barbudo desaparezca de la nada?- hablo el conejo, 

Jack lo miro y luego al cielo el notaba que las cosas estaban cambiando con demasiada rapidez en comparación a como Lucas había llegado, algo extraño estaba sucediendo... Le enojaba no saberlo.

-Debemos saber que está pasando conejo tienes alguna clase de idea de porque en menos tiempo llego un nuevo guardián...

-Jack tu no lo entiendes ellos- señalo a sus hermanos- No son unos guardianes es imperativo iniciar una búsqueda de Santa.

-Por favor la navidad no está cerca.

-No, pero alguien debe controlar a estas criaturas- Ante tal supuesto todo el taller entro en silencio y los Yetis y los elfos miraron a Conejo con enojo- Disculpen...



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En el texto hay: aventura, amor, magia

Editado: 02.10.2020

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