Junto a ella estaba un hombre.
¡Dios!
Justo en este momento mis sentidos se nublaron, no sentía olores ni escuchaba con claridad su voz y ni mucho menos reconocía la forma de su cuerpo.
Estaba pasmada, ¿Acaso Xiaowu corrió a los brazos de mujeres para aliviar sus sueños frustrantes?
Me decepciona, quizá yo lo decepcione primero al no creerle y confiar en su palabra. Pero esto era algo extremo…
Mi mirada era tan neutra que no transmitía ningún sentimiento.
Pero… ¿Por qué estoy dolida? ¿Por qué siento que se me destrozan las entrañas al ver esta situación? ¿Por qué me siento decepcionada?
No es que sienta algo por él, pero… Por qué me duele su traición. Pero no es una traición porque no somos nada.
Pero ¿Por qué quería echarme a llorar y reclamar? Quería reclamar y preguntar el por qué.
¿Qué hago? ¡Dios! ¡¿QUÉ HAGO?
— ¿Andree? — ella se levantó y se acercó a abrazarme.
Espera, ¿ella no es Yi Yi?
Encima eso, con Yi Yi. Pensé que no la quería, pensé que solo era una amiga o una prometida no querida. Acaso, justo ahora dejaría de ser la prometida de Xiaowu y cada que caminé todos me vean y piense: «Pobre, la dejaron.» o «¡Qué vergüenza! La dejaron públicamente»
Ya veía los titulares de anuncio sobre farándula.
Yi Yi se separó. Mi rostro cambió totalmente, quería caer en llanto, quería desfogar mi tristeza. Sabía que tenía cara de mujer decepcionada, con la mirada caída al igual que los hombros.
— Zhao Lin, ven a ver a Andree. Creo le pasa algo malo. — dijo Yi Yi preocupada, ella me tomaba de los hombros para evitar mi caída.
¡Espera!
¿ZHAO LIN?
NO XIAOWU.
¡AY!
Sonreí para tapar mi reacción anterior. Justo ahora estoy tan avergonzada.
— ¿Y Xiaowu? — pregunté mientras YiYi y Zhao Lin me miraban detenidamente.
— ¿Tienes doble personalidad? — pregunto Zhao Lin con un tono gracioso.
— No… Nada por el estilo. — agite las manos negando.
— Entonces estás enamorada. — aseguró Zhao Lin
— ¿Como? — dije sintiéndome atrapada. Pero no estaba enamorada.
— Las personas enamoradas están por un momento felices, luego tristes y repentinamente otra vez felices. — respondió él.
— No, no eso es imposible. — respondí saliendo del aprieto.
— Entonces eres rara. — dijo YiYi.
— ¡YiYi, esa no es la tercera opción! — reclamó Zhao Lin.
— No lo dice directamente, pero es literalmente eso. — respondió YiYi.
— Ok…— alargue la sílaba. — ¿Y Xiaowu? — pregunté por segunda vez.
— En Irlanda. — respondí Zhao Lin
—¡EN IRLANDA! — grité.
Ni siquiera pudo esperar a que pidiera disculpas.
— La gran pregunta es… ¿Por qué no viniste tú a maquillarlo? — dijo Zhao Lin después de sentarse y apoyar su codo en la mesa y en seguida su mejilla en su mano.
— ¿Ehh? — dije recordando que le dije “sicópata”
— YiYi lo maquilló. — YiYi sacó su celular y me mostró una foto.
Caí en una tremenda carcajada.
— ¿Enserio de ve tan feo? — preguntó YiYi decepcionada.
— No, es solo— no podía hablar por la risa.
Haber les explicó, la base que uso YiYi literalmente lo hacía ver como un pitufo. Luego las cejas parecen orugas y las pecas que le hizo, que por obvias razones sabemos que Xiaowu pidió, parecen lunares de otorongo.
Hablé el resto de la tarde con Zhao Lin y YiYi. Me sentía triste al saber que Xiaowu se fue a Irlanda y no me dijo, pero más que ello me sentía culpable.
Le dije sicópata cuando él confío su único secreto cerrado con 100 llaves irrompibles.
Pronto anocheció y aún seguía conversado con Zhao Lin y YiYi.
— No, no es para tanto. Puedo regresar sola. — dije mientras caminaba hacia la puerta.
— Al menos déjame acompañarte. — dijo Zhao Lin. Se acercó hacia mí y salió de casa para que no le diera un NO por respuesta.
Zhao Lin me llevo a casa, pasaban de las 9 de la noche y caminaba por la vereda y él en la pista justo al lado mío.
— Eres tan alto. — me pare junto a él.
Ciertamente era alto, de echo aún parado a unos 5 centímetros debajo de mí, seguía siento más alto.
— Y tú eres tan pequeña. — respondió.
Ambos nos quedamos parados frente a frente.
Pronto nos echamos a reír y seguimos caminando.
— ¿Qué haces en tus tiempos libres? — pregunto.
Empezó a petar una piedrita que estaba en el camino.
— Ummm…— pensé por un momento. — Maquillar.
— Ese es tu trabajo. — dijo él después de patear por tercera vez la piedrita.
— Ummm… ¿Bordar? — dije buscando una respuesta que no había o que no quería recordar.
— ¿La abuela ya te metió en su mundo del bordado? — tenía un tono de burla, pero era cómodo escucharlo.
— Si, pe~— me interrumpió.
— ¿Entonces? ¿Qué haces en tus tiempos libres? — preguntó por segunda vez.
— ¿Realmente quieres saberlo? — dije deteniéndose. Mi expresión era de una mujer sufrida que ocultaba un gran secreto.
— Definitivamente. — respondió seguro.
—Miro novelas románticas que tengan finales fatales. — respondí con cierta vergüenza en el rostro.
— ¿Enserio? — dijo él con una sonrisa. — Necesitamos ver una juntos.
¿Juntos? Ambos nos quedamos mirando.
Tan intensa… Tan intensa era su mirada. Sus ojos son tan brillantes y…
— Sería lindo. — respondí a su propuesta.
«EL AMOR VENDRA DE DIFERENTES FUENTES, SIEMPRE HABRA UNA FUENTE DISPUESTA»
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Editado: 03.09.2022