Hilos del sueño

Capítulo 43: PEQUEÑA LUNA

Regrese a casa. El camino estaba solitario, siempre está solitario. Me tambaleaba de un lado al otro, camina desganada con los brazos caídos. Mi cartera chocaba con la pista.

Xiaowu… ¿Por qué tienes que ir con ella?

Escuché un voz a mis espaldas.

Me volteé y no vi nada más que oscuridad… Aun así en el fondo escuchaba una voz.
 

Caminé hacia la voz.
Logre visualizar a un hombre.
 

—¿Zhao Lin? — mis ojos se hicieron pequeños al intentar ver quién era.

— Aquí estás. — él inclinó su cabeza y me observó. — ¿Dónde está nuestro Xiaowu?
 

Sí, si era Zhao Lin y olía terriblemente a alcohol.
Me agache para intentar levantarlo. Estaba justo en frente de su casa.
 

— Vamos levántate. — puso su brazo sobre mi cuello e intente levantarlo.

— ¿Cuánto te gusta Xiaowu? — preguntó. Tenía una mirada triste y distante.

— Vamos, levántate. — dije una vez más.
 

Zhao Lin se levantó, no era el típico ebrio que caminaba como top model, siendo sarcástica, pero se mantenía de pie y caminaba con tranquilidad.

Entramos a casa, era tan ordenada. Todo era de color blanco tal y como eran todas, absolutamente todas las camisas de Zhao Lin.

— Vamos te acompaño a tu habitación. — lo acompañé para intentar acomodarlo.

Lo recosté en su cama y lo arropé. Él cerró los ojos, parecía estar dormido. Estaba a punto de voltearme cuando sujeto mi muñeca.
 

— ¿Enserio te gusta tanto? — preguntó por segunda vez.
— Sí. — respondí, no era feliz al decir eso delante de él pero era verdad.
— Está bien. — sus ojos se cerraron y cayó rendido a su almohada.
 

Prepare un poco de café y busque en su alacena miel y limón. Me senté en una silla a su costado y cuidé de él. Pasaron algunas horas, ya tenía que irme.

Me levanté, cogí mi bolso y me volteé para salir de la habitación. No di ni un paso y sentí mi cintura era abrazada.
 

— Ya te superé. Sigamos siendo amigos. — dijo Zhao Lin.
— Los amigos no abrazan así. — dije con un tono gracioso.
— ¡Oh! Bien. — dejó caer sus brazos y me soltó. — Gracias por cuidarme. Y gracias por la miel y el limón. — Observó la mesa y siguió agradeciendo. — Y por el café, y por cuidarme.
— Ya dijiste eso. — bromee.
— ¿Te llevo hasta la casa de Xiaowu?— propuso con una mirada tierna.
— No es necesario.
 

|•|
 

Zhao Lin no se estaba rindiendo, solo estaba mostrando el otro lado de la moneda para acercarse a ella o al menos estar con ella.

Mientras tanto Xiaowu conocía a su Pequeña luna.

La emoción era opacada por la cantidad de emociones que tenía.

 

— ¿Es usted Xiaowu?— preguntó por quinta vez la joven.
— Sí, pero eso no importa. — dijo Xiaowu mientras la observaba con emoción.
— ¡Oh! Usa maquillaje para ocultar su rostro de las fans.— sacó una conclusión correcta.
— ¿Te gustaría pedir algo? — dijo Xiaowu.
— Pues… Me gusta un americano. — respondió.


No paso mucho cuando rompieron el hielo y lograron entablar una conversación amistosa.

Si eso se podía llamar amistosa, claro.

Aun así, Xiaowu no veía a través de la joven, solo veía lo que él deseaba ver. La niña de sus sueños, a pequeña luna.

 

«LA DECEPCION ES UN ESPECIE DE BANCARROTA: LA BANCARROTA DE UN ALMA QUE GASTA DEMASIADO EN ESPERANZA Y ESPECTATIVA.»




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.