Después de hablar Víctor con Augusto y conmigo nos vamos de su oficina. Siento que alguien me mira, es la chica rubia por la que le pregunte a Augusto. Le devuelvo la mirada. Me gusta como es , pero Augusto tiene razón no quiero lastimarla, mi trabajo es peligroso. Nos vamos del lugar hasta la casa de mi madre. Allí mi madre me dice que uno de los chicos está llorando y no quiere que nadie lo toque. Me acercó con Víctor. Este último me dice que puede ser por las pulseras que tienen. No puedo sacarlas tengo miedo de que lastimen a mi familia. Víctor trata de consolar a su hijo Marcos pero no puede.
El joven le pregunta ¿papá porqué yo tengo que usar esto y mis hermanos no? Víctor trata de explicar que es para proteger a la familia de los amigos de Augusto. Marcos no quiere lastimar a nadie. No controla sus emociones todavía.
Al escuchar esto Martín se siente culpable, el niño no controla todavía sus poderes. Debe buscar a alguien que lo ayude con sus poderes a el y su hermana.