Historias cortas

¿Amigas? (2da parte)

De acuerdo, Geraldine, debes calmarte y actuar de lo más relajada posible. Todo va estar bien, solo debo de saludar de forma casual. ¿Acaso he comenzado a transpirar? ¡Oh por Dios, mis manos están sudando! ¿Qué demonios debería hacer si quiere estrechar su mano? Él sentiría mi asquerosa, nerviosa y transpiraste mano, ¿qué podría ser peor que eso? ¡Respira, Geraldine, parece que te va dar un ataque de pánico! Solo debo responder, ya me está mirando como si estuviese loca.

-H-hola—. Salude nerviosa y me maldije por responder de tal manera.

-Eres la chica que se distrajo en clase del profesor Newman, ¿Cierto?—. Después de todo sí que tuve mala suerte y lo noto. ¿Quién podría culparme? Odiaba las clases de química ya que realmente apestaba en ellas, y yo hacia todo por distraerme en aquella clase. Además el tipo más atractivo que jamás había visto pasó justo frente a mí en ese momento.

-Esa soy yo—. Fue lo único que logre balbucear—. Por cierto, soy Geraldine—. Sentí una extraña necesidad de presentarme.

-Soy Isaac—. Se presenta el chico con una encantadora sonrisa.

-Y yo Geraldine—. Volví a balbucear, ya que estaba perdida en su coqueta sonrisa. Escuché como él se rio por ello. Carajo, ¡concéntrate, mujer!—. ¿Vienes muy seguido por aquí?—. Llevaba bastante tiempo, toda mi vida prácticamente, viviendo en aquel barrio y jamás me había topado con él ni de cerca—. Jamás te había visto.

-No, la verdad es que me acabo de mudar—. Vaya, eso lo explicaba—. ¿Tú vives por acá?

-Bueno, creo que eso es bastante obvio—. Respondí sin pensar y creí lograr ver como se avergonzó por haber preguntado eso—. Quiero decir, sí, vivo en esta colonia.

-Así que tengo por vecina a una chica distraída para clases de química—. Habló en tono burlón—. Eso es interesante~—. Canturreo con respecto a ello.

No sé exactamente qué clase de reacción formaba aquella extraña frase en mí. Me daba un pequeño escalofríos en toda mi espina dorsal, como una especie de corriente eléctrica inofensiva que la recorre; además de eso, sentí un revoloteo en mi estómago que me incomodo junto a una leve presión en mi pecho. ¿Cómo es posible, que esta persona logrará tantas emociones y reacciones en mí con unas escasas 3 palabras?

Sonreí con nerviosismo por reflejo, obviamente él hizo lo mismo, pero la sonrisa que me había de vuelto parecía ocultar algo más que no había logrado comprender con totalidad. Otra cosa que provocó una reacción, aunque esta vez sea de intranquilidad.

Consiguiente a esto, continuamos hablando de distintas trivialidades; es cierto que cada uno tenía distintos gustos, pero éramos una especie de agua y aceite, hechos el uno para el otro. Pese a todas esas cosas incomodas, que me hizo sentir al principio, al final, terminó siendo alguien interesante y 100% atractivo para mí.

Regrese a mi casa dando pequeños saltitos, y mis ánimos estaban hasta los cielos, a pesar de que mi madre me esperaba molesta por la tardanza, no me importó; mi mente sólo pensaba en una sola cosa...

¡Isaac!

Corrí escaleras arriba hacia mi habitación y me encerré en mi cuarto después de un regaño por parte de mi mamá. Saque de mi mochila el cuaderno para dibujos que tenía, y continúe con aquel bosquejo sin terminar de la última vez. Comencé a borrar algunos trazos, no me estaban agradando, él era aún más perfecto de lo que se lograba apreciar en mi dibujo. Tenía los labios un poco más suaves y carnosos de lo que se veía en el retrato que había realizado, sus ojos eran más profundos y tenían un misterio emocional de trasfondo.

¡Debo hacer bien este trabajo! ¡Debería ser tan guapo y atractivo como lo es él en la realidad!

Fue hasta entonces que detuve mi lápiz sobre aquel dibujo, me quede un par de segundos razonando todos los pensamientos que habían azotado en mi mente. ¿En verdad comienzo a idealizar demasiado a este sujeto? ¿Qué mierda es todo eso de que él es completamente perfecto? Nunca me habían flechado antes de tal manera, mi cerebro comienza a soltar demasiadas dopaminas de más.

Carajo…

Esto se está saliendo de control.

 

[Días después]

 

Venia saliendo de mis clases de historia, por lo que finalmente tenía un intermedio para descansar y pasar tiempo de calidad con mis amigos. Se supone que vería hoy a Kenia, pero apenas toca el timbre ella sale huyendo para ver directamente a su “novio”, ya que finalmente me dijo que formalizó dicha relación; la cosa acontece, en que yo aún no he conocido al susodicho y Kenia ni siquiera parece intentar presentármelo.

Harta por ello me decidí alejar y pasar mis recesos con Frank e Isaac, ya que son una mejor opción. En realidad, aun no le he hablado a Kenia sobre este último, pero debido a los pocos encuentros tampoco es como si hubiese encontrado el momento idóneo, ella solamente habla de su “increíble novio” y no me deja siquiera abrir la boca.

Bufo ante el simple pensamiento olvidando por completo que una persona me estaba observando. Él me mira confundido, mientras dejaba de lado su sándwich, que se encontraba almorzando, y le devuelvo una sonrisa nerviosa una vez que caigo en cuenta.



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En el texto hay: romance, amistad, tracion

Editado: 19.01.2023

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