Observaba a la novia desesperada por redención, observaba mientras ella saltaba charcos para no ensuciar el vestido nuevo que la hacia lucir espectacular, observaba...a la ira en su interior...
Las calles estaban desiertas por la fria lluvia que caia en forma de pequeñas agujas sobre el asfalto, las mismas que pinchaban la piel de Jud que trataba de esquivarlas para llegar lo mas rapido posible a su casa. Hoy tenia una cena importante que no debia salir de nunguna forma mal; habia comprado los ingredientes perfectos para la ocasion y se habia llenado de valor para por fin comprar ese vestido que tanto le resaltaba aunque para ella resultara un poco revelador pero hoy se habia dispuesto a ser diferente. Incluso habia comprado lenceria. La nueva Judit seria atrevida, sensual y divertida. Seria todo lo que él le habia reprochado que no era.
Habian pasado ya dos semanas desde el dia en que habia encontrado a Conrad en la sala de la casa, desnudo embistiendo a una de sus alumnas de la facultad de Artes de la universidad donde trabajaba, hace dos semanas habian tenido la pelea maxima de su relación. Él no habia tratado de negarlo muy al contrario de las demás personas, él habia continuado incluso cuando Jude habia llorado, incluso cuando ella se habia ido de casa. Solo cuando Conrad y su joven alumna habian terminado en el extasis fue cuando él la busco.
Le habia dicho que no debia culparlo por sentirse atraido por otras mujeres cuando ella era desgarbada y aburrida, él dijo que necesitaba diversión, emoción y sensualidad, no a alguien como Jude que pasaba las horas interna en sus investigaciones, siempre con ropa que cubria la mayor parte de su cuerpo, él no necesitaba a alguien como Jude que se negaba a tener sexo.
Pero toda esa discusión la habia aceptado, ella era la culpable de su traición, ella era tan diferente a él pero eso iba a cambiar. Ella iba a cambiar y por eso habian planeado esta cena de reconciliación donde ella se presentaria ante él como alguien que llenara sus expectativas. Hasta el momento todo iba bien, la crema tenia la perfecta consistencia, la pasta tenia la textura que encantaba a Conrad, todo iba maravillosamente hasta que Jude vio un destello porpura cuando iba a tomar algunas especias de la alacena. Ella se acerco a la esquina de la barra de la cocina, ahi en la pequeña oscuridad encontro un pedazo de tela purpura, que al descubrirla completamente se dio cuenta de que eran bragas. Su respiración se acelero, su sangre corria frenetica, la vista se le nublaba por las lagrimas que no pudo distinguir a la sombra que ahora la acechaba.
Observaba a la novia, observaba la verdad que ella queria negar, pobrecilla, se habia esforzado tanto, pobre pequeña alma desgastada...no te preocupes, yo te acojere...solo mirame a mí...
Judit levanto la vista lentamente y aunque sus ojos seguian empañados por las lagrimas pudo ver finalmente. Veia a Conrad, estaba sentado en el sofa favorito de Jude donde ella leia cada momento que tenia libre, él estaba sonriendo a la chica que tenia encima, su mirada era calida, llena de exitación. Sus manos recorrian hambrientos el cuerpo joven y suave que se servia frente a él, las manos que alguna vez la acariciaron a ella. Jude no pudo evitarlo, cuando vio a ambos fundirse en un beso apasionado e inalcanzable sus lagrimas dejaron de caer, al igual que su paciencia.
Suavemente tomo el cuchillo mas largo y ancho que tenia, el mango de madera se aferro a su mano dandole la bienvenida, los latidos de su corazón se normalizaron, poco a poco dejo de llorar. Se levanto del suelo aspero con suavidad y elegancia, su vestido no podia mancharse más, era caro y la hacia lucir espectacular incluso mientras se acercaba a Conrad. Poco a poco los sonidos que los amantes descargaban le parecian atractivos, el suave golpeteo habia comenzado y su danza de sexualidad ayudaba a cubrir sus pasos. Se acerco por detras del sofa asi que cuando la chica de pelo oscuro levanto la vista pudo ver como Jude le asestaba el primer golpe. Luego el segundo y el tercero, y todos los demás.
Judit salio de su ensueño al escuchar la puerta principal abrirse, los zapatos de Conrad sonaban a la par de sus risas, una era calida y juvenil, la otra era aspera y somnolienta. Jude seguia en el suelo de la cocina, las lagrimas se habian secado, las voces se escuchaban más cerca asi que tomo deprisa el cuchillo que habia usado para la comida, era el más largo que tenian...Conrad nunca se lo esperaria pero ella le habia prometido ser diferente.
Observaba, la novia era valiente. Observaba, la novia se escondia. Observaba, la novia era alimento. Observaba, la novia se teñia de rojo.