Historias de una muerte lenta.

Cristina.

-Entonces ¿estas bien?- le preguntó divertida. 

-Por supuesto, no hay nada que no pueda manejar y tú lo sabes mejor que nadie. Linda miraba fijamente su rostro palido, aún tenía rasguños marcados y sus ojeras eran grandes manchas moradas, ella siempre había odiado eso de su mellizo. A Cristina se le notaban demasiado los golpes, incluso un pequeño rasguño, un pequeño daño, se volvia innecesariamente grande por lo que nunca pudo esconder nada. Mucho menos las golpizas de su esposo.

-Claro, sé muy bien lo que puedes hacer por eso te pido ayuda. 

-Cristina...-  Era su mejor amiga desde siempre y la más querida de toda la familia, ella había tenido todo lo que una vez soñó. Incluso todo lo que el mundo podria soñar, lujos, comodidad, fama y una maravillosa familia y Cris lo había dejado todo por un hombre de sonrisa ladina. Nadie pudo encontrar una razon logica, así que concluyeron que había sido el tan ansiado amor pero aún así, se había apartado de todo el mundo. Esta era la primera vez que la había visto en meses. - Esta bien, te ayudare. Pero sera lo unico que hare por ti ahora.

Ella sonrió maravillada. Apesar de las manchas oscuras en su piel de porcelana, apesar de su demacrado cuerpo. Todo en ella se ilumino con esa sonrisa. 

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-Emergencias ¿qué necesita?

- Estan persiguiendome.

- ¿Dónde se encuentra ahora?

- En la calle Tejeda, número trescientos catorce....

-¿Señor? ¿disculpe? Le enviaremos ayuda de inmediato.

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- ¿No fue muy complicado verdad? Para ti nada es complicado, sabía que podia confiar en ti.

-Bueno debo admitir que realmente soy buena en esto. Aunque tú bien pudiste haberme ayudado un poco ¿no lo crees? Dame la franela azul por favor.

Cristina estaba sentada en el escritorio favorito de su hermana. Ambas habían compartido interesantes aventuras de niñas, habían sido compañeras de colegio todos los años necesarios pero despues de su matrimonio la distancia se habia marcado. Pero cada vez que algo andaba mal sabía que podria contar con ella porque su conexion era infinita. Se levanto y le entrego la franela  -No creo que fuera necesario, solo estorbaria. Pero si eso quieres podria hacerlo la proxima vez.

-Cris, no hay proxima vez. 

- Eso dices siempre. 

-Esta vez es diferente. 

-¿En verdad? 

Linda no respondió.

-Lo sabía. Por cierto conocí a alguien. Es completamente diferente del patan anterior.

-Ah por supuesto eso mismo dijiste del primero. Luego llegaron los problemas y decidiste que debia ocuparme de él.

- Era un maldito, él no se compara a Matthias, él tiene una hermana. Eso significa que es comprensivo.

-Como sea deberia apurarme tengo una reunion a las seis.

-Cierto. Entonces por exclusiva ocasion te ayudare. ¿Qué debo cortar primero?

  



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En el texto hay: miedos, cuentoscortos, terror miedos suspenso

Editado: 24.03.2020

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