Algunas historias

### 1. **El Aliento de la Noche**
En la penumbra donde susurros y sombras
se entrelazan, la noche despliega sus alas.
Los ojos del miedo en la oscuridad asoman,
almas perdidas que donde el viento desfala.

Las estrellas titilan, pero no traen consuelo;
una bruma helada viaja en erguido anhelo.
De entre el susurro del viento que se arrastra,
un aliento oscuro se asoma y me abraza.

En el suelo, grabadas, las palabras resuenan
de aquellos que cayeron, de sus voces que suenan.
"Regresa al hogar", susurran como un canto,
en esa noche oscura que borra el quebranto.

Así sigo adelante, aun con el corazón tenso,
mi mente atormentada por un miedo inmenso.
El aire se espesa, no sé si avanza o retrocede,
la noche me envuelve, en su abrazo se cede.

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### 2. **El Hombre del Sombrero**
En la esquina oscura de una calle lejana,
un hombre aparece, su figura es temprana.
Vestido de negro, con un sombrero ancho,
su mirada penetrante, un brillo, un remancho.

Las luces parpadean, la creación titila,
y su risa sombría despierta la vida.
Mientras camino incauto, él me llama y sonríe,
sus ojos son abismos donde la locura brilla.

"¿A dónde vas, viajero? ¿Por qué huyes de mí?"
La sombra se alarga, no puedo salir.
Siento el frío gélido que envuelve mi ser,
y en un impulso fuerte, empiezo a correr.

Pero su risa resuena, persiste en mi mente,
cada paso que doy se siente latente.
El hombre sigue ahí, en la esquina sombría,
mirándome con ansias, alimentando la agonía.

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### 3. **La Casa de los Lamentos**
En un rincón del pueblo, hay una casa vacía,
sus puertas cerradas ocultan la agonía.
Las paredes desgastadas murmuran secretos,
de risas ya perdidas y gritos inquietos.

Una tarde de lluvia, la curiosidad me asalta;
dentro encontré ecos de una tempestad alta.
Las sombras se agitaban, la luz titilaba,
en cada esquina, un rastro de lo que quedaba.

Voces que lloraban llenaban el aire,
susurros lejanos traían desaire.
Con cada paso que daba, el frío aumentaba,
sentía en mi piel que algo me llamaba.

Al acercarme a un espejo cubierto de polvo,
un rostro conocido, mi propio desolvo.
Las lágrimas caen, atrapan su dolor,
en esa casa de lamentos, el tiempo es terror.

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### 4. **Los Susurros del Bosque**
Voy caminando en el bosque, con hojas en el suelo,
la atmósfera es densa, el aire no es puro.
Los árboles murmuran historias de antaño,
de almas perdidas, del eterno desgano.

Un silbido extraño me hace detener,
las sombras se alargan, su rugido es poder.
Los pájaros han callado, el viento se ha ido,
y en esa quietud, el miedo me ha seguido.

Los susurros me envuelven, "ven, ven, huésped,"
prometen verdades que mi mente no reste.
Doy un paso adelante, la oscuridad juega,
en el corazón del bosque, la muerte despliega.

Mis piernas titilan, ya no puedo volver,
las sombras me abrazan, no hay nada que hacer.
En el laberinto verde, el eco me reclama,
y en la profundidad, la vida se desarma.

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### 5. **El Último Suspiro**
En una fría noche de agosto, la luna brilló,
un brillo inquietante que el tiempo terminó.
En la lejanía, el eco de un lamento,
era un último suspiro que traía al tormento.

Un viejo en la calle contaba su tragedia,
sus labios temblaban en busca de su remedio.
Nadie lo escuchaba, las sombras lo abrazaban,
y el viento se llevaba sus historias quebradas.

Los transeúntes corrían, ignorando el dolor,
perdidos en sus miedos, ahogando su clamor.
Mientras el viejo lloraba por un amor perdido,
el eco de su lamento quedó en el ruido.

Noche tras noche, el lamento persistía,
y los corazones ligeros no lo entendían.
El último suspiro se fundió en el aire,
un grito de auxilio que nadie quiso oír.

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### 6. **El Eco de los Muertos**
En la noche oscura, donde el silencio pesa,
las almas caídas buscan una belleza.
Un eco distante se siente en el viento,
las voces del pasado en tristes lamentos.

Caminé entre tumbas, entre flores marchitas,
susurros de familia, de vidas benditas.
El viento se volvió un profundo lamento,
y en cada paso, un corazón en tormento.

"Vuelve, hijo amado", decía la brisa,
"nuestro amor perdura, la vida es la prisa".
Sentí mi garganta apretarse con deseo,
quebrar la barrera que separa este paseo.

Pero el eco seguía, suave y tenaz,
fuera de tiempo, fuera de paz.
Las almas caídas deambulan sin rumbo,
en el eco de los muertos, mi voz se hace hondo.

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### 7. **Los Ojos de la Oscuridad**
En la penumbra nocturna, los ojos observan,
figuras ansiosas que oscurecen y muerden.
La oscuridad guarda secretos olvidados,
en el aire fresco, susurran sus lados.

En la calle solitaria, siento los escalofríos,
mi corazón late fuerte, ante los sinterfugios.
Desde las sombras emergen, me llenan de miedo,
sus miradas brillantes, indelebles, enredo.

Camino más rápido, el eco me ataca,
sus pasos se acercan, el miedo me rasca.
Soy presa de la noche, de los ojos voraces,
que en cada rincón hurgan, de sus osadas frases.

Las sombras se disipan, pero aún quedan,
los ojos en la penumbra, que el alma envenenan.
Nunca escaparé de su frío abrazo,
en la noche eterna, ellos son mi lazo.

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### 8. **El Faro del Fin del Mundo**
En la costa helada, un viejo faro se alza,
su luz titilante, la tormenta lo abraza.
Historias de marineros, ecos de naufragios,
las olas susurran secretos de ostentación y halagos.