Prólogo

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Hubo rumores de que en cierta región de Oversha residía un hombre cuyos dones eran capaces de vencer a cualquier demonio, que podía manifestar el infierno en un tronar de dedos y llevarte al cielo si era su deseo. Eso captó la atención de los codiciosos hechiceros de alta alcurnia, así como la de los directores de importantes escuelas de hechicería; tanto leales a los orígenes, como la de las más corruptas.

La magia, que aunque era imposible manifestarla de forma pura y directa, se había hecho accesible para ciertas personas en el mundo. El miedo irracional del hombre atacó en cuanto estas singularidades fueron reveladas, y con el paso de los siglos estas personas que fueron bendecidas por algún supremo sobrenatural se fueron extinguiendo.

A ellos les llamaron: equilibradores. 

Personas cuya misión otorgada para la aceptación de su supervivencia era mantener el equilibrio entre el bien y el mal, deteniendo las oscuras intenciones de mentes perversas y los temibles monstruos que eran creados desde las emociones más sobrias. Así fueron establecidas las escuelas de hechicería, y pronto ser hechicero se convirtió en una oportunidad en vez de una condena; en el mayor de los casos.

Sin embargo, así como surgieron estas singularidades sin explicación lógica y se fueron halladas las formas de sacarle provechos benévolos, también surgieron males que se encarnaron a pieles y a mentes que pronto fueron corrompidas. Tierras fueron maldecidas, así como grandes poblaciones se vieron invadidas por tormentos desastrosos. Se convirtió en una forma de vivir para la humanidad, una forma mezquina y temible para todas aquellas personas incapaces de protegerse y ser protegidas, y un desafío para todas aquellas que contaban con las habilidades de luchar con ellas.

Cientos de años después, hoy en día la libertad es un derecho escaso en el mundo de los que pocos pueden poseer, la seguridad flaquea y los métodos de supervivencia son cada vez más agravios. Aquí es donde regresamos al principio, a ese rumor de la posible existencia de cierto hombre capaz de regresar al mundo a su estado original, así como contar con el poder de destruirlo por completo. Causando gran revuelo entre la gente por ser capaz de traer de vuelta la esperanza, se abría paso entre las bocas conectadas a las mentes más fervorosas.

Una fuerza se extendió por el mundo. Personas inesperadas se levantaron para luchar contra la causa, y una escuela que había estado quedando en el olvido trajo a los mejores guerreros para responder el llamado.

A ellos le llamaron: El legado de Hoja y cruz.