4 de junio 2018
¿Sabes Jerry? Llevo un rato leyendo las pendejadas que escribí ayer. Lo borraría todo, pero supongo que no tiene mucho caso, ¿Me equivoco? Sé que dijiste que no leerías lo que escribo aquí, pero me parece divertido llamarle como tú a mi diario, así que desde ahora será Jerry todo el tiempo.
Si lo piensas bien, ni es tan raro. Este jodido cuaderno es como una extensión tuya y si le pongo nombre no me siento tan idiota. Las opciones eran Jerry y Eustolia.
Hoy fue una señora con ese nombre a la floristería y no la vi llegar. Ivy me reclamó porque me encontró en la bodega jugando al Candy Crush en el teléfono. Nunca entiende cuando necesito un respiro. Hoy me dijo que no me paga por respirar y luego me habló de las reservaciones para sus vacaciones como si fuéramos mejores amigas. Tal vez yo tenga ansiedad a veces, pero Ivy es el colmo de la bipolaridad.
Eso es lo más interesante que puedo decirte de hoy. ¿Ves lo miserable que es mi vida?
Le dije a mamá que quería renunciar y luego la escuché preguntándole a la vecina cuánto cuesta empeñar una Xbox. En conclusión, no dejaré el trabajo. No hay más opción que aguantarme a Ivy otro rato.
Suerte que tu no tienes una Ivy.
Editado: 18.04.2022