Hola, Sr Alfa

Capítulo 13 : La felicidad es relativa

Hagamos una nueva mezcla de sabores nunca probados , mezclemos rabia con desesperación y luego añadamos un poco del amargo sabor decepcionante de aquello que tanto angustia nuestras vida . Creemos la bebida perfecta , con un sabor agrio a lo que nunca pudo ser y dulce a lo que tal vez en algún momento podrá suceder , luego en la boca de los más lamentables coloquemos esta explosión de vivencias y bajemos los aires de aquellos que dicen que su vida es incluso más complicada 

 

Jay que beber cada noche una copa de este zumo del más oscuro Edén antes de dormir mientras se ahoga cada día más en la locura y el odio . Su estómago es un mar de mil pirañas que lo consumen de dentro hacia afuera , su cabeza un carrusel dando vueltas por segundo sin siquiera detenerse . Sus manos juegan nerviosas con el volante del carro , su pie quiere tocar el acelerador y perderse en la distancia donde solo agua se ve , la rabia lo drena por completo y el calor del momento se comienza a convertir en la sentencia de muerte de quien se cruce en su camino 

 

¿Cuánta agua hay en el desierto? Se pregunta una y otra vez , ninguna , sin embargo hay tanta frente a sus ojos , hay tanta sin poder contar , sin embargo la valentía no lo aguarda . El miedo tiene algo de verdad incluso si alguien piensa que no es cierto , la hora de su muerte aún no llega , sin embargo sangre corre por sus manos luego de que en alguna jugarreta del destino el auto deportivo se haya estrellado contra un árbol cerca de la playa 

 

— Maldita sea — maldijo bajándose a zancadas del vehículo 

 

Todo es silencio a su alrededor y le molestas porque las voces en su cabeza se tornan más violentas y descabelladas con cada minuto de esa paz interminable que rodea todo ese lugar 

 

¿Qué debemos hacer cuando el mundo está jugando en nuestra contra? 

 

— Estoy apunto de morir — el palpitar comienza a aumentar , todo está nublado a su alrededor, hay algo de niebla , tal vez el cielo , tal vez el infierno 

 

Es demasiado abrupto todo , tan oscuro y a la vez tan lleno de vida . Las emociones son algo fascinante, el ser humano ni siquiera sabe de donde salen pero están allí como una botella de champán apuntó de explotar ellas están escondidas . Rabia , dolor , felicidad , angustia , decepción y desesperación ¿Que hacer cuando la copa está servida? Beberla 

 

Jay se sienta en la orilla de la playa mientras intenta alejar todas las preocupaciones que están absorbiendo su energía , concentra su atención en la luna mientras intenta calmarse . El aire juega en su nuca , tal si lo desea con fuerza esa fuerte brisa logrará que cada uno de sus malos pensamientos lo abandonen , pero nuevamente Jay es débil y deja que toda esa basura inunda su vida . Él necesita romper esa cadena y abandonar ese juego que desde el principio estaba perdido pero simplemente siempre que ve a su padre siempre hay algo en su cabeza que le recuerda que no es nada , como una voz echa en su subconsciente para recordarle cuál es su lugar y odia eso 

 

— Patético — se dice así mismo — Mi padre tiene mucha razón al llamarme hombre patético incluso Kitae tiene algo de verdad en sus palabras — se odia así mismo ¿Cómo podría amar a alguien más? Ni siquiera merece el amor y la admiración de Hana 

 

Hace algún tiempo sin que se diera cuenta una cascada de suaves gotas saladas están descendiendo por sus mejillas . Llorar es algo bueno , deja que su corazón se fortalezca de nuevo . Y entonces esa noche , Hong JaeYeol volvió  hacer aquel niño de seis que lloraba a escondidas cada vez que sus padres lo ignoraban 

 

En el penthouse Daniel se sentó esa noche en la mesa sin compañía alguna , aunque intrigado por la ausencia de Jay que nunca faltaba a la cena , su boca no preguntó nada , no quería que hubiera un malentendido que llegara a los oídos del Señor Hong 

 

— Señor Daniel ¿Necesita algo más? — preguntó la sirvienta 

 

— No , gracias — exclamó , había un poco de amargura en su voz . Aunque no quisiera aceptarlo su corazón está inquieto por el hecho de toda esa soledad , por el hecho de la ausencia de esa persona 

 

La sirvienta se marchó , Daniel volvió a quedarse solo completamente . Hay muchos manjares en la mesa pero Daniel se sirve algo modesto y lo mastica en silencio , la comida de hoy es extrañamente insípida y sin algún tipo de gracia más la del hermoso emplatado 

 

— La noche está demasiada oscuro hoy a pesar de que la luna está fuera — se dice mirando el escenario por la ventana luego de haber terminado su cena 

 

Hay algo de preocupación en su corazón . Se pregunta por Jay , nunca llega tarde a la cena . La sirvienta lo ve en su ceño y quiere acercarse a comprobar si está bien , sin embargo el timbre suena y el mayordomo se precipita a la puerta y la abrió encontrándose con la escena 

 

— Por Dios — Daniel casi grita luego de ver la escena antes sus ojos , Jay con toda su camisa manchada de sangre — ¿Que te paso? ¿Estás bien? — corre hacia él, hay una preocupación sincera en sus mirada , Jay lo miró y su corazón hace algo impensable , aletea durante un segundo , luego él mismo se siente desagradable 

 

— Tuve un pequeño accidente , nada de que preocuparse — explica , Daniel no piensa dejar que eso se acabe ahí 

 

— Señora — llama a la sirvienta — Puede traerme un botiquín de emergencia — la sirvienta asiente , Jay se sienta y le pide una copa de vino al mayordomo que corre a toda prisa a buscarlo 

 

Daniel observa a Jay por un momento antes de que la sirvienta vuelva con el botiquín en la mano 

 

— ¿Puedo? — pregunta primero por el consentimiento, Jay da un ligero signo de asentimiento, está demasiado cansado esa noche para preocuparse en ese momento por el niño de ojos bonitos que actualmente vive con él 




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