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Jimin estaba corriendo por los pasillos de la universidad mientras preguntaba a algunos estudiantes que se encontraban fuera de sus salones, si habían visto a Taehyung, estaba desesperado, el pelirojo se veía demasiado destrozado cuando tocó la campana de receso y salió casi volando del salón.

¡Taehyung! - gritó cuando estuvo ya en la azotea, era el único lugar que quedaba - ¡Maldita sea! - gritó pateando la puerta enojado -

¡Jimin! - Tae apareció abalanzándose sobre el peli negro - Tenías razón, siempre la tuviste... - sollozó con fuerza, mientras Jimin lo rodeaba también con sus brazos - Él solo estaba jugándome una maldita broma, Jimin...Debí quedarme con MinHo...

No importa eso ahora... - lo consoló - ¿Quieres que llame a tu madre, bebé?

Si... - se separó - Sólo quiero irme a casa... - su nariz junto a sus ojos estaban totalmente rojos -

El peli negro asintió soltando un suspiro y tomando su mano para salir de ahí.


 

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Hoseok se había perdido las tres primeras clases, su corazón dolía y sus lágrimas ya habían abandonado sus ojos hace mucho, estaba en el lugar donde siempre se la pasaba con Taehyung hablando, riéndose e insultándose.

Había hecho una estupidez, lo sabía muy bien, pero él no podía aguantar el dolor que tenía en su pecho al enterarse lo que su padre había hecho. Su madre se lo había dicho de la manera más cruel que había, no supo como reaccionar, talvez había podido hablar con Taehyung y evitar todo lo que había pasado, pero no podía, había roto el corazón de su ahora ex novio recordándole cosas que no debía ni pensaba.

Soy un comoleto imbécil... - arrugó la pequeña carta que tenía en la mano - 
 

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Taehyung se encontraba dormido sobre su cama hecho bolita, cubierto con muchas mantas, su corazón aún no había dejado de doler y las lágrimas de sus ojos ya se habían secado.
 

Se lo dije señora Kim. - suspiró Jimin a través de la línea - Jung Hoseok no es ni será bueno para Taehyung, nunca. 
 

Esta bien, Jimin. - respondió secando sus manos mojadas con un trapo - ¿Has visto a Hoseok ahora?
 

Él está con sus amigos. - gruñó - Lo odio, quiero golpearlo más. 
 

Jimin, dile que venga a casa, necesito hablar con él. - Jimin soltó un grito de confusión - Park Jimin, acabas de romper mi tímpano. 
 

¿Se está escuchando, mamá? - habló Jimin llamándola por el apodo que le puso - 
 

Si quieres puedes llevarte a Tae, pero yo tengo que hablar con él. - dijo para luego colgar la llamada - 
 

Suspiró cansada dejando su celular sobre el sillón, subió las escaleras y entró a la habitación de su hijo. 
 

Taehyungnie~, ven a cenar. - acarició su cabello - 
 

No tengo hambre... - murmuró - Quiero estar solo ahora, mamá... 
 

Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras, bebé... - Tae abrió los ojos mirándola - 
 

Si papá estuviera aquí...talvez pueda sentirme mejor... - sus ojos estaban hinchados, pero aún se reflejaba la tristeza en ellos - 
 

Bebé, papá no estaba bien, lo sabías. - lo tomó por las mejillas - 
 

Taehyung se incorporó abrazando a su madre en el trayecto, quién le devolvió el abrazo, ya no tenía lágrimas para seguir llorando. 
 

Las horas pasaron volando, la puerta de la casa fue tocada y la señora Kim se levantó para abrir, Taehyung se había quedado dormido en la habitación de la mayor. 
Cuando llegó a la puerta y la abrió, abrazó al chico frente a ella, quién terminó llorando sobre el hombro de la mujer. 
 

Comencemos con la cuenta regresiva para el capítulo final, 3...