Honest (editando)

Capítulo 86

—¡¿Qué?! E-esas son cosas m-muy graves, Cris. Asesinar... ¡¿Qué?! 
—Sara, yo no quería hacer nada de esto... 
—Por varios asesinatos te refieres a… ¿Tienes algo que ver con la muerte de los padres de Alex? ¿Con la de Ana también? 

Desvió la mirada. Ahora si voy a entrar en pánico. 

—¡¿Qué hiciste, Cris?! 
—¡Yo no quería que esto pasara! —exclamó al cerrar los ojos con fuerza—. ¡Supe lo que pasó con los padres de Alex, lo supe todo el tiempo! ¡Mi padre fue quien los asesinó, pero soy cómplice por saberlo y no decirlo! —miró el suelo cabizbajo después de suspirar para intentar calmarse—. Yo no conocía a Ana, solo la ayudé a llevar sus compras a casa una vez, no me di cuenta que mi padre me seguía y luego... —se llevó las manos en la cara y la cubrió por completo—. Yo no quería que esto pasara —musitó con la voz cortada. 

Soy capaz de detectar el arrepentimiento mezclado con miedo en sus palabras, su cuerpo tiembla y su respiración es agitada. No sé qué decir, pero empezar a reclamar no es una opción. 

—Bueno, pero... eso no es tu culpa, t-tú solo la ayudaste, no eres cómplice... 
—Eso no es todo. Yo... yo ayudé a que inculparan a Alex por la muerte de Ana. 
—¡¿Qué?! Pero, la pistola... 
—Yo fui quien la metió en su casa. 

Por más que trato este chico no me da oportunidad de mantener la calma. Habla y salen más cosas que me perturban la cabeza. 

—Mi padre me ordenó ir con Alex y meter el arma en su casa a como de lugar, pero cuando estuve frente a él… me arrepentí de todo. Quise irme y no hacer nada más, pero me desmayé y cuando desperté ya estaba dentro de su casa. Alex me ayudó y yo le hice esto... 
—¿Por qué, Cris? ¿Por qué lo hiciste? 
—¡Porque soy un cobarde! No tengo el valor de enfrentar a mi padre, no tengo el valor para ir en su contra y ahora va ir por Alex. 
—P-pero eso no es posible, Alex está oculto, solo Josh y los otros saben donde está, ¿cómo sabría... 

Me miró arrepentido, caí en cuenta y me levanté para alejarme de él: 

—Tú le dijiste... 
—No —reaccionó alterado y se puso de pie. 
—¡Tú le dijiste lo que te hablé! 
—¡No! Yo no... 
—Creí que querías ayudarme —reclamé a punto de empezar a llorar. 
—Sara, por favor... 
—Josh tenía razón —me miró asustado—. ¡Eras un sospechoso y tenía razón! 
—Sara, por favor, escúchame... 
—Por eso no querías que saliera por la puerta —entendí al recordar el momento—. ¡Todo era parte de tu plan! 
—¡No es así! ¡No quería que salieras por ahí porque mi padre podría verte! Dejando de lado el hecho de que no tengo permitido invitar a nadie a casa sin su permiso, iba a reconocerte. Te fuiste por la ventana y evité eso, pero estaba escuchando todo detrás de la puerta. Escuchó todo lo que me dijiste y dedujo en dónde podría estar Alex. Yo no sabía que estaba escuchando, yo... yo quería ayudarte. Incluso insistió en que le dijera tu nombre, quería saber quién eras, pero no se lo dije. Me libré como pude. Solo quería protegerte, no quería que él fuera contra ti y ahora... —inhaló y exhaló para poder continuar con la explicación—. Escapé de casa y vine contigo. 

¿Cómo se supone que reaccione a todo esto? Es demasiada información para procesarla en tan poco. Además, ¿cómo se procesa algo así? 

—No te voy a pedir disculpas por lo que hice porque no las merezco, pero quería que supieras la verdad —se sentó en la cama derrotado, angustiado y sin ganas de pelear más—. Eres mi amiga y no sé en quién más confiar ahora, no tengo a quién más recurrir, no sé qué más hacer. Estás en todo tu derecho de odiarme, no me merezco ni un poco de compasión. 

¿Qué se supone que debo hacer? Conozco a Cris, sé cuando dice la verdad y se ve muy, muy arrepentido por sus acciones. Escuché todo lo que Josh dijo y lo entiendo, pero a mí nadie me va a sacar de la cabeza que Cris es una buena persona. No importa que me haya confesado todo esto, él no es el malo y lo que menos necesita ahora es que yo me ponga en su contra. Él siempre me ayuda cuando lo necesito y ahora es mi turno de regresarle el favor. Me senté a su lado y apoyé mi mano sobre su espalda. 

—No te odio, nunca lo haría. Admito que estoy sorprendida y... sin palabras por todo lo que me dijiste, pero no por eso te voy a odiar. Viniste aquí porque estás desesperado y yo te voy a ayudar. 
—¿Y qué podemos hacer? —no se atreve a mirarme. 
—Aún no es demasiado tarde para arreglar las cosas. Tienes algo muy valioso en tus manos, la verdad. Puedes ser testigo, puedes declarar en contra de tu padre y defender la palabra de Alex. La policía lo está buscando, todo apunta a que él es el asesino, pero si tú hablas y acusas a tu padre, Alex puede salvarse. Sé que suena muy drástico, pero él es el responsable de todas esas muertes, no Alex y tú tampoco. 
—Pero, ¿cómo lo haremos? —más que dispuesto se ve asustado. 
—Si encontraron a Alex tendremos que actuar rápido. 

Dije que no me iba a meter más en esto, probablemente Josh siga enojado conmigo, pero si no puedo hacer algo por Alex lo voy a hacer por Cris. 

—Tenemos que acudir con Josh y los otros. Él me regañó por buscar a Alex, supuso que podrían encontrarlo y por lo visto no se equivocó. Pero estoy segura de que Alex está a salvo y es muy probable que esté con ellos. Tienes que decirle la verdad, Cris. Vamos, debemos ir ahora —me puse de pie y lo tomé de la mano, pero no se movió. 

Se quedó sentado en la cama, me ve con miedo y puedo sentir su nerviosismo. 

—No te preocupes, yo voy a estar contigo. Estoy de tu lado —sonreí. 
—Gracias, Sara —sonó un poco aliviado. 

Lo abracé con la intención de calmarlo lo más posible, está muerto de miedo y lo entiendo. Lo que va hacer no es nada fácil, pero esconder la verdad no va a ayudar en nada, solo se desgasta a pedazos. 

—Vamos, esto aún tiene remedio. 
—Está bien —tomó su chamarra, yo tomé la mía y emprendimos el viaje. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.