Las cosas cambian de repente en el gran castillo de Krassa. Se presenta el ejército de la ciudad Viyna. Este está en contra del reino de Krassa, porque han matado a un trabajador de su reino. Quiere venganza y que mejor forma de quitar el territorio a la ciudad de Krassa y convertirlo en el suyo. Destruir todo el castillo y quedarse con la nueva princesa para su reino.
Lesya se vuelve loca, planea alguna salida para que esta guerra no ocurra o mejor dicho, para que ella no le afecte. Sabe que si no tiene esposo, la guerra se para por un momento y si tiene que pasar esta guerra recae sobre su sobrina Lera nada más casarse con el príncipe de Elegido.
Por lo tanto, envia una carta urgente de que venga el príncipe Elegido a casarse con su sobrina. Tras recibir correspondencia pronto dando afirmación al compromiso, Lesya le da dinero a un gran fiel servidor del castillo, llamado Artem, pidiendo un gran favor:
_Por favor, necesito que me hagas un gran favor para que nuestro reino perdure un poco más sin guerras. Necesito que se vista de soldado del reino Viyna y coja su espada y mate al rey Hadeon. Le daré 20000 monedas de oro y libertad. Le parece bien el trato.
_Si, Señora._dice inclinándose a la reina.
_Pues bien, Hadeon pasa por la tarde en la torre del homenaje sobre el atardecer. Espero que no me falles.
_Por supuesto que no, señora.
Mientras Lera pasa más tiempo con el capitán Andryi, que al recibir la noticia de que puede haber guerra con el reinado de Viyna se despide de ella.
_Espere, ya se va. Aún no he terminado de leer mi última poesia.
_Debo de ir lo más pronto posible. Vendrá un soldado en mi lugar para vigilarla.
_Espere, Andryi, debo decirle algo importante, por si esta guerra nos separa para siempre. Por favor, entienda que esto que le diga no le incomode, por lo menos deje que me exprese con total libertad. Andryi, todo este tiempo he sentido algo extraño, pero muy bonito cuando estoy a su lado. Gracias por darme todo lo que necesito de una persona, cariño, comprensión, alegría, delicadeza, paciencia, respeto, tolerancia y grandísima humildad.
_¿Qué me quiere decir con todo esto?
_¿Es tan malo decir que no habido persona así en mi vida?
_Señorita, baje de las nubes y céntrese en lo que estamos, pronto voy a lidiar en una guerra, tengo que dirigir todo mi ejército y me espera.
Lera le coge de la mano y le dice_¿Es tan malo decir te quiero?_No me juzgue, pero si no le veo más, entienda que es muy importante para mí.
_Lera, deje de decir esas cosas. Debo de protegerla, es mi deber. Usted es una dama, y no debe de decir esas cosas.
_Sólo le he dicho lo que siento, no estoy incumpliendo nada. Estoy condenada a hacer mi obligación. Sólo responda a una pregunta ¿Siente algo por mí?
_Lera_le mira los ojos_mis sentimientos valen de poco. Pero le diría, si no nos vemos, que es la mujer más espectacular que he visto y la mujer que siempre ha llenado el vacío tan grande que tengo. Quédese sólo con eso.
_Me alegro de que exprese su sinceridad hacía mi persona. Los dos se sueltan de la mano
Andryi y su ejército se dirigen hacia la muralla y otros soldados hacía las almenas. Tiran flechas con fuego hacía el ejército de Viyna, y éstos igual. Mientras el gran servidor de la reina, Artem, coge la espada de una armadura que hay en la esquina del pasillo, se esconde y cuando ve a Hadeon de espaldas, empuña bien la espada y sin pensarlo, la espada le atraviesa desde mitad de la espalda hasta el centro del estómago. Hadeon cae rotundo al suelo, el suelo queda ensangrentado y el gran servidor de la reina Lesya corre de inmediato a su puesto de trabajo. Al saber de inmediato la reina Lesya que su marido ha fallecido. Para la guerra con unas palabras:
_Reino de Viyna, no se puede luchar más, mi marido Hadeon, acaba de fallecer. Aquí no hay reino hasta que mi joven sobrina se case con el principe de Elegido. Ahora mismo, pido retirada, cuando haya reyes, seguirá la guerra.
Todos se quedan en silencio. Ya no se tiran flechas y la catapulta está parada. Hay una gran retirada, pero el capitán del reino de Viyna dice:
_Cómo diga, de momento nos retiraremos. Pero cuando entren los nuevos reyes, o hacemos un trato para firmar la paz o destruiremos este reino.
_¿Qué trato?_Dice la reina Lesya.
_O cambiaís las normas de matar a los trabajadores, o destruiremos el reino. En nuestro reino no se mata a nadie, hay muchos impuestos, si, pero no se mata a nadie. No somos asesiños, vosotros si que habeís matado a un trabajador de nuestro reino, y eso, se paga muy caro Señora y Reina Lesya.
_¡Las normas de este castillo no van a a cambiar para nada!
_Pues si así lo decide, habra guerra. ¡Vámonos, soldados, aquí no pintamos nada! Estaremos Vigilando.
Lera escucha todo desde la ventana de su habitación. Se queda asombrada por la muerte de su tio Hadeon. También escucha que en otros reinos, no hay violencia. Todo le parece extraño, ¿A caso esta familia es malvada? Los demás reinos no actúan con violencia.
Lesya va en busca de Lera, pero ella no quiere encontrarse con ella. Coge una antorcha del pasillo, baja por unas escaleras de caracol que la llevan a un lugar oscuro. Su susto que se encuentra con el capitán Andryi.
_¿Dónde va señorita?_dice intrigado.
_Me escondo de mi tía, pronto me va a decir que me case con el príncipe de Elegido. Y ahora mismo no quiero saber nada, la verdad. Espera.....¿Estos son los calabozos?
_Sí.
_¿Qué es lo que hay aquí, Andryi? ¡Ahhh!¡Son huesos!, pero con un vestido de realeza.... . ¿Sabes algo, Andryi.
_Creo...que debo de decirle la verdad. Sabía que algún dia iba a descubrir esto.
_¿Descubrir el qué?
_Señorita.....le voy a contar una historia. Hace tiempo, un rey murió por una batalla contra Elegido, la reina se quedó viuda y perdió todo su poder como reina, ya que la mujer no tiene permiso ni voto. En ese tiempo, todos eran felices, no había muertes, existía la caridad hacía los demás, se ayudaban unos a otros y se vivía una paz enorme. Pero, esta reina, al perder su poder, .......como le digo esto....Lesya junto con su marido interpuso leyes para esta ciudad y desde entonces todo cambió.