Andryi se encuentra en la cama de matrimonio del dormitorio del castillo, exhausto, sin fuerzas ni aliento. Tiene las muñecas fracturadas. Lera está destrozada al ver cómo su marido está tan mal. Al llegar el médico, Andryi se encuentra en estado grave, Lera, no para de llorar, acariciándole la mejilla una y otra vez.
Pasan los días y Lera convierte poco a poco la ciudad en un lugar habitable, sociable, amigable y sin violencia.
Todos los trabajadores dentro del reino están más contentos, son libres de hacer lo que quieran, ayudan a los ciudadanos de Krassa, como lo manda la reina.
Los ciudadanos de la ciudad pasan cada vez menos escasez de hambre y sed, tienen menos impuestos que pagar, todos los familiares de los ciudadanos que estaban en la cárcel están libres ahora y se reunen de nuevo con su familia, no hay muertes, hay médicos para todos y los animales son muy bien tratados, todo el mundo está más contento y más servicial. Crece las profesiones, cambia la arquitectura de los monumentos, salen nuevos pintores, inventores, ingenieros.... si otener un poco de comprensión y un poco de ponerse en la situación de al lado, es dar bienestar a la persona, imagínate en una ciudad, esa armonía crea igualdad entre todos y por supuesto felicidad.
Lera adora su ciudad y adora todo lo que en toda su vida, desde pequeña ha querido ver, un sueño echo en realidad. Felicidad, amabilidad, alegría, cordialidad, afecto, compañerismo en los ciudadanos. Lera está asombrada de cómo ha cambiado la triste y ruina ciudad de Krassa en una ciudad al que todo el mundo le encanta venir.
Pasan los meses y su marido, Andryi, sigue grave, el médico le da días de vida. Lera está angustiada, acaricia de nuevo a su marido en la mejilla una y otra vez:
"No me dejes aún. Te necesito en todo momento. "Tú me has enseñado a ser mejor persona, a salir de mi rebeldía, a aprender de esta vida y verla desde otra perspectiva, nadie me había sacado de este agujero sin fin. Todo te lo debo a ti"._Dice Lera llorando de nuevo.
Andryi despierta mirando a Lera dulcemente:
_¿Cuánto tiempo he estado aquí? Lera....no llores más. Siempre te he querido y nunca olvides lo que te voy a decir. Vales mucho, Lera. No estés triste porque haiga personas que no puedan apreciar todo lo que vales "No pierde más el que da amor, si no quién no lo recibe". Cuida bien de nuestro pequeño, es lo único que quiero, serás una madre estupenda.
Lera cierra los ojos y se descompone al ver cómo su marido se despide de ella, que daría ella por estar más tiempo con el amor de su vida. Lo único que le dice:
_Quiero hacerte saber que eres la persona más importante de mi vida. "Es un privilegio levantarse cada mañana y estar contigo. No he estado tan feliz desde hace mucho tiempo. Tú me has enseñado lo que es el verdadero Amor".