El mundo es un hospital de sordos
Que se mienten a gritos.
. . .
Hope Delacour.
¿Qué porque invite a Christian a mi apartamento?
No tengo ni idea, la cosa es que simplemente sentí que no podía decir no, aparte su hermana fue muy gentil.
Christian a salido a comprar comida china en el restaurante de aquí a la vuelta, mientras yo me quede con su hermana y mi abuela.
-Toma abuelita, come- digo poniéndole una taza de te con galletas en la mesa.
Ella comienza a comer sin decir nada mientras yo observo a la hermana de Christian, que si me preguntan son bastantes diferentes, lo único que comparten son los ojos, mientras que el cabello de ella es rojizo y el de Christian rubio, aunque también comparten el mismo tipo de contextura delgada y bien formada.
- ¿Hace cuánto conoces a mi hermano? - pregunta Bella sacándome de mis pensamientos.
-No mucho la verdad- respondo omitiendo que lo conocía desde el kínder.
-Oh- responde ella asintiendo levemente con la cabeza.
Me doy cuenta que mi abuela ya termino de comer así que recojo su plato y me dirijo con ella a su cuarto para ayudarla a ponerse el pijama y acostarla a dormir, sabiendo que quizás más tarde se levante.
-Hasta mañana abuelita-digo dejando un beso corto en su frente para luego salir de la habitación sin esperar respuesta alguna.
-Puedo preguntarte algo- dice Bella cuando me adentro en la sala.
-Claro- respondo, dándole una sonrisa.
- ¿Alguna vez has tenido pesadillas? - su pregunta me toma por sorpresa, claramente no me esperaba esto.
-Siempre- es lo que respondo acordándome de las pesadillas de cada noche.
Ella se queda un rato meditando si me puede o no decir lo siguiente.
-Puedo confiar en ti? - Y otra vez su pregunta me toma por sorpresa.
-Claro que si- digo, y es la verdad no soy de las personas que van por ahí contando a todo el mudo lo que le pasa, porque no confió en las personas, pero sin embargo las otras personas si pueden confiar en mí.
-Hace años, exactamente 5- comienza a decir- Mi madre y yo habíamos salido de compras...-se detiene un rato en el que respira profundo- Habían unos tipos, que al parecernos querían robar o algo así, mi madre estaba muy asustada lo podía ver en su cara, pero yo no sabia que es lo que pasaba, hasta que uno de esos tipos se nos acercó, mi mamá ofreció resistencia, uno de los tipos que estaba esperando saco un arma y le disparo a mi madre- sigue diciendo mientras se le escapan algunas lágrimas- yo, solo me quede ahí aun lado sin saber que hacer, esos tipos se asustaron y salieron corriendo, yo era tan solo una niña, comencé a gritar pidiendo ayuda, hasta que un señor vio lo que pasaba y llamo a una ambulancia, los doctores dijeron que si hubiera llegado un poco antes se pudo haber salvado –ella hace una pausa tratando de asimilar lo que ha dicho- Y lo único que pienso es que sin tan solo hubiera llamado yo a la ambulancia antes, quizás ella estuviera viva.
>>En ese momento, no reaccione, no hice nada, y cada noche que pasa no puedo de dejar de repetirme que si tan solo yo hubiera hecho algo ella estaría aquí con nosotros, pero el pasado no se puede cambiar ¿no?
Me toma un rato meditar lo que me ha contado, que en verdad es mucho, yo si recuerdo a la mamá de Christian siempre que ella lo venia a ver al jardín de niños, se notaba que eres una mujer feliz, llena de vida y alegría, y no tenia ni idea de lo que le había pasado.
-Es verdad el pasado no se puede cambiar, lo hecho, hecho está, no podemos volver a ese día por mas que quisieras, solo nos toca vivir con recuerdos amargos de lo sucedido- digo abrazándola tratando de calmarla- Pues tan solo somos seres humanos capaces de rompernos, somos personas que sangramos y no solo por fuera, somos seres con vida que al fin y al cabo somos heridos y a veces esa herida nunca termina de cicatrizar, y está bien pero no puedes dejar que la herida vuelva a sangrar, solo te toca esperar que termine de cicatrizar.
-No le digas a mi hermano que te dije esto, ni que lloré- me dice- Ellos, piensan que con la terapia ya los recuerdos no afectan tanto.
-No le diré nada, te lo prometo- digo regalándole una sonrisa- Y sobre las pesadillas no se irán tan fácil, y aunque sean una horrible repetición de malos recuerdos, no podemos evitarlas, solo nos toca convivir con ellas, luchando con la oscuridad que amenaza con dominarnos, pero no puedes dejarla ganar, no puedes permitir que te consuma, solo tiene que hallar un poco de luz y eso será suficiente para mantenerla a raya.
-Solo espero que algún día las pesadillas se vayan.
-Yo igual- murmuró solo para mí.- Y prometeme que no dejaras que la oscuridad gane ¿si?
-Lo prometo.
-Y ten por seguro que podrás hacerlo.
Escuchamos que llaman a la puerta, sabiendo que se trata de Christian.
-Y Hope gracias por todo- me dice Bella antes de que abra la puerta
-De nada- digo abriendo.
-Había fila, lo siento por la tardanza- dice adentrándose en el apartamento.
-No te preocupes hermanito nosotras la pasamos bien entre chicas- dice Bella con una sonrisa, que, si no supiera ahora con lo que vive, creería que es una de felicidad.
El resto de la noche transcurre entre risas mientras comíamos, hace tiempo que no pasaba un fin de semana así y me alegra tener compañía.
-Adiós Hope- se despide Bella dándome un abrazo para luego salir del apartamento.
-Bueno, gracias por recibirnos- dice Christian sonriendo.
- Gracias a ti por la comida Brown- digo devolviéndole la sonrisa.
-Adiós- dice saliendo del apartamento.
-Adiós- murmuró cerrando la puerta