Hope

ADIOS

Gritos de doctores, hacen que me levante, encontrándome con Gemma frente a mí, al parecer ella también estaba intentando levantarme, lo siguiente que veo son doctores corriendo hacia la habitación...

Un momento.

Esto no puede ser, se dirigen hacia la habitación de mi abuela.

Pienso correr hacia la habitación, pero soy detenida por Héctor.

-Hope, tranquilízate.

-Como mierda quieres que me tranquilice, ¡¿Qué paso?! - pregunto alterada.

-Su abuela tuvo otro ataque- interviene Gemma.

Al escuchar eso siento como mi corazón comienza a latir con desesperación.

-No, no, no, no, no...-comienzo a murmurar mientras camino de un lado a otro.

-Hope...

- ¡No me digas que me tranquilice Héctor! – grito y aunque se que el no se merece esto, no puede pedir que me tranquilice en un momento así.

Dejo de caminar de un lado a otro, para sentarme en la silla.

- ¡ELLA NO! – grito mientras enredo mis manos en mi cabello con frustración- A ella no, por favor- digo entre lágrimas.

Siento como Gemma y Héctor me abrazan, mostrándome su apoyo.

-Familiares de la señora Fields- dice alguien haciendo que levante mi cara.

Al parecer hubo un cambio de turno, porque esta vez ya no esta el mismo hombre mayor canoso, si no que en su lugar esta un chico que aparenta tener unos 27 años.

- ¿Sí? - digo algo bajo, temiendo lo que vaya a decir.

Por favor que este bien.

-La señora Corey Fields acaba de fallecer, hora de fallecimiento 4:00 am.

Caigo de rodillas al suelo, mientras gruesas lagrimas caen por mi mejilla.

-Dígame que no es cierto, por favor, ¡DIGALO!

-Lo siento señorita, lamento su perdida. Buenas noches- dice el doctor antes de marcharse.c

Todo mi mundo se viene abajo; se repiten en mi mente todos los recuerdos que tengo de ella, inmediatamente mi mente viaja a los recuerdos de la noche en que murieron mis padres, siento como que si esto fuera una horrible imitación de esa noche.

Mi abuela estuvo para mi cuando mis padres se fueron y ahora que ella ya no esta no se si quiera seguir, ya no me queda nada.

-Hey, Hope, hay que irnos- dice Héctor acuclillándose a mi lado.

Presto la menor atención a lo que me dice Héctor.

-Esto tiene que ser una estúpida pesadilla..., esto no es real...- comienzo a farfullar mientras jalo desesperadamente mi cabello- ¡ESTO NO ES REAL!

Mi ritmo cardiaco comienza a acelerarse, mientras se me hace cada vez más difícil respirar.

-No...no, pue...do...res...pirar

-Señorita Hope, cálmese vamos tiene que tratar de controlar su respiración- escucho lo que Gemma me dice, pero se escucha como si estuviera lejos.

-Hope- me susurra Héctor- Vamos Hope, enfócate en mí, mírame- dice acunando mi rostro en sus manos, intentando calmarme.

Lo cual es inútil, por que en pocos segundos todo se vuelve oscuro.

...

-Dios me distes un susto de muerte.

Es lo primero que escucho a Héctor decir apenas abro los ojos. Me encuentro en una cama de hospital y todo me da vueltas; tardo unos segundos en analizar y recordar que fue lo que paso.

Oh dios, mi abue.

- ¿Dónde está? - pregunto.

-Está en la morgue, nos entregaran el cuerpo mañana.

-Vete a casa Héctor, es noche buena, tu familia ha de estar preocupada.

-A mi familia ni le importo, desde que se enteraron de que soy guey, aparte tú y la señora Corey son como mi familia también.

Yo también aprecio mucho a Héctor, pero, aunque el diga que somos como familia al fin y al cabo no lo somos, y como siempre eh dicho, no quiero hundir a nadie más en el agujero en el que me encuentro.

-Tranquilo, voy a estar bien, vete- vuelvo a insistir.

-Esta bien, llámame cuando llegues ¿sí?

- Esta bien- digo con un intento de sonrisa.

Héctor se despide de mi con un beso en la frente, antes de desaparecer por la puerta de la habitación.

Apenas Héctor se va las lagrimas comienzan a correr por mi mejilla, recordando todo lo que paso hace unos minutos.

Me levanto de la cama de hospital rápidamente, no quiero seguir aquí, este lugar no me trae buenos recuerdos, y estar aquí no ayuda. Llego a la recepción para firmar el registro e irme.

Conduzco por la ciudad, en donde ya es de día, y las personas entran y salen de los centros comerciales comprando las ultimas cosas navideñas; mientras tanto mi vista se nubla cada vez por las espesas lágrimas.

Decido estacionarme en el aparcamiento de un centro comercial, por que lo ultimo que quiero es causar un accidente automovilístico.

- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!- grito una y otra vez mientras golpeo el volante con todas mis fuerzas.

Ella no se merecía esto, no se merecía morir así, mis padres tampoco lo merecían, no eran personas perfectas, pero eran buenos, hacían todo lo que podían, siempre fue así, no logro entender por que la vida a veces tiene que ser tan jodida, ¿Por qué a personas buenas les pasan cosas malas? Y ¿por qué la gente de mierda sale ilesa?

Solo quisiera tener un poco ms de tiempo con ellos, sabia que no los iba a tener por toda la vida ni a mis padres ni a mi abue, pero era demasiado pronto para que se vallan.

Un ruido en la ventana del copiloto hace que levante la cabeza, encontrándome con Bella tocando el vidrio. Seco rápidamente mis lagrimas disimuladamente, para luego sacar el seguro del auto y permitirle que entre.

- ¡Hola Hope! - dice con entusiasmo, mientras cierra la puerta- ¿Pero ¿qué te paso? - pregunta al ver mi cara evidentemente roja.

-Ah, nada es por el frio- miento tratando de darle mi mejor sonrisa.

-Ya veo, no traes ni siquiera chompa, y la calefacción esta apagada- dice, lo cual es cierto ni siquiera me había fijado que mis manos estaban congelándose.

Al ver que no respondo, coge su bufanda y la enrolla en mi cuello.

-Gracias.

-Bueno y ¿vendrás a cenar con nosotros? – pregunta sonriendo de oreja a oreja.



#23941 en Novela romántica

En el texto hay: alzheimer, romance, huerfana

Editado: 20.07.2021

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