Capítulo 2: Una charla entre hombres

Desde hace un par de días que empezamos nuestro viaje, y aún no logramos salir del bosque.

Nos hemos detenido en algunas ocasiones, ya sea para buscar algo de comer, o para ir al baño, que en este caso sería un pequeño hoyo en el suelo.

Muchos pensarían que como Light es un príncipe, él y la naturaleza no se llevarian bien, pero resultó ser todo lo contrario. Él era alguien con muchos conocimientos de supervivencia, sabía las formas de conseguir alimento, agua y refugio seguros para sobrevivir, sabía escalar árboles con facilidad y, para sorpresa de nadie, también sabía pescar y nadar.

Según me contó, aunque su madre pertenecía a un linaje de la realeza, su padre en su juventud no fue más que un joven del campo, el cual, fascinado con la vida silvestre, se dedicó a aprender todo para sobrevivir alejado de la sociedad.

Así fue como conoció a su madre, ya que un día ella fue atacada por un grupo de soldados durante la guerra interna por el ascenso al trono, y como su último recurso, decidió ocultarse en el Bosque del sonido.

Sus perseguidores lograron ubicarla luego de que esta tropezara con la raíz expuesta de un árbol, y justo cuando daba su vida por perdida, apareció el padre de Light, portándose como un auténtico "monstruo".

Vivir entre animales salvajes y situaciones extremas lo había reforzado con habilidades increíbles, entre ellas, la fuerza para luchar uno a uno con un oso. Y vencer.

Aquel hombre salvaje, aunque cubierto de lodo, destrozó el cuello de uno de los soldados usando únicamente sus manos, y los demás pues… no tuvieron un final muy diferente.

La madre de Light(en ese tiempo la tercera princesa de Nerulia) le agradeció enormemente a aquel salvaje, convenciéndolo para que la ayudara a solucionar la crisis en Nerulia, y este aceptó desinteresadamente ya que ese también era su país de origen.

En fin, la crisis por la ascensión al trono terminó con la muerte de todos los hijos del rey, a excepción de una de las princesas. Aquella que siempre estaba resguardada por el guerrero al que la gente llamaría hasta el día de hoy, como "El grito de la paz", ya que siempre soltaba un grito salvaje antes de entrar en acción.

Aparte de todo eso, también descubrí que Kágrel, aunque tiene la posibilidad de hacerlo, no necesita comer, beber o dormir para sobrevivir. Pero eso no significa que no se canse, el puede cansarse si gasta demasiada energía, pero es difícil ver que eso suceda, ya que su resistencia es demasiado alta.

El sol está en su punto más alto ahora, aunque no tengo idea de qué hora es exactamente.

Sé que en este mundo existen los relojes, pero ¿pueden creer que no haya ni uno solo en todo Silon?

Érick me dio la idea de colocar un gran reloj en el centro del pueblo, y de esa forma todos sabrían la hora, aunque decidí dejar eso para después. No es fácil ir por ahí y buscar un reloj gigante.

Decidimos detenernos un momento para comer bayas, por esa razón, nos sentamos bajo la sombra de unos árboles mientras que Kágrel se sentaba a un lado para vigilar los alrededores.

No le pedí que lo hiciera, eso fue su propia decisión.

—Anciano mentiroso… —dije renegando de la información de Don Víctor— Pensé que nos había dado la ruta más corta hasta el campamento ogro, pero llevamos casi tres días viajando y no veo el final de este bosque.

—No tiene de qué preocuparse. —comentó Light— Aquel hombre no nos mintió, esta ruta que llevamos es la más corta para atravesar el bosque, y gracias a la velocidad de su sirviente, creo que tardaremos un máximo de siete días en cruzarlo.

—En primer lugar, Kágrel no es mi sirviente, es mi compañero. —lo corregí y pregunté— Y en segundo lugar, ¿que quieres decir con que cruzaremos el bosque en un máximo de siete días?

—Me disculpo si lo ofendí a usted o a su compañero. —se disculpó y respondió— Pero con respecto al tiempo que nos tomará cruzar, siete días es una velocidad extraordinaria, si fuéramos a pie, como lo hacen muchos exploradores o aventureros, tardaríamos alrededor de uno o dos meses en cruzarlo.

—¿Eh? ¡¿Uno o dos meses?! —pregunté totalmente sorprendido.

—Em… Así es. —respondió— Este bosque en particular, es uno de los más extensos del mundo, junto con el bosque de los elfos, y los dominios del Rey Hada.

"Vaya… Y pensar que estuvimos viviendo tan cerca de algo tan colosal como este bosque."

—Además. —agregó— En este bosque se ocultan muchos peligros, y tratar de evitarlos solo alarga el viaje aún más.

—¿Peligros como cuales? —pregunté dejándome llevar por la curiosidad.

—En una ocasión, hace ya muchos años, mi padre me contó una historia sobre este lugar. Me dijo, que en algún lugar de este extenso bosque, se oculta una criatura tan majestuosa como peligrosa, cuya presencia, provocaba seguridad en unos y pánico en otros. Razón por la cual, muchos monstruos se movilizaron hasta aquí, para ser protegidos por la presencia de tal criatura, aunque también hubo varios que decidieron huir de ella. La historia cuenta, que aquella criatura se encuentra sellada en una inmensa cueva, de la cual, no es capaz de salir por su cuenta, pero que puede ser liberada desde el exterior. Aunque no me imagino a nadie tan tonto como para hallar a esa criatura y liberarla de su prisión, sería un completo caos si eso llegase a suceder.

"Una criatura poderosa… Una gran cueva… Un sello que solo se puede abrir desde el exterior… ¡¡No puede ser!!"

—O-Oye Light… —pregunté nervioso— Em… ¿Qué pasaría si alguien libera a esa criatura por accidente?

—Sería el final para todos, por supuesto. —respondió.

—Bueno… Creo que yo soy el "tonto" que liberó a la criatura de su prisión…

—¿Eh…? ¡¿Es-Está hablando en serio?!

—Si. —respondí mientras me rascaba la cabeza— Pero la historia está mal contada.

—¿Enserio? ¿Qué parte? —preguntó Light con una clara curiosidad.

—Casi todo es correcto, supongo. Pero como ya habrás notado, la criatura que mencionaste, no es una bestia que trae el caos consigo, de hecho es todo lo contrario. Es una bestia tranquila y muy servicial, a la cual, le gusta ser mimada constantemente.