Dicen que los sueños siempre tienen significado, ¿éste lo tiene también?"
—Skyler Gray.
Veo como Noah se sube al bus y busca con la mirada algo, pero un pánico incontrolable me invade cuando lo veo acercarse al lugar que se encuentra a mi lado. bufo de fastidio.
—Hola, Skyl... — Empieza a decir, pero lo interrumpo.
— No me hables, tengo sueño porque, por si no sabes o no te has dado cuenta, son las cinco de la mañana, no he dormido bien y oír tu voz solo empeora mi día. Que duermas. - Sin más me volteo dándole la espalda y me cubro con una manta que había sacado segundos antes de que Noah apareciera en mi campo de visión.
Su celular suena y puedo ver por el reflejo de la ventana la sonrisa de estrella de cine en su rostro cuando ve su movil, escribe algo y luego lo guarda nuevamente en su mochila.
Es un idiota.
Seguramente otra pobre chica cayó en sus garras.
Eso es lo que él suele hacer; conquistar chicas hasta tenerlas en sus manos y luego del sexo las deja unirse a las demás integrantes de su grupo o como todo el mundo les dice "grupies". No tolero como es que esas chicas son tan tontas que se dejan llevar por un buen cuerpo, lindo cabello, lunares fascinantes y sonrisa encantadora... Okay, si lo digo así suena a que tienen razón, ¡pero ese no es el punto! El punto es que él no toma las relaciones enserio, es solo un playboy más que se cree el más guapo y apetecible del mundo, pero por supuesto, él no es todo eso que cree ser. Es solo un chico lindo sin neuronas en el cerebro.
Mis pensamientos se van lejos cuando la voz de Blake llega a mi oídos saludando a Noah.
Blake Parker: el año pasado intentó "conquistarme", pero la verdad le salió muy mal. Me llevó salsifí blanco - soy alérgica a esas por sus hojas, como hortalizas, Me llevo chocolates, estaban deliciosos. Me llevo a comer y luego al parque de diversiones ¡GRAN ERROR! Devolví hasta lo que había comido en el desayuno.
Él fue la excepción de muchos chicos que me invitaron a salir, él fue la excepción porque era uno de mis más cercanos amigos; aún nos seguimos hablando, pero la conversación tiende a ser algo incomoda.
Extraño su amistad, lo admito, él se había convertido en uno de mis mejores amigos (sin contar a Jacob) solíamos salir a todas partes, reunirnos a ver películas, hacer Pijamada, viajes e infinidad de cosas divertidas. Adoraba estar con él, aunque claro siempre salíamos en grupo, hasta que de la nada todos tenían cosas que hacer y nadie podía a parte de Blake, a las pocas semanas me confesó su interés en mi y empezamos a salir y esas cosas.
No debí haber aceptado nunca.
Nunca, nunca, jamás volveré a arriesgar una amistad por amor, es más valioso mantener una amistad que arriesgarla para que se convierta en amor.
—Disculpa, pero este es mi lugar. — Escucho decir a Blake.
—¿Podrías hacerte ahí enfrente? — Le pregunta Noah.
Eso significa que el muy idiota mintió para hacerse a mi lado, o mejor dicho, mintió para fastidiarme la vida como siempre lo ha hecho.
Me muevo dispuesta a reclamarle, pero me quedo en mi lugar después de escuchar a Blake decir :
«¿Con Millie?» con un tono de asco.
Quiero saber que dirá Noah al respecto, sé que es un cabeza hueca, pero esos pequeños detalles son importantes.
—Es una chica, no te expreses así de ella —. Escucho decir a Noah.
Sonrío al escuchar eso.
Sinceramente me impresiona viniendo de Noah, el no parece ser de los chicos que se preocupan por como se expresan de las mujeres, más bien, parece ser de los chicos que se expresan mal de las mujeres.
Siento que toma la manta con lentitud y se cubre con ella sin destaparme.
Sonrío y retomo mi sueño.
Una intensa luz ilumina el lugar, estoy en un lugar oscuro y sombrío a excepción de aquella intensa luz en medio de la habitación. Intento adaptar mis ojos a la extraña luz pero esta solo se intensifica cada vez más.
—Al fin te encontré, mi niña — Una voz femenina hace estruendo en todo el lugar, sin embargo, no temo en lo absoluto.
—¿Quién eres? — Mi voz suena como un pequeño susurro comparado con la voz de aquella mujer.
—Mi pequeña, mi ángel — Su voz sonaba cada vez más bajo y más lejos.
—¿Quién eres? — Vuelvo a preguntar, pero no responde, solo empieza a alejarse de mi —¡Espera! ¡No te vayas!
—Nunca me he ido, mi pequeño ángel — aquella voz suena como un susurro y aquella luz se extingue dejando toda la habitación en una oscuridad total.
Entre sollozos caigo al suelo y empiezo a llorar más fuerte.
La oscuridad me asusta de una manera casi enfermiza, desde pequeña he sentido miedo a la oscuridad y no quiero estar aquí, no hay ni un solo rayo de luz.
Puedo sentir el arder de mis ojos y el dolor de mi garganta intensificarse, la bilis me arde y las ganas de vomitar me inundan mientras lágrimas caen desesperadamente por mis mejillas.
— Te necesito — Digo en un susurro casi inaudible —¿Donde estas? — Vuelvo a cuestionar sin recibir respuesta alguna. — ¡REGRESA! — Grito con desesperación y empiezo a correr por todo el lugar.
Corro con mis ojos cerrados buscando alguna salida, pero el camino a la puerta parece ser eterno, de repente tropiezo y caigo sobre algo, abro los ojos con temor y ahogo un grito al ver que el único rayo de luz ilumina el cuerpo inerte de alguien, por su textura y cabello corto podría asimilar que es un chico, sin embargo su rostro no se puede ver solo unos cuantos lunares se muestran en su cuello. Me acerco a paso lento y trato de tocarlo para volver su cuerpo y poder ver de quien se trata, pero en cuanto mis dedos hacen el más mínimo roce con su hombro, su cuerpo desaparece ante mis ojos y no puedo evitar llorar con más fuerza.
—Te necesito — Escucho una voz a lo lejos, esta vez esa voz es masculina, sin embargo, no logro reconocer a quien pertenece aquella penetrante voz.
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Editado: 06.01.2020