Hotel Extraño

EL AMIGO DE JACK

Al despertar sobre aquella cama en el hospital, lo primero que vino a mi mente fue el coche rojo apareciendo de súbito en la esquina, chocando y estallando en llamas cerca de la niña.

Luego, la oscuridad.

Me incorporé de la cama y miré hacia los pies. Esperaba encontrarme muerto, pero me sorprendió descubrir que ni siquiera tenía un yeso en el brazo.

Había salido, aunque me sentía más mareado que otra cosa. Giré la vista hacia la ventana; pese a que las persianas estaban cerradas supuse que debía ser de noche, porque el hospital estaba en calma y no se escuchaba el bullicio habitual de un sanatorio durante las horas diurnas.

-Parece que fue un accidente con suerte, dijo una voz a mi derecha. Miré en esa dirección, y vi a un anciano recostado en la cama vecina, que leía un libro.

Le dije que sí, que probablemente así había sido, y luego le pregunté si sabía cómo llamar a las enfermeras.

-Tiene un timbre ahí al costado - dijo el viejo, sorprendido

- ¿Acaso le duele algo?

- No, pero tengo sed… Mucha sed. ¿Hace mucho que estoy aquí?

 - No tengo idea, amigo… mí me trajeron esta mañana, y usted ya estaba en la sala.

Necesito irme de aquí, lo tengo que hacer por mi amigo, el no podrá sobrevivir en un hotel embrujado.

-Si, ya sé que todavía le quedan días de hotel, pero vamos a irnos antes.

-"Tienes visita”, exclamo un enfermero.

 - Hola Amigo, ¿Como estas?, exclamo Jack

-Hey, ¿Como estas?

- Bien, te tengo que contar algo…

-Que ocurrió. Siento que hay un ente por algún lado.

- ¿Qué?

- Siento que atrás de nosotros siempre hay alguien espiándonos; que cuando ponemos nuestra contraseña, nos la está observando; que cuando uno va al baño, siempre está ahí; que cuando vamos a hacer la fila, y hay poca gente, hay mucha ya con su presencia.

– Calma amigo, yo también sentí algo en esa casa.

- ¿Qué sentiste?

- ¡Sentía que me quería matar, pero no sé por qué razón!

- Amigo, te drogaste.

 -Pero la casa debe tener algo que ver.

-Mmm… tal vez, pero no estoy seguro, digamos que las drogas te hacen mal, la casa te ayuda a que te mates.

- Tenes razón.

La luz comenzó a moverse de forma más compleja como si danzara junto a una canción. Jack y su amigo Maty la observaban atónitos, y no podían dejar de observarla.

De la nada, llegó a ellos una música. La música era: ¿La música del celular de la niña? ¿Qué tramaba esta niña? ¿No había muerto? Nos empezó a dar miedo, tuvimos que irnos; pero la luz era cada vez más fuerte y no nos dejaba ir, no podíamos dejar de mirarla

 



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En el texto hay: hoteles, terror, terror y miedo

Editado: 23.11.2019

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