Taehyung
Intriga , curiosidad y enfado.
Eran las cosas que la pelinegra causaba en mi cada vez que entraba en mi visión.
Era una empleada mas dentro de la empresa, una joven mas trabajando para la empresa de la que yo era parte, una chica que me parecía de los mas ingenia cada vez que veía la manera en que los demás la trataban.
Nunca había conocido a alguien como ella, nunca había conocido a alguien tan sumiso dentro de un trabajo, nunca se quejaba a pesar de las risas y el sobre trabajó que tuviera, ella parecía tranquila como si eso no le molestara de la misma forma que lo hace para mi, nunca miraba mal a nadie y nunca se negaba a ninguna de las ordenes de nadie.
Algo que me hacia perder los estribos a pesar de ser una completa desconocida para mi.
—¿Cómo te ha ido en las grabaciones para tu dorama? —Le pregunto a Jin mientras nos encaminamos hasta la sala de reuniones —¿Te esta gustado? —Mi mirada se desvía en cuando la veo pasar frente a nosotros con lo que parece ser varias carpetas que parecen lo bastante pesadas para alguien como ella.
—Nunca pensé que fuera tan difícil —Sigo atento a lo que dice Jin sin despegar ni un poco la mirada de la chica que ahora lleva también un par de atuendos sobre su otra mano, cortesía de cortesía de la chica de la ultima vez, quien parece disfrutar el momento mas de lo que podría imaginar —Pero sin duda me esta gustando, todos me tratan bien —Me cuenta justo cuando pasamos frente a ellas, quienes se detienen un poco para saludarnos de manera correcta aun sin importar las carpetas y los trajes que lleva con ella, lo hace sin ninguna queja en absoluto.
Me detengo, seguido de mi amigo quien me mira con curiosidad al ver mi repentino movimiento, del que honestamente hasta yo estaba sorprendido pero quien se mantiene en su lugar sin ninguna intención de hablar a la espera de lo que sea que yo este a punto de decir.
—Necesito tu ayuda —Me dirijo a la chica que parece no percatarse de que me refiero a ella, quien parece no estar dispuesta a despegar la mirada del suelo a pesar de las carpetas que se encajan sobre sus costillas.
—Claro —La otra chica responde inmediatamente con una sonrisa enorme como si en verdad yo pudiera necesitar ayuda de alguien tan inútil e incompetente como ella —Da-son asegurare de entregar todo eso en menos de quince minutos, todo es urgente —Se dirige a la chica que asiente inmediatamente antes de hacer una ultima inclinación antes de comenzar a caminar.
La detengo, sin ninguna razón en concreto, solo lo hago sin ser capaz de procesarlo por completo hasta que mi mano rodea con cuidado su delicada mano, la cual suelto en cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo.
—También necesito tu ayuda —Aclaro mi garganta mientras paso mi mano sobre mi cabello de forma nerviosa antes de desviar la mirada en dirección opuesta, donde la otra chica, de la que no se su nombre y de la que honestamente no estaba para nada interesado en saberlo, mira con intensidad en dirección a la pelinegro que parece no darse cuenta de ello —Necesito tres cafés, dos capuchinos, un café helado y un te helado para la sala de conferencia —No tengo antojo de tomar nada de lo que he pedido pero se que los chicos terminaran tomándoselo todo —En menos de diez minutos —Trato de decirlo de la misma manera en la que ella con anterioridad lo decía, consiguiendo borrar esa mirada de superioridad en sus ojos.
—En seguida —Contesta de inmediato antes de hacer una ultima reverencia en nuestra dirección y empezar a caminar en dirección contraria, no sin antes darle una mirada a la pelinegra que parece no percatarse de tal gesto.
La observo por unos varios segundos, solo unos varios segundos en los que en verdad me hace cuestionarme a mi mismo acerca de ella, algo en ella demuestra una seguridad que parece nunca desaparece, la forma en la que se encuentra su postura me hace saber el tipo de seguridad que tiene y la manera en la que sus ojos mantiene una estabilidad emocional me demuestra que nada de lo que pasa a su alrededor parece afectarle, es ahí cuando en verdad empiezo a cuestionarme.
—Puedes adelantarte —Me dirijo en dirección a Jin, quien asiente con rapidez antes de reanudar el camino en dirección a la sala de juntas.
—¿En que necesita que lo ayude? —Por primera vez la pelinegra alza la mirada, sosteniéndome la mirada sin ningún problema, cosa que me resulta bastante curiosa viniendo de ella —Si no es así, me retiro —Habla tan rápido que apenas soy capaz de detenerla, obteniendo una mirada fastidiosa por parte de ella junto a un suspiro.
—¿A donde tienes que llevar esto? —No le doy tiempo de protestar, pues le he arrebatado de un solo movimiento los trajes que llevaba sobre una de sus manos, comenzando a caminar en cualquier dirección, seguido de ella, quien después de un par de segundos se rinde y me indica el lugar exacto al que se dirigía, terminando así en una de las salas de entrenamiento donde un grupo de chicos ensañan con frenesís, trayendo lindo recuerdos a mi mente.
Los chicos se detienen en cuando se percatan de mi presencia, demostrando lo nerviosos que les pone tenerme en uno de sus ensayos, recibiendo un saludo respetuoso por parte de ellos que me hace sonreír un poco antes de saludar de igual manera para ellos, quienes parecen relajarse al ver a la pelinegra a mi lado, quien no duda en quitarme los atuendos para acercarse hacia los chicos, quienes parecen conocerla bastante bien para tratarla con tanta confianza.
—Estos son su atuendos para su debut —Extiende cada uno frente a sus respectivos dueños, quienes lo reciben con una sonrisa en su rostro tal y como alguna vez lo hicimos nosotros —Si tienen algún problema con ella, no duden en buscarme ya saben donde encontrarme —Por primera vez la veo sonreír de una manera relajada y cariñosa, por primera vez parece relajada.