Candelaria
Cuando entre al salón y lo vi, quede estática y de no haber sido porque mi amiga choco contra mí no hubiera reaccionado
-no te pares en la puerta tonta-dijo Cami
Continúe caminando hacia mi asiento, y en cuanto me senté llego el profesor. Nos tocaba física, por suerte el profesor que teníamos era muy bueno con nosotros, y en cuando entro al salón se percato de que teníamos un compañero nuevo
-hay compañero nuevo en el curso, como es tu nombre-pregunto Juan, el profesor
-Stefano Parisi-contesto
Era un nombre muy lindo y se notaba que por su acento no era argentino
-de dónde vienes Stefano, tu acento sin dudas no es de aquí y tu nombre tampoco es muy común de Argentina-dijo el profesor
-vengo de Italia
-Italia, hermoso lugar, y cuéntanos que te trajo a Vedia-interrogo
-a mi madre le gusto la tranquilidad, mi tía vive aquí y cuando vinimos de vacaciones, mama quedo encantada con el lugar y se decidió por venir a vivir aquí
-bienvenido entonces, espero que te sientas cómodo, mi nombre es Juan y soy el profesor de física y también nos encontraremos en la quinta, y por cierto te toco un salón espectacular, todos son muy buenos
-gracias-contesto dando una leve sonrisa
-comenzare a tomar asistencia y cuando los nombre levanten sus manos así su compañero los va conociendo-dijo Juan
Mis manos temblaban, agradecía que primero tomara la asistencia de los hombres. En cuanto llego al último varón, mis manos comenzaron a sudar cada vez más, hasta que dijo mi nombre
-Alves Candelaria
-presente-conteste para acto seguido levantar la mano
En cuanto el giro para ver quién era, yo no pude sostener la mirada y me gire rápidamente. Luego de tomar asistencia, el profesor estuvo un rato con Stefano, para ponerlo al corriente y con el resto del salón nos pusimos a jugar al truco para pasar el rato, en lo personal era un juego que me gustaba mucho y me gustaba jugar, cruce un par de miradas con él, pero intentaba ignorarlo. La hora se paso rápido y el timbre para salir al recreo había tocado, todos fueron a presentarse, por lo cual tendría que hacerlo también, porque si no quedaría muy mal, cuando vi que mi turno estaba por llegar, mis manos comenzaron a sudar otra vez
-hola-fue lo primero que dije cuando estuvimos frente a frente
-hola-contesto dándome una leve sonrisa
-soy Candelaria, espero que puedas adaptarte y si necesitas algo no dudes en pedírmelo
-muchas gracias Candelaria-contesto dándome una sonrisa más grande que la anterior
-no hay de que-dije para salir del salón lo más rápido que pude
Cuando baje al patio vi a Cami, con nuestra preceptora hablando, me acerque a ella y me uní a su charla, pasamos todo el recreo ahí, luego cuando el timbre volvió a sonar, debimos subir, en cuanto entre al salón volví a cruzar miradas con él, pero rápidamente la esquive para irme a mi asiento. El resto de la mañana fue todo igual, el profesor se presento y ocupo de ayudar al chico nuevo, cuando el timbre toco para irnos, todos salimos lo más rápido que podíamos.
Cuando estaba caminando hacia mi casa, una mano me detuvo y rápidamente me gire, en cuanto di media vuelta lo vi, era él quien me había frenado
-lamento haberte asustado-dijo
-no pasa nada, necesitas algo-indague algo nerviosa
-de hecho si
-dime en que puedo ayudarte
-podrías prestarme tus carpetas de todas las asignaturas, muchos profesores me dijeron que las completara y también me recomendaron a algunas personas para ayudarme y entre esas personas estabas tu
-ya entiendo, claro, si quieres te las doy ahora
-tranquila, si no te molesta te acompaño hasta tu casa y ahí me las das
-¿estás seguro? mira si te queda lejos de tu casa
-tranquila, si queda lejos caminare un poco mas-dijo dándome una sonrisa leve
-está bien, como tú quieras-dije para seguir caminando
Íbamos en un completo silencio, pero por más de estar nerviosa, no era nada incomodo. Cuando llegamos a mi casa, le entregue las carpetas, pero ninguno de los dos hablaba, y estuvimos así unos segundos, hasta que él decidió hablar
-gracias por prestarme las carpetas, y para mi sorpresa tu casa no queda lejos de la mía-dijo
-no hay de que, si no comprendes algo, pregúntame
-claro, nos vemos
-adiós-dije para ver como se marchaba