Candelaria
Ya habían pasado dos meses desde que mama había fallecido, también quedaba solo menos de un mes para que las clases terminaran. Cada día era más difícil que el anterior pero Stefano siempre estaba ahí y era algo que le agradecería toda la vida.
Era sábado por la noche y habíamos acordado con Stefano que miraríamos películas en su casa, ya que estaría solo y debía quedarse a cuidar su casa. Durante el transcurso de la noche cenamos, miramos una película y nos habíamos puesto a conversar, el me conto sobre su infancia en Italia y me decía que un día me llevaría para que pueda conocer lo hermoso que era.
-sabes, nunca había estado así con nadie-confesé
-¿segura?-indago dudoso
-muy segura
Stefano me miraba de una manera muy intensa y eso me ponía muy nerviosa, él comenzó a acercarse lentamente hasta que cuando estuvimos a escasos centímetros el me beso, pero esta vez era distinto, era un beso mucho más intenso, de un momento a otro él me recostó sobre su cama y simplemente me miro, como si buscara algo en mi mirada
-linda, quieres que me detenga-indago
-no, solo se cuidadoso, tu serás mi primera vez-conteste algo nerviosa
-por supuesto que lo seré
Esa noche me entregue por completo a él, en cuerpo y alma, con el me sentía segura y esa noche aun mas, me trato con gran delicadeza como si fuera a romperme, fue ahí cuando me convencí de que en verdad me había enamorado y no tenia retorno.